Capítulo 3

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Finalmente, después de 6 horas de vuelo, llegamos a Las Vegas. Todo el viaje me emociona, a pesar de conocer las probabilidades. Ellos, la nominación y la ciudad me provocan emoción.

Lo mejor de todo es que Daniel no se separa de mi, no me soltó ni un momento. Todo el viaje ha estado más sentimental de lo normal; no es algo que me disguste, pero casi siempre nuestra relación había sido distinta. Desde siempre ha sido muy común vernos jugando a las luchas o al boxeo. De hecho, por mucho tiempo se me consideró un chico más debido a mi carácter y fuerza.

—¿Qué piensas? — Me pregunta Jota ya arriba de la camioneta que nos llevará al hotel.

—Nada en especial... — Suspiro. —En que me da felicidad estar aquí con ustedes.

Me toma de la mano en un gesto de agradecimiento. No dejé que dijera más porque sé que se pondrá a llorar, así que decido cambiar de tema.

—¿Vamos a ir a vivir la vida loca?

—Nah, tu no puedes, aquí eres menor de edad.

—Carajo, es verdad...

Ser menor de edad aquí tiene una ventaja: puedo pasar más tiempo con Daniel. Ya se me ocurrirá algo para pasar el rato.

—Encontrarán algo para hacer dentro del hotel.

—Quien sabe — Alzo los hombros —, ya buscaré algo.

—¡Vámonos de peda! — Oigo gritar a Diego en el asiento de adelante.

—Mejor duérmete un rato, bodoque. — Río mientras le acaricio el cabello.

Trato de gozar esos últimos momentos, cada una de sus risas y su compañía... sé que al llegar al hotel ellos se convertirán en wiplash y yo seré simplemente la organizadora. Tengo suerte, ellos nunca me han tratado como una empleada, siempre hemos sido más que eso. Si necesitan lo que sea, estoy ahí; si quieren una amiga, estoy ahí; para cualquier cosa estoy en primera fila.

En un momento de silencio reflexioné sobre esto último. He estado con ellos en todo, con Daniel desde que somos niños y muchas de mis vivencias resultaron escritas en algunas canciones. Clavo, RPDF e incluso Señales y A nadie lo que siento llevan cosas mías. Bastó únicamente planear bien lo que quería decir, hablar con Jota y listo, algunas cosas que quería decir estaban hechas una canción.

Pensar en todo lo que conlleva este viaje me asusta. Sé que aunque no tendremos mucho que hacer, Daniel siempre buscará la forma de llevarse a sí mismo al límite. Quizás no muchos lo saben, pero a Daniel le gustan los ambientes de fiesta, dónde hay muchas mujeres...

Por mucho tiempo fue un tema que me lastimaba, pero los años y la costumbre lograron que mi alma y corazón se cegaran a eso. Estuviera con quién estuviera, yo seguía y sigo queriéndolo igual o más que antes.

Sé que el trayecto estaba por acabar cuando veo que todos se aseguran las mochilas o se despiertan de algún sueño pequeño. Cómo lo pensé, llegamos al hotel en cuestión de minutos. Es aquí cuando todo termina. La puerta de la camioneta se abrió y ellos se convirtieron en unas estrellas de rock.

Los vi bajar desde mi asiento, uno por uno se fueron transformando y de pronto Daniel no era el pequeño que yo conocía. Se transformó en Daniel Gallegos, el joven que viajó con su banda a recibir un premio a Estados Unidos.

—Te quiero, Sof. — Me dijo tomándome de la mano, viéndome directamente a los ojos.

—También te quiero. — Respondo al borde del llanto.

Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora