Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 20

Daniel

—La mamá de Ana murió.

—¿¡Cómo!?

—¡Lo que oíste! ¡Vístete! Nos vamos en media hora.

Me levanto de la cama como pinche loco, a duras penas me visto  y acomodo mi maleta. Tengo que llamar a mi mamá para avisarle que vamos para allá y que nos deje quedarnos en la casa.

—Hola, hijo... — Me contesta, triste.

—Mamá, ¿Qué pasó?

—Nada más dejó de respirar...

—Vamos para allá, ¿Podemos quedarnos en la casa?

—Sí... Pero ya tiene mucho que no vienes, no hemos limpiado tu cuarto.

—Ay, mamá, hablas como si tuviera meses de no ir.

—Más de un mes, Daniel... Pero sí, aquí pueden estar.

—Gracias... Allá nos vemos. — Cuelgo.

Salimos del depa a las 10:30 exactas. Smoke y Diego nos van a alcanzar en la terminal de autobuses.

La neta se me hizo una jalada lo que mi mamá me dijo. ¿A qué chingados viene si voy o no voy? Lo importante es que lo estoy haciendo, ¿no? No como Ana... Su mamá pudo haber tenido un mejor cuidado si ella hubiera estado allá más tiempo.

El autobús salió como a las 11:30... Todos estamos en extremo nerviosos y es muy comprensible... Personalmente estoy molesto, mucho... Esa maravillosa mujer siempre me recibió en su casa como un hijo más y me lo dijo muchas veces... Me parece increíble que se haya ido tan pronto...

La neta el camino se me hizo bien pinche eterno y todo empieza cuando entrando a la ciudad nos topamos con la casa de Gloria. Está igual que la última vez que vinimos... Su ventana está abierta y hay una cortina blanca volando por el aire, junto con el listón del mismo color que dejaron en su balcón desde el día que se fue. Jota no pudo evitar llorar al verlo, más porque juró que nunca volvería a pasar cerca de esa casa desde ese día.

Una vez que llegamos a la terminal de Toluca tomamos un taxi que nos dejó exactamente en mi casa. Los muchachos se adelantaron con Ana, pero yo fui a buscar a Tamara y a mi mamá y no hay nadie... No recordé que es viernes. Tamara debe estar en la escuela, así que salgo  y voy a casa de Ana, donde encuentro a mi mamá y a su papá.

—Hijo...

Mi mamá se levanta como rayo de su lugar y me abraza. No le niego el gesto y dejo que llore un poco en mi hombro, la suelto cuando está más tranquila y luego voy con el papá de Ana a darle el pésame, como lo hacen todos.

—Gracias por venir... A Ana le hará muy bien verlos... No tarda en bajar...

Justo como dijo, Ana bajó como a los 10 minutos, pero no es la misma de siempre... Su cabello mojado sin cepillar está hecho una maraña, sus ojos están apagados, no hay nada de la Ana que nosotros conocimos, pero la cara le cambió cuando nos vió.

No sé si me golpeó el orgullo o qué fue lo que pasó, pero sentí una opresión muy cabrona en el pecho cuando pasó de mi para abrazar a Smoke. ¿Por qué a él? ¿De qué privilegios goza éste cabrón? No sé cómo dice que me quiere tanto y ni me pela.

Llegó conmigo al final y no pude evitar abrazarla. Aunque aún tengo mis dudas, se merece un abrazo.

Fue por poco tiempo. Me soltó rápido y luego regresó a abrazarse de Diego.  En verdad no sé de cuándo a acá éstos weyes gozan de más privilegios que yo.