Capítulo 38.💎

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Lali no dejaba de morderse las uñas. Había llegado a la casa, esperando que Peter apareciera y tocara la puerta. Ella estaba segura de contarle todo y dejar atrás su venganza. Lo amaba con todas sus fuerzas, eso era más importante que la venganza. Ella no quería perderlo, no quería que Eugenia se casara con el único hombre que la hizo sentir por primera vez lo que era estar enamorada. Peter era todo para ella, no podía perderlo. Debió haberlo hecho mucho antes contarle todo y no comenzar una venganza en contra de Julia y Eugenia. Tal vez ellos ya hubieran estado casados felizmente. El único que le daba tristeza era hablar con Gastón y decirle la verdad, pero lo haría cuando ella y Peter estuvieran bien.

Se puso de pie y miró el reloj y las horas pasaban, pero Peter no aparecía. Cada vez lo nervios eran más fuertes y su mente no dejaba de pensar: «¿Vendrá?» «estará con Eugenia en este momento» «no vendrá, él no vendrá»

Sentía como su corazón iba latiendo rápidamente, sus ojos se llenaron de lágrimas que no iba a botar. Esperaría, todavía tenía tiempo. Peter tenía que venir. Él tenía que aparecer para que ella le contara todo.

— Tienes que venir Peter. Necesito que vengas......

La noche llegó y Lali quería llorar. Peter no pareció y ahora ella estaba segura que lo perdió. Escuchó la puerta sonar y se puso de pie rápidamente. Corrió hacia ella y con el corazón latiendo rápidamente abrió y soltó el aire que no sabía que tenía contenido y lo vio. Peter estaba frente a ella serio, no mostraba ninguna señal de alegría a verla.

— No iba a venir, pero fue más fuerte mi curiosidad. No entiendo nada y porque querías que viniera. Nada de lo que me digas va hacer que cambie de opinión.

— Por favor pasa. — dijo quitándose. Peter entro y la miró atentamente. — ¿Quieres algo de beber?

— No. Lo que quiero es que me digas que es lo que quieres y así puedo irme antes que se haga más de noche.

Asistiendo caminaron hacia la sala. Nerviosa Lali le pidió sentarse y no sabía cómo iba a comenzar, pero tenía que hacerlo.

— No puedes casarte..... — fue lo primero que dijo con un nudo en su garganta. — no amas a Eugenia y.....

— ¿Qué sabes tú? Puede que siempre la ame.

Lali negó varias veces.

— Entiendo que te hice daño..... Pero tienes que saber que tenía mis motivos.... Peter yo te amo, de verdad lo hago, eres el único hombre que ha despertado en mí ese sentimiento.

— ¿Te estás escuchando? — la miró molesto. — maldita sea, estás con mi hermano, ¡Mi hermano! Carajo, me estás diciendo que me amas cuando estás con él. ¿Sabe Gastón todo esto? — Lali no dijo nada. — no claro que no, no lo sabe porque todo en ti en solo engaños.

— Mi amor hacia ti, no es un engaño. Yo voy hablar con Gastón, le diré lo que siento por ti.

— ¿Por qué ahora? Porque me voy a casar con Eugenia, eso es ¿no?

— No.... Peter escucha, tengo un motivo muy grande por la cual actúe como lo hice.

— No voy a escuchar ese motivo. No hay motivo para jugar con mis sentimientos y lo peor jugar con los de mi hermano. Fue un error haber venido. — se puso de pie, pero Lali se puso frente a él.

— Peter por favor..... no puedes hacerlo, nos amamos, por favor no te cases con Eugenia... Por favor dame una oportunidad, podemos comenzar de nuevo, vámonos de aquí y seamos felices. Yo te amo, eres todo para mí.... Por favor dame una oportunidad. — se acercó a él poniendo sus manos en su pecho. — te amo con todo mi ser, eres el único para mí......

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