Guerra de diamantes

Capítulo 16: Oferta

Dedicado a NataliaBenedetti feliz cumpleaños.
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Ayer fue un día de muchas sorpresas. Haber ganado y ver la cara de Eugenia fue lo mejor que Lali pudo haber vivido, pero terminar con Peter, hizo que algo dentro de ella se rompiera. Nunca pensó que el amor que sentía por él era muy grande.

No pensarían eso. Tenía que dejar por terminado y comenzar a concentrarse en su venganza. Tenía que buscar la manera en entrar en el mundo de Eugenia. Claro, no iba a hacerlo con el apellido Suárez; todavía no estaba segura que supieran que ella era hija de Aníbal, tal vez nunca quiera que se supiera.

Su celular comenzó a sonar, sacándola de lo que estaba pensando y al tomarlo, no reconocía el número.

— ¿Hola? — contestó.

— ¿Con la señorita Mariana? — escuchó una voz que no reconocía.

— Sí, con ella está hablando. ¿Con quién tengo el gusto?

— Soy Liza Ross. Soy la secretaria de la señorita Ashley Benson.

— Espere, del taller de moda Benson, ¿de la señorita Ashley Benson?

— Así es.

— Es una broma.

— No claro que no. — escuchó que decía extrañada la otra persona. — nosotros somos un lugar serio. Le hablaba para comunicarle que la señorita Benson quiere tener una cita con usted, ya que ella vio sus diseños y quedó maravillada. Si puede, ella le gustaría reunirse, tipo a la onces, claro que usted quiera reunirse.

— ¿Está de broma? ¡Claro que quiero! Yo estaré a esa hora.

— Bien, la esperamos. Hasta luego.

Cortando la llamada. Lali no podía creer que esto le esté pasando, ese taller de moda era el segundo mejor del lugar. Aunque antes era el primero antes que Eugenia apareciera con sus diseños, pero si lograba estar en ese taller, ella logrará que sea el primero y él único. Si lograba eso, arruinaría por completo a Eugenia.

Viendo la hora. Decidió buscar que ponerse. Tenía que llegar presentable y mostrar que ella era capaz de estar en ese lugar. Estuvo buscando el atuendo adecuado y cuando lo encontró. Se fue a dar un baño; se bañó y después se empezó a alistar. Se secó el pelo, se cambió y después se hizo un moño que se viera presentable, se puso un poco de maquillaje y al final se puso una zapatilla de tacón. Se miró en el espejo y sonrió al ver lo diferente que se veía. Este iba a ser la nueva Lali. Tomando su bolso, salió del cuarto y pasó por la Floristería.

— Vaya, que elegante.

— Gracias Cande.

— ¿Dónde vas tan linda? ¿Te encontrarás con el hombre de ayer?

— No. Me llamaron del taller de moda Benson y quieren hacerme una entrevista. Si logro quedarme en ese lugar mis diseños serán mostrados. Te imaginas, yo como diseñadora de ese lugar.

— Sería un gran logro para vos amiga. Mucha suerte.

— Gracias amiga. — la abrazó. — Bueno tengo que irme, no quiero que se me haga tarde, con lo que estuve buscando que ponerme y en alistarme, si no me doy prisa llegaré tarde.

Despidiéndose de su amiga. Salió del lugar y caminó hacia la parada de taxis. Si lograba tener un puesto en ese lugar, comenzaría todo. Lograría demostrarle a la gran Eugenia Suárez, que ella era igual o mejor y sus diseños no eran una porquería.