Su jefe era un tirano por el día y un playboy por la noche; y él solo era su asistente hasta que le propone un nuevo contrato.
-¿Cómo su asistente personal?
-No. Como mi prometido.
¿Qué puede suceder cuando ambos se detestan y tienen que actuar ena...
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𖧷
Jimin pasó sus manos por su rostro antes de contestar.
—Mmm… ¿Si? —habló con voz soñolienta.
—Señor Park —su voz tan cortante y fría. Como siempre.
Jimin carraspeó y se sentó en su cama para hablar mejor.
—Buenos días, señor Jeon. ¿Ocurre algo?
—No iré a la oficina hasta después del almuerzo.
¿En serio lo llamaba para eso?
—Mmm… Señor, me hubiera mandado un mensaje…
—Necesito que haga dos cosas por mí —continuó hablando Jungkook, haciendo caso omiso a lo que le había dicho su asistente—. Si MinJae me busca, le dices que tuve una urgencia y no sabes sobre qué. ¿Entendido?
—Mmju.
—¿Entendido?
—Si.
—Bien. Luego de eso, me llamarás a las doce y media y me dirás que la reunión se ha adelantado para las dos.
—¿Okey…?
—Ahora repíteme todo lo que tendrá que hacer.
Jimin soltó un bufido y habló.
—Si el señor MinJae lo busca le diré que tuvo un asunto personal y que no tengo idea de dónde está. Luego lo llamaré a las doce y media para decirle que la reunión ha sido adelantada para las dos.
—Bien. No la cague.
—Pe… ¿Qué?
Colgó.
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