Luv Deal | Kookmin au ✔

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—Ordené a que redacte un acuerdo. Debe leerlo.

—De acuerdo.

—También hice una lista parecida a la suya. Tenemos que hablar de lo que hay en ella y estar al día en los detalles.

Jimin asintió. Leyendo el acuerdo que le había entregado su jefe. Tenía que ser muy minucioso en esto.

Firmó.

Aún seguía sin creerlo.

Pronto, Jungkook le dio un sobre pequeño.

—Su primer pago.

Jimin miró lo que su jefe le extendía. Sin hacer nada, solo observando. Temiendo a hacer algo que quizá acabara mal.

—Es un trabajo, Jimin. Es su compensación. Así de sencillo. Tenga.

Asintió para luego tomarlo sin revisar su interior. Estaba nervioso.

—Quiero que mañana renuncie a su trabajo.

Jimin abrió los ojos a más no poder. ¿Qué le acaba de decir?

—¿Por... ¿Por qué?

—Si sale bien, yo también lo haré. Quiero que esté fuera de la empresa antes de que todo estalle.

Jimin mordió su labio nervioso, en silencio.

Habló.

—Y... ¿Y si no sale bien? Mm... ¿Me dará una carta de recomendación para conseguir otro trabajo?

Temía que saliera mal. Temía quedarse sin trabajo, y seguir con gastos y pendientes que pagar. Estaba arriesgando su sustento económico, lo único que tenía para no morir de hambre.

—No se preocupe. Me he encargado de todo. Si algo sale mal, usted ya tiene dos opciones de empresa a las cuales irse, pero si quiere una carta de recomendación, entonces la tendrá.

—¿Aunque... sea pésimo como asistente personal? —preguntó en voz baja.

—No es un pésimo asistente, Park. Es excelente en su trabajo.

《Aunque me cueste admitirlo》

—Oh. —Jimin sonrió poquito—. Gracias.

Acto seguido. El joven asistente tomó las hojas que había firmado, las ordenó y entregó a Jungkook.

—Tengo dos copias de esto, para ambos. Y estará guardada en la caja fuerte. Le daré la contraseña.

—Y su abogado... Sobre esto...

—Está al tanto de todo. Pero estas copias son las únicas que existen como confidencialidad. Y también por su seguridad.

—Bien.

Jungkook asintió y se levantó del sofá para dirigirse al piso de arriba. Jimin se quedó en silencio observando el lugar. Era un espacio muy grande para una sola persona. Él no podría con una casa así, se sentiría solo.

No pasaron tantos minutos para que su jefe bajara con una caja en las manos y se sentara nuevamente.

—Este es su nuevo celular —se lo entregó. A simple vista se veía costoso y de último modelo—. El que tiene tendrá que devolverle a la empresa así que este será el suyo. Cuando terminé todo esto se lo puede quedar, no tiene que devolver nada. También tiene mi número ahí.

—Mm... gracias.

—¿Tienes muchas cosas para mudarte acá?

—Pocas.

—¿El contrato de alquiler?

—Es mensual. Supongo que perderé el dinero que adelanté este mes.

—No, no. Yo me encargaré de los gastos. Contrataré un camión de mudanzas.

—No es necesario.

—¿No tiene muebles?

Jimin negó con la cabeza.

—Libros, ropa y objetos personales.

Jungkook no dijo nada más acerca de ese tema y le entregó otro sobre. ¿Cuántos iba a recibir?

—Esa es nueva cuenta bancaria. Me aseguraré que tenga los fondos suficientes en todo momento. Lo necesito aquí todo el tiempo que sea posible para poder acostumbrarnos el uno al otro y para hablar. Mañana podríamos repasar las listas y hacer preguntas, rellenar los espacios en blanco.

—Está bien.

—El viernes en la mañana lo quiero aquí temprano. Le hice una cita en un spa y peluquería, para que se aliste para la reunión en la casa de Choi. Podría quedarse el jueves para ahorrarse el viaje de venir.

Jimin apretó los labios, sin moverse. Ni decir una palabra.

—Le enseñaré la casa, venga conmigo.