Luv Deal | Kookmin au ✔

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—Entonces, ¿por qué accediste? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué estás haciendo esto por mí?

Jimin se mantuvo en silencio. Tenía una mezcla de sentimientos en ese momento.

—Anda a tu habitación, Jimin. Quiero estar solo.

Jungkook se sirvió un vaso generoso de whisky y se lo tomó de un solo trago. Pronto, se sirvió uno más y caminó hacia la gran ventana viendo el exterior.

Era de noche y solo las luces de las residencias iluminaban el lugar.

Jimin seguía detrás de él, sin moverse de su lugar. Sentía tanta impotencia.

—Cuando tenía diez años, mis padres murieron en un accidente de tráfico —empezó a hablar lo más tranquilo que podía. Contar su historia hacía que sintiera una presión en el pecho—. En Busan solo los tenía a ellos y cuando tuvieron ese estúpido accidente, me quedé solo y acabé en manos de los servicios sociales. Era muy pequeño y no sabía a quién acudir por miedo.

Jungkook se sorprendió ante lo que su prometido le decía, aún así se mantuvo callado.

—Y como yo no respondía a las preguntas que los del servicio social me hacían, concluyeron que no tenía otra familia a parte de mis padres —hizo una pequeña pausa y continuó—. Pasé por unos cuantos hogares y digamos que los niños grandes no eran los más deseados de adoptar. Todo fue horrible, Jungkook. Yo no quería estar con desconocidos.

Jeon apretó los labios, aún seguía dándole la espalda, pero algo le decía que se diera la vuelta. Y lo hizo.

Vio a Jimin de pie en el mismo sitio de antes, con la cabeza gacha y su cabello cayendo sobre su frente.

—En la última familia a la que me llevaron… me fugué. Pero los de servicio social me encontraron. Lloré mucho ese día, extrañaba a mis padres, necesitaba sus abrazos, sus buenos días y sus buenas noches. Me sentía solo, yo solo quería su amor y calidez —una lágrima cayó por su mejilla. Rápidamente se la limpió—. Pasaron unos días y mi abuela dio conmigo al no saber durante unos meses sobre mis padres y sobre mí. Cuando la vi lloré mucho, porque ahora ella era lo único que tenía, las dos personas que siempre habían estado a mi lado ya no estaban.  Solicitó a la administración convertirse en mi tutora y fue aceptada inmediatamente. Ella fue mi madre, mi padre, mi amiga, mi maestra… No teníamos mucho, pero ella hacía de todo para darme una vida adecuada. Crecí y también buscaba trabajos para ayudar con el dinero. Mi abuela lo es todo para mí. Le encantaba pintar mientras yo leía. Era una vida tranquila luego de la muerte de mis padres, me sentía seguro y… querido —soltó un pequeño suspiro—. Por eso cuando ingresé a la universidad, me esforcé para tener mis notas casi perfectas y conseguir una beca.

—Pero no acabaste tus estudios superiores. —recordó Jungkook el dato que anteriormente le había dado.

—Ella enfermó, pero seguimos viviendo juntos mientras yo estudiaba y trabajaba en cualquier cosa a medio tiempo hasta que empezó a actuar de forma extraña. Le diagnosticaron alzhéimer. Poco después se cayó y se fracturó la cadera, y las cosas empeoraron. Necesitaba cuidado constante. La llevé a una residencia, pero no le daban la atención que requería.

—Lo que me estás contando, no explica nada.

Jimin alzó la vista y lo miró con los ojos entrecerrados.

—Estoy tratando de explicártelo, no seas impaciente.

—Lo siento. Solo quería asegurarme de que esto va a llevarnos a algún lado.

—El asunto es que comprendí que necesitaba mejores cuidados. Un sitio decente. Supe que debía dejar la universidad, conseguir un trabajo a tiempo completo y ganar dinero para ella. Un amigo me habló de un puesto temporal en MJ Business como asistente personal. El sueldo era decente y, pude pagar mis estudios superiores y trasladar a mi abuela a un sitio mejor. Un día, el señor MinJae me llamó a su despacho y me ofreció un puesto como tu asistente personal, que supondría un aumento de sueldo ya que todo el mundo sabía que era difícil trabajar para ti… por aquello de que tenías fama de idiota y tal.

—El dinero manda.

Jimin negó con la cabeza.

—En mi caso no suele ser así. Pero el aumento de sueldo suponía que podría trasladar a mi abuela a una habitación privada. El dinero significaba que cuando la visitara, estaría rodeada de los lienzos y de los cuadros que de alguna manera seguían siéndole conocidos. Estaría bien atendida y segura. Le ofrecí el mismo regalo que ella me ofreció tantos años antes. Daba igual lo espantosos que fueran mis días, normalmente por tu culpa, porque lo importante era que había conseguido que la mujer que me cuidó tan bien recibiera los mismos cuidados que ella me dio.

Jungkook parpadeó, atónito.

—No gastaba dinero ni en ropa ni en zapatos a la moda porque no tenía. Por alto que fuera, mi sueldo estaba destinado entero para pagar la habitación de mi abuela. Vivía en un cuarto pequeño y horroroso, ese mismo que conociste hace meses. Me aseguré de ir presentable todos los días mientras trabajé para ti. Aceptaba todo lo que me decías y lo que hacías, y lo pasaba por alto, porque necesitaba mantener mi puesto de trabajo, porque de esa manera me aseguraba de que ella estuviera segura. Accedí a ser tu prometido porque el dinero que me estás pagando garantiza que jamás pasará miedo, ni frío, ni estará desatendida hasta que muera. Me da igual lo que digas o lo que hagas, porque tu opinión no importa en absoluto. Para mí esto solo es un trabajo. Por más que lo deteste, tengo que aguantar tus idioteces porque, por desgracia, te necesito tanto como tú me necesitas a mí ahora mismo.

Jimin se dio media vuelta para marcharse, pero se detuvo—. ¿Que si espero convertirte en un hombre mejor y fantaseo con la idea de que te enamores de mí? Jungkook, no se me ha pasado por la cabeza en ningún momento. Para amar a alguien se necesita tener alma… y hasta un espantapájaros escuálido como yo es capaz de ver que tú no la tienes. —Respiró hondo—. Cuando esta farsa acabe, me iré y empezaré de cero en algún sitio. Mi vida será mucho mejor cuando no me vea obligado a soportar tus burlas crueles y tu falta de sensibilidad.

Tras esas palabras, subió deprisa las escaleras, dejando a Jungkook solo en la planta baja.