HEARTSTOPPER《 ONE SHOTS 》

48° |Crisis Y Reencuentros|

●Parte 3●

                 ~Narrador: Charlie~

Transcurrió una semana sin ver a Nick, realmente fue demasiado angustiante. Le pedí por favor a mis padres si me dejaban ausentarme unos días al instituto, ya que no tenía ánimos de ir. Ellos accedieron comprendiendo.
Más por el hecho de que no estaba mal en las calificaciones, así que no me perjudicaría tanto.

Solo fui un día, y por obra del destino me terminé cruzando a Nick en el almuerzo, no pudimos evitar chocar miradas. Pero lo evité enseguida, para así poder seguir mi camino. No estaba con ánimos de hablar con nadie, así que como en los viejos tiempos me dirigí al salón donde solía almorzar solo cuando no tenía adónde ir.

—¿Puedo almorzar contigo? —habla una voz tomándome por sorpresa. Observo hacia la puerta, se trata de Ben.

—¿Qué haces aquí?
—pregunto curioso.

Se encoge de hombros.
—Noté que no estabas en el comedor, y recordé que solías venir aquí...
—hace una leve mueca, llevaba consigo una bandeja—¿Puedo? ¿O prefieres estar solo?
—vuelve a preguntar refiriéndose al almuerzo.

Bueno, a decir verdad, después de lo que había ocurrido con la golpiza que recibió Nick hace semanas, mi perspectiva hacia Ben había cambiando un poco. A mi vista ya no era el mismo tipo cruel que se había burlado en mi cara sobre mis sentimientos, ahora parece algo cambiado. Sus acciones me lo habían demostrado, así que no podía negarle un simple almuerzo.

Además, no significaría nada. Tengo en claro que a pesar de todo, solo tengo a una persona en mi cabeza, compartir un momento con Ben no tenía absolutamente nada de malo.

¿No?

—Claro, pasa. El salón no es mío.
—digo bromeando, pero con los ánimos por el subsuelo.

Ben sonríe levemente ingresando sentándose al frente de mí.
—Pero es tu lugar de escape tengo entendido.

No digo nada.

—Recuerdo las veces que almorzamos juntos aquí, era agradable. —continúa bebiendo de su jugo.

—Para mi no lo era, estábamos aquí porque no querías que nadie nos vea juntos.—suelto sincero.

Se pone serio e incómodo de repente, como recordando esos momentos.

—Tienes razón, eso no estuvo nada bien.—hace una leve mueca algo cabizbajo.

—Lo siento.—digo rápido— No quise ser grosero.

—El único que debe disculparse constantemente soy yo, así que no te preocupes.—me observa directo a los ojos, esquivo su mirada intentando comer algo.

Parece notarlo así que suelta una tos algo irónica volviendo a hablar:—¿Y por qué no estás en el comedor con los demás?

Suspiro.—Quería estar un poco solo.

—Y yo aquí molestando, si quieres estar solo por favor dímelo.—sonríe de forma tímida—No hay problema.

—Si así fuera te lo hubiera dicho desde un principio.—niego con la cabeza bebiendo un poco de agua.

—Claro.—sonríe de forma tímida.

Un silencio incómodo nos invade de repente, creo que para él tampoco es común que de repente estemos los dos solos compartiendo un almuerzo como si nada, después de todo lo que había ocurrido. Tampoco podíamos hacernos los tontos.