Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 6

Daniel

La primera noche estuvo muy chida, la neta. En la fiesta había un montón de chicas bien guapas, pero una en específico, una morena candente, llamó un chingo mi atención. Quería pedirle opinión a Ana Sofía, pero se me perdió toda la fiesta.

Les voy a decir la neta... Es la primera vez que tomo champaña (y a escondidas) y traigo el hocico medio caliente. Ana Sofía no esta en ningún lado, no sé de dónde agarré valor, pero me acerqué a la morena de fuego y le pregunté su nombre: Romina. No me acuerdo si me dijo si venía con alguien o no, la neta me vale madre. Me tomé otra copa con ella y entre esto y aquello quedamos en ir a pasear mañana antes de la siguiente alfombra. La neta no sé porqué hacen tantos eventos. Hoy fue la rueda de medios, mañana el pre evento y el viernes el evento oficial, nosotros nos regresamos el domingo. Tengo hasta el sábado para hacer algo productivo con esta morena hermosa. Por ahora ya tengo su número.

Regresamos temprano porque la neta ya estamos todos cansados. La verdad yo quisiera irme a cualquier otro lado, pero eso es lo malo de tener 19 años en un país que no es el tuyo.

Diego andaba chingue y chingue que quería ir a no sé dónde, y además resultó que Ana va a salir con no sé quién. Ah, cabrón, apenas llevamos un día aquí, ¿por qué no me dijo nada? Pensé que iba a hacerlo cuando se despidió, pero no. Según ella, siempre íbamos a contarnos todo...

Bueno, con ella o sin ella, Diego y yo nos metimos al cuarto porque estaba haciendo un chingo de frío y Jota y Smoke bajaron un rato al bar a echarse unas chelas, o a besuquearse, lo que les haya salido primero, pero no se tardaron mucho. Llegaron a nuestra recámara a hacerse weyes un rato.

—No chingues, hace un madral de frío —Se queja la sirenita.

—¿No vieron a Ana?.

La neta quiero saber con quién se fue.

—Déjala respirar tantito —Me regaña Ariel—. Anda por ahí.

Ay, wey, eso quiere decir que él sí sabe.

—Tú debes saber a dónde fue.

—¿Y qué importa? Tu también andabas con una chava en la fiesta y Ana no estaba de fastidiosa como tú.

—No es lo mismo —Le digo mientras me quito los tenis—, quien sabe si se fue con algún loco o algo.

—El único loco eres tú. Déjala un ratito.

Me dice loco el único wey que se pinta el cabello de rojo aún sabiendo que le van a hacer un chingo de memes.

Ni modo, a ver si me quedo o no a esperarla. Pa qué se va.