Aquel Día

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Vez las cosas de otros y las quemas!.

Desde que empezó el año dejaste de ser una buena amiga.

Vamonos, talvez le interese venir con nosotros después.

Porfavor White guarda silencio.

Solo sabes decir sobre ti?.

Tramposa.

Que tontería, acaso se te quemo el cerebro!?.

Testaruda.

¡Déjanos en paz!

Solo causas desastres.

Tonta

Deja de pensar en tu misma!

Lo que dices no tiene sentido.

Aburrida.

Bla Bla Bla y Bla, di algo útil!.

Lo niños eran crueles, eso decía su vecina, creyó que podría negarle eso, e hiba bien desde que inició la escuela, pensó que dentro de 14 años más podría decirle en la cara que se equivoco, que los niños no deben ser realmente malos y ella sabría como hacerlo.

Pero eso ya no es posible, ya no podía hacer eso, porque al final del día, ella tuvo razón.

-COMO ES POSIBLE ESTO!

el grito de la oficina de su madre le alertó, estaba sentada en una silla de espera. Mientras su madre seguía gritando ahí dentro.

-MI HIJA SE LLEVAVA BIEN CON ESOS NIÑOS! EMILY ERA COMO SU MEJOR AMIGA!

Aquel nombre le hizo apretar los ojos y frotarselos para no llorar.

Solo... Ahg!! Suerte White.

Porque no podía quedarse quieta? Si solo no hubiera querido.... Llamar la atención... De ella, talvez, solo... Talvez seguirían ciendo amigas, pero eso ya no es posible, y no podría mirarla a la cara.

-de verdad lo siento señora Luz, las cosas simplemente parecieron no funcionar, no puedo meterme en las relaciones personales de los niños, la cite para que recogiera a white, después de lo sudedido no quiso seguir en clases, por lo que aquí estamos.

Luz:... -suspiro- yo hablaré con ella -se tomó del puente de la nariz- gracias director, yo me retiro.

-no hay de que señorita.

La mujer abrió la puerta, y al voltear a mirar a su hija, la encontró boca abajo sentada, frotaba sus manos y jugaba con sus dedos.

Le dio un leve toqueteo en el hombro y le ofreció la mano, la cual agarro, para llevarse a su hija a la casa sin querer estar ahí más tiempo por ahora.

Luz:... Te he dicho que no quemaras cosas aquí, menos los materiales de otras personas.

White: lo sé.... Lo siento -sin mirarla, solo se disculpo.

La actitud de ella era algo preocupante para la mujer, cuando ella cometía un error, solía excusarse o explicar lo sudedido lo mejor que podía, pero ahora, solo agachaba la cabeza y asumía la culpa.

Me Subestimaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora