Capítulo 63 💎

142 13 1
                                    

Eugenia se sentía extraña al volver a la que fue su casa. Cuando ella decidió irse, fue para que Lali no estuviera incómoda. Ahora ella había vuelto porque Lali se lo pidió, querían intentar volver a rescatar la amistad que tenían cuando eran unas niñas y más cuando eran hermanas. Cuando eran pequeñas siempre había querido que Lali fuera su hermana, se sentía bien tenerla cerca, siempre la comprendía cunado se sentía mal. Dejó que todo eso se arruinara por la palabras mal intencionadas de una mujer que solo buscaba conseguir su propósito. Le dolía saber que esa mujer a pesar de todo le sentía un gran cariño, destruyó su vida. Mató a su madre y no confirmé mató a su padre. No solo eso también acabó con muchas vidas de otras personas que eran inocentes. Saber que Gastón sin tener nada que ver murió a causa de ese odio que sentía Luisa por Lali. No podía creerlo. Se sentía tan mal, tal vez si hubiera mandado a Luisa a la cárcel cuando se dio cuenta que intentó acabar con la vida de Lali. Pero el hubiera no existe y ella bien lo sabía y dejó que su odio la cegara. Sí ella la hubiera detenido a tiempo, nadie más hubiera sido asesinado por causa de Luisa. Pero, el hubiera ya no es posible y a pesar de todo ella tenía parte de culpa por todas esas muertes.

Sentía como sus lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Sentía una culpa muy grande, ya que dejó que una mujer loca de tanto odio, hiciera mucho daño. Apretó sus manos en la tela de su pantalón para intentar calmarse.

— Cariño. — Eugenia giro la cabeza al escuchar la voz de Nico que estaba parado a la par de ella viéndola preocupado. — ¿Estás bien?

— Yo.... Sí lo estoy. ¿Que estás haciendo aquí?

— Vine a avisar que me encontré con Luisa.

— ¿Qué? ¿Estás bien? — lo miró preocupada.

— Lo estoy. No te preocupes. — se sentó a la par de ella. — vine a buscarte y me dijeron que estabas aquí afuera. ¿Como te sientes?

— Estoy bien, ya te lo dije. Pasa que no quería seguir en cama, estoy cansada. Así que vine a sentarme aquí afuera viendo el hermoso jardín que hay en la casa. Pero mejor dime qué quería esa mujer contigo.

— Quería que la ayudara acercarte a ti y alejarte de Lali. La verdad esa mujer está muy mal de la cabeza. Cuando vio que no pensaba ayudarla, huyó. Ya hablé con el policía a cargo del caso. Dijo que haría todo lo posible por encontrarla pero, ahora más que nunca iba a tener a alguien cerca de la casa ya que Luisa intentará acercarse a ti.

— No quiero esa mujer se acerque, Nico.

— No lo va hacer y más cuando tendrás policía vigilando aquí. Te juro que no dejaré que ella se acerque a ti. — la tomó de la mano. — ahora más que nunca fue lo mejor que hubieras venido a vivir aquí, hay más personas que están cerca de ti y Luisa no podrá acercarse.

— Gracias. ¿Como va todo con los hoteles? Además ahora que también estás con la naviera.

— Muy bien. — sonríe. — tengo un nuevo terreno para construir otro hotel. Hablando de eso, creo que no seguiré yendo. — Eugenia lo mira atenta. — pasa que con los hoteles tengo que viajar y estar en la naviera no me da mucho tiempo. Dejaré que Peter se haga cargo de todo y cuando me necesite para alguna junta iré. Yo solo pensaba vengarme de los Lanzani quería destruir todo lo que tenía. Pero, todo eso cambió y más cuando sé que Mery pensó en mí, dejando su parte. No era justo que yo destruyera lo que ella me había confiado. También me di cuenta que Peter no era lo que yo creí, sé que es un buen tipo y sabe lo que hace así que dejaré que él se haga cargo de todo.

— Ese lugar es la vida de Peter y hacer bien en confiar en él. Me alegro que hayas dejado la venganza aún lado. Yo más que nadie sé lo que ocasiona vengarse y destruye a uno mismo en el proceso. Por cierto Peter y Lali se comprometieron.

Guerra de diamantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora