Luv Deal | Kookmin au ✔

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Un lugar en donde el color que más destacaba era el verde y las tonalidades amarillas y naranjas del sol. No había autos, ni personas, solo el sonido de las aves y de las hojas que se mecían por el viento.

Jimin admiraba el lugar. Era precioso, pero mucho más lo que tenía al frente suyo. Miró unos segundos a Jungkook y le sonrió, su esposo solo se encogió de hombros esperando algún comentario de él.

Una especie de carpa con pequeños bombillos que se prenderían por la noche. Cojines dentro y fuera. Una pequeña mesita en el centro y extensos tallos con hojas que decoraban.

Precioso.

Todo era precioso para Jimin.

Soltó la mano de Jungkook y se volvió delante de él, sonriéndole. Su esposo lo miraba expectante, lleno de curiosidad.

¿Le gustó? ¿Y si no le gustan este tipo de lugares? ¿Por qué estoy nervioso? ¿Desde cuándo Jeon Jungkook es así?

Jimin. Esa es la respuesta.

—Entonces… —empezó a hablar el mayor, evitando que se le note el nerviosismo—. Llegamos. Es aquí… ¿Te gusta? Podemos ir a otro lugar si-

—¡Jungkook, me encanta! —chilló Jimin con alegría y saltó hacia el cuerpo de su esposo para abrazarlo con fuerza.

Su abrazo fue aceptado, sintiendo los brazos de Jungkook pasando por su cintura y acercándolo más a él.  Oliendo el perfume tan único que usaba, ese mismo que percibió desde el primer día que lo conoció.

—Escuchar eso me alivia —dijo cuando se separaron unos centímetros, aún sin despegar sus manos de la cintura contraria.

Jimin mordió su labio inferior, ansioso por lo que estaba a punto de hacer. Miró unos segundos más los ojos oscuros de Jungkook y luego sus labios. Tan delgados, rosados y bonitos.

Se puso de puntillas y besó el lunar que decoraba el rostro de su esposo. Cuando volvió a su lugar sintió sus mejillas calentarse, era la primera vez que daba la iniciativa.

Jungkook lo miró sorprendido pero luego sonrió. Tomó la barbilla de Jimin y acercó su rostro hasta chocar sus alientos.

—Podría acostumbrarme a esto, ¿sabes?