Su jefe era un tirano por el día y un playboy por la noche; y él solo era su asistente hasta que le propone un nuevo contrato.
-¿Cómo su asistente personal?
-No. Como mi prometido.
¿Qué puede suceder cuando ambos se detestan y tienen que actuar ena...
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¿Estaba concentrado en lo que decía Jungkook o en cómo se movían sus labios? Hace un rato estaba nervioso por el simple hecho de dormir juntos, pero ahora él tomó nuevamente la iniciativa para besarlo.
Y es que se sentía tan bien al ser correspondido de inmediato y encajar a la perfección con ese labios delgados y tentosos a besar.
Besándose bruscamente en busca de más, soltando un jadeo ahogado al sentir la lengua de Jungkook rozando con la suya. Sintiendo el sabor a los bombones dulces que hace un rato habían comido. Era el paraíso.
Y todo estaba pasando rápido. Jimin pasó sus brazos alrededor del cuello de su esposo, mientras que este apretaba más su cintura y bajaba a su trasero. Apretando y masajeando, haciendo que Jimin gimiera sobre su boca y callarlo con sus besos.
Se estaban dejando llevar. Las palabras no importaban en ese intento de conversación, ellos necesitaban tocarse, sentirse, probarse.
Sus corazones palpitaban cada vez más rápido y estar en el interior de la carpa hacía que sus cuerpos se calienten a más no poder. El placer haciéndose presente y la erección de ambos en busca de algo más.
Ambos se separaron agitados y mirándose a los ojos, un pequeño hilo de saliva los unía. Jimin con las mejillas rojas y los labios hinchados. Tan precioso.
Jungkook había deseado besarlo de esa manera desde que probó sus labios por primera vez. Tan gruesos y tan perfectos para él. Se acercó hacia el rostro de Jimin, pasando sus manos por sus muslos y apretando poquito.
Acabó con los pocos centímetros que lo separaban y atrapó los labios de su esposo. Besándolo con rudeza y con pasión. Tomando su cuerpo y haciendo que se sentara sobre él, enrollando sus piernas por su abdomen y moviéndolo delante y atrás.
Esos movimientos fueron suficientes para que Jimin gimiera una y otra vez. Separándose del beso y cerrando sus ojos con fuerza. Sintiendo el placer en todo su cuerpo y las caricias de los fríos dedos de Jungkook divagando debajo de su playera.
Jungkook lo miraba con ojos brillantes. Jimin con la boca entreabierta, intentando morder sus labios para callar sus jadeos, fallando en el intento. Echó su cabeza hacia atrás, dejando su cuello al descubierto y pronto sentir los labios de su esposo besando y succionando, dejando pequeñas marcas sobre su piel.
¿Hasta dónde serían capaces de llegar?
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¡hola! Esto es todo por hoy. ¿Cómo están? 👀 no leemos en la siguiente act!! <3
