Capítulo 42

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Daniel

Me siento mucho más tranquilo ahora que pude verla y todo lo demás. Me llevé un buen golpe, pero valió la pena.

Llegué al depa a hacer lo de la última semana: estar en su cuarto todo el día. Al entrar encuentro todo tal como lo dejé, la caja en el suelo, las fotos Y el diario abierto en la cama, pero a pesar de esto creo que todo está diferente.

Recojo todo y lo pongo en la cama, trato de acomodarlo como estaba y mientras lo hago siento que en estos diez años he hablado muy poco con ella, que casi no la conozco y que estoy a mucho tiempo de comprender lo que pasa. No sé cómo haré lo que le dije, nunca había intentado ganarme el corazón de nadie y ella se lo merece, así que si es necesario darme de putazos contra la pared buscando ideas, lo haré sin pedos.

El disco se detuvo, lógicamente, creo que estuvimos mucho rato afuera y se terminó la grabación, así que pongo otro en el que la primera es la inigualable melodía de su canción favorita. No pasa mucho tiempo para que me sienta identificado con la letra me encuentro en ella y al mismo tiempo me parece poética.

“Más prendido que el sol, más oscuro que la negra noche; más profundo que el mar, más absurdo que la realidad; más ardiente que el fuego infernal, más inmenso que la eternidad, así es el vacío que se siente cuando tú no estás...”

Mis dedos teclean lo más rápido posible, dee hecho tuve que regresar dos veces la canción para poder escribirla. Me aseguré de que estaba bien escrito y se lo envié mientras cantaba la canción viendo la pantalla esperando su respuesta. Dos palomitas azules y un corazón, pero por ahora con eso es suficiente.

Con una sonrisa busco una hoja en blanco en cualquier parte hasta que las encuentro en su cajón y escribo en letras grandes y con tinta roja: 8 de diciembre, 2022 inicia la historia de Ana Sofía y Daniel.

Le tomo una foto y se la mando en respuesta.

Ya deja mi diario en su lugar.
Ana, 8:38

Será un bello recuerdo de esta historia.
D

aniel, 8:39

¿Qué historia?
Ana, 8:42

La nuestra, la que está por comenzar.
Daniel, 8:43

No te conocía tan optimista
Ana, 8:44

Es que solo tú sacas lo mejor de mí.
Daniel, 8:45

Deja la cursilería, de nada te va a servir.
Ana, 8:46

¿Por qué sigues contestando, entonces, preciosa?
Daniel, 8:48

Mera educación.
Ana, 8:49

Te amo
Daniel, 8:50

Nuevamente recibo un corazón, esto no va a ser nada fácil, pero nada me importa, solo quiero estar con ella, aunque sí debo pensar en algo, pero bien dice mi mamá, dos cabezas piensan más que una, así que espero un rato hasta que Jota llega.

—¿Cómo te sientes? —Pregunta.

—Bien, muy aliviado.

—Te llevaste un putazote, ¿verdad? —pregunta señalando mi mejilla.

—Sí, pero valió la pena... Tenías razón.

—¿En qué?

—En que hubiera sido una lástima no ir a buscarla.

—¿Y qué piensas hacer ahora?

—De eso quería hablarte. De hecho, le dije que haré lo que sea y ahora no sé qué hacer.

—¿Como de qué o qué?

—No sé, pero tengo que hacerlo rápido antes de Navidad si es posible, o para su cumpleaños.

—Pues piénsale, wey.

—Quería que me ayudaras a pensar.

—¿Tan wey estás?

—Creo que sí.

—¿Ya pensaste en algo, siquiera?

—No, aún no.

—¿Y qué esperas? ¿Que se te ilumine el cerebro por obra del espíritu Santo o qué?

—Pues no, pero creo que necesito ayuda.

—Pienso tantito, igual y te funciona seguir cantándole su canción favorita a la pantalla.

Y entonces, el cerebro, como dijo él, se me ilumina.

—Lo único que sé hacer es música.

Jota aplaude como alabando lo que acabo de decir. —¿Y querías más?

—Ayúdame —sonrío.

Abre los brazos y me recibe en ellos. —Ya no le vuelvas a cagar, cabrón. —Sonríe cuando nos vemos el abrazo.

—No, ya no. —me río y salimos de su cuarto luego de tomar más hojas y unos lápices, se las devolveremos luego.

Si decido esperarte •|Daniel Gal|• SAGA WIPLASH #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora