Luv Deal | Kookmin au ✔

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Jungkook vio a Jimin sentado en uno de los taburetes. Había una botella de vino abierta, estaba bebiendo un sorbo de su copa, parecía disfrutarlo.

Caminó hacia él, sentándose en uno de los asientos. Sin decir nada, tomó una copa y se sirvió del vino que Jimin había elegido.

—He pedido rigatoni alla zozzone. Espero te guste.

—Es mi favorito.

—Lo sé —respondió Jimin. Haber sido su asistente hizo que conociera un poco sus gustos.

Jungkook bebió un sorbo de su copa y habló.

—¿Empezamos?

Asintió.

Habían pasado unas horas. En el transcurso, la comida llegó mientras continuaban charlando conociendo más detalles sobre ellos.

A Jungkook no le gustaba hablar sobre su pasado, pero le contó lo que era necesario. Era hijo único, sus padres murieron. Le dijo la universidad en la que se graduó, colores preferidos, gustos, y disgustos. Se sorprendió al ver que algunos de esos detalles, Jimin ya lo sabía, era muy observador.

Por otro lado, Jimin también le contó lo justo. Él también era hijo único, sus padres fallecieron cuando era pequeño y luego vivió con su abuela, que ahora está en la residencia de ancianos. También le contó que entró a MJ Business sin terminar sus estudios superiores, que él solo ingresó para mantener un puesto y se quedó. Pero gracias a eso y con esfuerzo, pudo terminar su carrera.

Jungkook quedó sorprendido. Había mucho que no sabía sobre Jimin, mejor dicho, no sabía nada.

—Creo que ya sabemos lo básico. Incluso me sé su loción favorita. Sin embargo, esto no podrá funcionar si te pones tenso cada que me acerco a ti.

—Mmm... no estoy acostumbrado. Me pones de nervios —admitió.

—Tendremos que acercarnos, Jimin. Los amantes se tocan y se acarician, intercambian miradas, se susurran. Por más que aprendamos sobre nosotros, no funcionará si no puedo tomarte de la mano sin que te asustes.

—¿A qué te refieres?

—Pues que voy a hablarte al oído, acariciarte e incluso besarte. Te llamaré amor o cariño como cualquier pareja de enamorados.

—¿No que nunca te habías enamorado?

—Soy capaz de fingir perfectamente, Jimin. Además, sabes muy bien que el deseo y yo estamos muy familiarizados, entonces esto será casi lo mismo.

Jimin viró los ojos.

—Sexo sin amor solo son dos cuerpo con mucha fricción.

—Y no le veo nada de malo. El sexo sin amor es el que a mí me gusta, sin compromisos. El amor cambia a las personas, las hace débiles y complica todo. Eso a mi no me interesa.

—Uy, que triste.

—En mi mundo no lo es. Volviendo al tema ¿Estás preparado para no salir corriendo cada vez que te bese o acaricie?

Jimin soltó el aire y se sentó recto.

—Sí.