Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 14

—Eres un pendejo, Daniel.

—Los únicos pendejos son ustedes.

—Nosotros la defendimos, no te equivoques. — Ladra Diego. —Si no llegamos casi la matas.

—¡Ya déjenme en paz!

—¡No!— Grita Jota. —Eres un pendejo y lo serás hasta que te decidas a abrir los pinches ojos. Ya sé que no te interesa, pero ella no tendría porqué decir algo para herirte, y tú sí lo hiciste. Y si esto se acaba, nada más será tu pinche culpa.

Los dos cabrones me dejan solo en el cuarto y en la puerta aparece Romina, tan sencilla, como si fuera ajena a todo lo que acaba de pasar.

—No es verdad lo que Ana dijo, ¿verdad?

—No...

—Por algo tuvo que decirlo.

—Pues si vas a creerle a ella, no sé por qué me preguntas a mí.

—No estoy creyéndole a nadie.

—Pues al parecer a ella sí. Sabes que no le caigo bien... — Veo como quiere llorar. —Y no sé por qué... Yo jamás le he hecho nada...

—Ya, ven... — La siento en mis piernas y la abrazo. —Perdóname por tanto pinche escándalo... Te prometo que la haré intentar aceptarte.

—Hablando de... — Se seca los ojos. —Me tengo que ir el lunes...

—¿Necesitas dinero? — Asiente. —Mañana te compro el vuelo y vamos al banco.

—¿Me vas a extrañar?

—Claro que sí... — Le beso el cuello y subo a sus mejillas. —Y mucho...

—¿Por qué no me lo demuestras en lugar de contármelo? — Se levanta de mi regazo y va a ponerle el seguro a la puerta.

¿Que si le hice el amor? Sí, y no una vez, un chingo. Y no me interesó nada más. Mi chica está a punto de irse y no estoy dispuesto a desperdiciar ni un segundo a su lado.

Dentro de mí, por un pequeño lapso de tiempo, apareció Ana... Sus ojos, su risa, toda ella se me metió en la cabeza. ¿Por qué se fue? ¿Por qué no esperó a que le pidiera perdón? o, ¿ Por qué tanto coraje hacia Romina? Es algo que no comprendo, pero empecé a pensarlo porque encendí mi celular y encontré en el fondo de pantalla la foto que nos tomamos en Las Vegas... Se veía preciosa y no tuve el valor para decírselo. últimamente no he tenido el valor de decir o hacer muchas cosas... Igual hay mucho que no logro entender y por una parte no le creo a Ana porque no supo responderme con qué la había amenazado Romina supuestamente... Hay muchos cabos y yo los voy a amarrar.

****

Al otro día

Rodrigo tuvo que dormir conmigo otra vez porque no dejé de llorar en toda la noche. Definitivamente no fue un buen día, pero hoy me espera una persona especial, así que nos preparamos para el pequeño viaje. Me di cuenta que necesito comprarme un coche, tuvimos que llegar a la estación de autobuses en taxi.

—¿Qué edad tiene tu mamá? — Me pregunta Rodrigo en el coche.

—43... Es joven todavía...

No me preguntó nada más en todo el camino, se dedicó a ver su celular. Hasta ahora me doy cuenta de que no me volvió a hablar de Andrea.

—Oye... ¿Si lograste encontrarla?