Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 23

Daniel

El reloj marca exactamente las dos de la mañana y nadie se ha ido, creo que no lo harán hasta que la pasen a piso y, cuando eso pase, yo me quedaré con ella. Justo a los minutos llega el doctor.

—Ya está... Tuvimos que hacerle un lavado estomacal, tomó gotas para dormir sin diluir, eso le provocó el desmayo. 

Por un momento pienso en muchas preguntas que parecen no tener respuesta. ¿Por qué intentaría terminar con su vida? Ninguna de las respuestas me parece convincente...

—Lo mejor será que alguien se quede con ella hoy y que mañana cambien. Tenemos que esperar unos días para poder llevarla a casa.

—Yo me quedo. — Respondo, sin pensarlo.

—¿No crees que deberías irte a descansar, hijo? — Me pregunta su papá.

—No... Quiero quedarme con ella, que me vea aquí cuando despierte.

Muy a regañadientes, me dejan quedarme. Mi mamá regresó un ratito después a traerme unas cobijas y ropa limpia... Mi camiseta se manchó cuando traíamos a Ana en el coche, y apenas me voy acordando...

Su cuarto está en el tercer piso y subo con ella luego de que mi mamá se va. Jota me dijo que viene mañnana temprano.

La verdad no sé si estoy preparado para lo que voy a ver. No sé si me encontraré con mi chica de sonrisa bonita, o si lo que está en la cama es solo lo que queda de ella. No quiero abrir la puerta, pero tengo qué, así que cierro los ojos tan fuerte como puedo... Casi tan fuerte como el miedo que siento.

Cuando la abro, mi miedo incrementa. Mi adorada Ana está vonectada a no sé cuantos aparatos... Uno lleva el ritmo de su pulso, otro le administra suero y también hay un tubo en su bosa que le lleva oxígeno a los pulmones. 

No hay expresión alguna en su rostro. Sus ojosestán cerrados... De pronto disfruto creer que solo está dormida y que hace unas horas no estuvo batiendose entre la vida y la muerte, y con eso estoy bien...
Siento el corazón tranquilo por verla, porque sé que pronto va a despertar y yo voy a poder decirle que no quise herirla... Y que necesito abrazarla con todas mis fuerzas.

Me siento mucho más tranquilo estando aquí, y es que toda mi serenidad se basa en que ella esté bien.

Me acerqué silenciosamente aunque probablemente no se despierte ahora, jalo el sillón reclinable que hay en una esquina y me recuesto a su lado. Ya pasan de las 2:30, pero no tengo sueño, solamente quiero quedarme aquí y verla dormir hasta el amanecer.

No sé qué me pasa, es algo que no conozco... Se supone que debería estar al pendiente de Romina, pero no he tenido tiempo siquiera para pensar en ella. Solo quiero quedarme aquí y ver a Ana

No sé lo que siento cuando la veo, pero es como si tuviera algo apretándome el pecho y una corriente eléctrica que recorre desde mi estómago hasta mis piernas. Con Romina no me pasa eso... No sé qué es.

Tomo cuidadosamente su mano; su muñeca está cubierta por un denso mensaje que me hace recordar el que le puso mi mamá para detener la sangre. Esto no debió pasar y siento que es culpa mía...

Acerco su mano lentamente y con mucho cuidado a mis labios y dejo un beso en ella. El doctor nos dijo que nos escucha, así que voy a intentar hablarle o algo... Hay una canción que le gusta mucho...

—Más prendido que el sol, más oscuro que la negra noche... — Canto, bajito. —Más profundo que el mar, más absurdo que la realidad... — La garganta me duele por querer llorar. —Más ardiente que el fuego infernal, más inmenso que la eternidad... Así es el vacío que se siente cuando tú no estás...