Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1

Capítulo 10

*Al otro día*

El día empezó de la manera más normal que pude lograr. Me levanté a despertar a los muchachos porque tenían que estar listos a las once para el brunch previo al gran evento, donde ellos ocuparían una de las mesas de los nominados y tenían que prepararse bien, puesto que al final del brunch debían moverse al lugar de la premiación, esperar su turno y luego pasar a la alfombra roja. Será un día de no parar ni un minuto. Tengo que pasar cada momento con Daniel, pero espero que Jota y Rodrigo pudieran haber oído la discusión y de esa forma evitar preguntas y explicaciones incómodas que no quiero dar.

Con todo y que en ratos no puedo dejar de llorar, me apresuré. El traje que voy a usar es color rojo, lo mandé a hacer a juego con el de Daniel, el mismo estampado y diseño, pero ya no me emociona usarlo. De hecho me lo puse solo porque ya no tengo opciones.

Me arreglo y hago todo lo previsto para ese día y, para mi sorpresa, ellos ya estaban esperándome abajo, en el lobby del hotel. Romina va del brazo de Daniel como sanguijuela y ocupando mi lugar, luciendo un atuendo poco apropiado para la ocasión, un vestido casi transparente... No se ve mal pero no es de mi agrado. Ella no va de acuerdo con Daniel. Él luce elegante, acorde al evento; ella simplemente no lo hace.

Todo esto lo pensé mientras los miro desde las escaleras, y recordé todas las veces que imaginé una escena parecida: yo del brazo de Daniel bajando las escaleras...

El ruido de mis tacones llama la atención de todos, así que Jota y Rodrigo caminan hacia el final de las escaleras para esperarte y el ojiverde me ofrece su brazo. Todo parece sacado de alguna película.

—Te ves preciosa —dice Rodrigo abrazándome suavemente.

—Gracias —Sonrío y volteo a ver a Jota sin soltar su brazo—. ¿Listo?

—Más listo que nunca —Sonríe y mira a Diego y a Daniel—. Vengan, acérquense un momento...

Los más jóvenes avanzan, Romina pegada a Daniel.

—¿Nos permites? —Le pide Daniel y yo lo agradezco en silencio—, este es un momento de familia...

Siento cómo hace énfasis en la última palabra y cómo me voltea a ver cuando la pronuncia, pero lo ignoro, igual que ignoro la risa de Romina al alejarse.

—Bueno —Comienza a decir Jota cuando ya están todos—. Ya estamos aquí, y aunque no ganemos, siempre podremos tener ésta experiencia...

—Claro que van a ganar —digo limpiándome las lágrimas que comenzaban a salir—, tienen todo... Se tienen a ustedes mismos...

—Y te tenemos a ti —Oigo decir a Rodrigo.

Suspiro y te preparas para el último pensamiento que voy a expresar. Fue el que me hizo llorar.

—Gloria y Atenea estarían muy orgullosas, como yo lo estoy —Sonrío entre mis lágrimas—, Y... Ganen o no, son lo mejor que pudo haberme pasado jamás.

Todos sabemos lo que significaron en nuestras vidas y lo importante que había sido nombrarlas.

Para terminar, tomo las manos de Jota y Rodrigo entre las mías.

—Y también quiero que sepan que yo los amo tanto como los amaron ellas... Ustedes son mi familia...

—Ven acá, tonta.

Jota me toma del brazo y me jala para envolverme en los suyos. De pronto, todos se unieron en un precioso abrazo lleno de lágrimas, nostalgia y amor.

—Bueno —Sonrío limpiando mis ojos.—, creo que deberíamos apresurarnos.