Capítulo 26. 💎

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Los días pasaron y Lali estaba muy concentrada en su primera colección. Estaba muy emocionada porque faltaba poco para lanzarla, estaba segura que iban amar, porque su estilo es fresco e innovador.

Estaba frente al espejo viendo el vestido que había hecho para la fiesta de Julia. Quería que todos quedarán con la boca abierta cuando la vieran entrar en brazos de Gastón. Estaba esperando que Eugenia se fuera para mandarle un mensaje a Gastón para que viniera por ella. Esta noche sería la primera estocada que le daría.

Quedó viendo su vestido y era perfecto para ella. Escucho la puerta de la habitación de Eugenia y rápidamente fue hacia el balcón y esperó a verla salir. Cuando lo vio no pudo evitar sonreír, Eugenia nunca iría con un vestido feo o pasado de moda, siempre tenía que ir bien y que fuera la mirada de todo.

También no podía evitar sentirse insegura. Porque cuando la vieran entrar con Gastón, ya no iba haber vuelta atrás y él ya formaría parte de su venganza. Él era un buen hombre y le ha demostrado que la quiere, aunque lo comenzó a querer, pero solo lo quería como un amigo, nada más. Su corazón ya le pertenece a Peter y eso nadie iba poder cambiar.

Se terminó de retocar el maquillaje y le envío el mensaje a Gastón para que viniera por ella; después de una hora, le cayó el mensaje avisando que la estaba esperando afuera. Agarrando su bolso de mano. Salió del cuarto y comenzó a bajar las escaleras. Hoy todo el mundo sabría que ella estaba saliendo con Gastón. Julia iba a pagar por todo el daño que le ha hecho y Eugenia sería la siguiente en su lista.

Llegando a fuera; mostró su mejor sonrisa.

— Estás hermosa mi amor.

— Gracias, tú no estás mal.

— Seré la envidia de todos los hombre está noche y por fin todos sabrán quién es la mujer que me ha robado el corazón.

Es lo que ella estaba deseando presenciar todas las miradas de asombro de la cara de sus dos enemigas. Gastón la ayudó a subir al auto y después subió él arrancando.

«Hoy entraré a la casa de la mujer que me dijo que nunca me iba aceptar. Prepárense porque mi venganza está comenzando.»

Cuando llegaron a la casa, Lali vio muchos autos y personas entrando. La señora Lanzani sabía cómo dar fiesta y darse a conocer muy bien en la alta sociedad. Salieron del auto y Gastón le ofreció el brazo y ella entrelazó con el suyo.

— ¿Nerviosa? — preguntó él.

«No» — La verdad es que sí. Es que tu familia me odia y cuando sepa de lo nuestro se volverán locos. Ellos no me van aceptar y sabes lo que pasó con tu hermano y será peor. La verdad sería mejor que nos fuéramos.

— Mi amor. — se detuvo poniéndose frente a ella. — no me importa lo que ellos piensen o digan, lo primero para mí, eres tú. Si mi hermano o mi madre no te aceptan no me importa, porque solo yo tengo derecho a elegir a la mujer que yo quiero, yo te ya te elegí a ti. No voy a cometer el error que hizo mi hermano, yo no voy a dejar que nadie ni siquiera mi familia, me aparte de la persona que yo quiero.

— Gracias mi amor. Ya estoy tranquila, podemos entra.

Eugenia estaba feliz de estar junto a Peter, por fin ella y Julia habían conseguido que él ya no quiera a Lali.

— Julia que fiesta más espectacular, todo el mundo va hablar de este día.

— Gracias cariño. Quería que este día tan especial fuera el mejor.

— Mi madre sabe cómo hacerse notar.

— Ay hijo. Lo dices como si fuera lo peor.

— No es lo peor mamá. Solo que pensé que sería algo con poca gente, pero aquí está casi todo el mundo.

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