Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 27

Daniel

No mames, la cabeza me está reventando, ya tenía mucho desde la última vez que tomé así.

Hasta eso, no desperté de malas. Ana está acostada a mi lado otra vez. Son las 10 de la mañana y ella está como si nada, igual de bonita, como si no me hubiera recogido de mi borrachera.

No sé cómo sentirme al respecto. Ella tenía razón y seguro va a decírmelo en cuanto despierte. Creo que lo único que me quedará hacer será quedarme callado y aceptar el regaño.

Me quedo viéndola un ratito y cuando empezó a despertarse regresé a mi sitio. ¿Por qué me preocupa que me atrape viéndola?

—Hola. — Sonríe.

—Hola...

—¿Cómo te sientes?

—Bien... un poco mareado, nada más.

Se incorpora en la cama y se aplaca un poco el cabello. —Bueno... desayunar te caerá bien.

Se levanta de la cama y no puedo evitar verle la pijama. Un short que le llega a medio muslo y una diminuta camiseta de tirantes, ¿por qué usa eso con este frío? y, no mames... ¿por qué nunca me había percatado del cuerpo tan bonito que tiene?

Antes de salir se pone una bata casi transparente y se dispone a ir a la cocina. ¿Por qué chingados la estoy viendo así? ¿Qué me pasa?

Me visto y salgo atrás de ella en lugar de estar pensando pendejadas.

Está en la cocina y, por primera vez en mucho tiempo, me doy cuenta de lo que me dijo unos días atrás: nos ama tanto que está dispuesta a dejar su vida para acoplarse a la nuestra. Lo entendí cuando la encontré haciendo mi desayuno favorito, alguna vez intenté hacerlo como ella y casi todo se quemó.

—Ana...

—Te escucho.

—Lo de anoche... — Deja lo que está haciendo y me presta atención. —Perdóname...

Sonríe y se me acerca. —Te lastimaron, y ahora me toca a mí poner de mi parte para ayudarte.

De pronto pienso en decirle lo mucho que pensé en ella, pero eso no cambiará nada.

—No me dejes nunca, Ana...

—No lo haré, pero tú debes dejar de hacer estupideces.

Sonrío y la traigo a mí en un abrazo. —No las haré. Te quiero...

—Yo también te quiero.

Me suelta y regresa lo que está haciendo y sirve el desayuno.

—¿Cómo te fue ayer?

—Bien... Al fin descubrió el secreto de nuestra canción.  —Sonríe. — Fue maravilloso...

—¿Te gusta?

Mi pregunta la toma por sorpresa, lo sé por cómo abre los ojos.

—Bueno... — Juega con el tenedor entre sus manos, nerviosa. —Sí, es un buen tipo.

—Eso no contesta mi pregunta.

—Tengo que conocerlo más para poder responderte, pero hay algo que no puedo negar... Se ganó una parte de mi corazón al ir al hospital y dejar todo para verme.

Siento un tirón en el pecho, ese que se siente cuando te duele algo. ¿Por qué no dice lo mismo de mí? Yo estuve con ella desde el día uno, la tuve en mis brazos, le lloré hasta desesperarme y sentí que la vida se me iba con ella, ¿Por qué solo se fijan que él estaba ahí?

—Sabes que te quiere mucho, igual o más que nosotros.

—Nadie me querrá más que ustedes — Sonríe con seguridad, y es que es así, nadie la querrá más que nosotros. Bueno... Más que yo.

El resto de la tarde la pasamos haciendo limpieza y hablando de cosas equis, hasta la hora de la comida que Jota llegó y que Ana nos avisó que Helián viene a quedarse a dormir.

—Hay que hacer noche de películas otra vez. — Sugiero.

—Yo digo que sí — contesta desde la cocina. —, pero ven a ayudarme.

Voy hacia donde está y le ayudo a terminar la comida. Todavía le cuesta trabajo hacer algunas cosas, es normal, pero no hace caso cuando se le dice que se quede quieta un rato.

Parecía nerviosa, como si estuviera esperando algo, porque tampoco deja de ver el reloj. ¿Está así por Helián? y descubro que la posible respuesta es sí, así como también descubro que no quiero estar aquí para verlos. Claro, tampoco puedo irme así como así, por lo que me quedaré con ellos un rato más.

Pero yo también estoy ansioso, triste y muy desilusionado, no quiero ver a nadie...

Me quedé un rato más luego de que llegó Helián, pero a media película le aviso a Ana que voy a ir a caminar, esperando que no descubra mi mentira, y que tampoco me descubra a mí en el bar que está a la vuelta de la esquina.