Eugenia se despertó con el mejor de los ánimos. Ayer fue uno de los mejores momentos de su vida, acabó con la estúpida de Lali y la dejó en ridículo. Dónde todo el mundo debe estar burlándose de la pobre chica que la quiso copiar.
— Buen día señorita... — Luisa entró con su desayuno. — todos los programas de moda hablan de usted y lo mejor es que la revista igual hablan de usted.
— Es natural. — se sentó y bebió un poco de jugo. — ¿ésa ya se despertó?
— Sí, desde hace rato se fue iba con una cara de derrota. Me tomé la libertad de dejarle unas cuantas revistas para que ella las vea.
— Hiciste bien. Ella debe aprender que su lugar es estar muy abajo de mí. Nunca ella se va comparar conmigo.
— Ella no le llega ni a los talones mi señorita. Aunque me enojó que la hubiera golpeado.
— Pero no es nada comparado a lo que yo le hice. Déjame sola que necesito hacer una llamada, y llévate el desayuno solo me tomé el jugo.
Asistiendo Luisa tomo la charola y salió del cuarto dejando sola a Eugenia. Agarró su celular y se fijó que tenía varios mensajes dándole felicitaciones. Uno era de Julia en donde le decía que consiguió poner en su lugar a esa mujer, y otro era de Alexandra. Ella le avisaba que Lali fue despedida y también en donde se despedía porque se iría. Eso no le importó ya que lo único que le importaba era terminar de acabar con esa mujer y lo estaba consiguiendo. Ahora sólo le quedaba sacarla de su casa y luchar por la herencia. Ella no iba a tocar el dinero que por ley solo era a ella a quien le correspondía.
Mordiéndose el labio le llamó a Peter porque quería celebrar con él.
— Eugenia hola. ¿Cómo amaneciste?
— Muy bien mi amor. Estoy tan emocionada, a pesar de lo que esa mujer quiso hacer. Todavía no logro asimilar que tuviera la hipocresía de ir a mi desfile a querer humillarme.
— Eugenia, ella estaba segura que los diseños eran suyos.
— Lo único que deseaba ella era ponerme en ridículo, pero fue ella que se puso. Yo todavía no puedo creer que se haya atrevido a decir que yo, ¡yo! Voy a robarle diseños a ella. Eso fue lo más estúpido que pudo haber dicho, más bien fue ella quien me robó a mí. No quise hacerlo público, pero vos viste como me atacó, no podía dejar que me quisiera tachar de ladrona cuando era ella quien había robado mis diseños. Yo sé que ella lo que quería era dejarme en ridículo, pero no lo logró.
— ¿Por qué no me dijiste que ella te estaba robando? Eso no lo logro entender, dejaste que ella siguiera con los planes de su desfile.
— ¿A qué viene esa pregunta? Peter que estás intentando decirme....
— No estoy intentando nada, solo estuve pensando y si sabías que ella te estaba haciendo un desfile con tus diseños, ¿Por qué no la paraste antes?
— Te diré porque lo hice. Lo hice porque creí que ella se iba a detener, pensé que Lali no sería capaz de seguir con algo tan astros. Antes ella y yo éramos amigas, pero cuando me fui supe cosas que no me gustaron y preferí alejarme. Ahora ya puedes ver, ella lo único que quiere es tener lo que yo tengo. No pensé que ibas a seguir desconfiando de mi cuando te has dado cuenta lo que ella es capaz de hacerme.
— Tienes razón. Perdón Euge, solo, no importa. Discúlpame.
— No importa. Te llamaba para ver si salíamos a celebrar que mi desfile fue todo un éxito.
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Guerra de diamantes
Hayran KurguSinopsis: Lali Espósito, una chica amable, bella y bondadosa, pero humilde. creció en una de las mansiones más lujosas, donde su madre trabaja como cocinera. A pesar de que lleva una buena vida, no olvida que no es una mujer de dinero aunque viva en...