Capitulo 21: Plan en marcha.

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Dedicado a NataliaBenedetti
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Poco a poco empezaron acercarse. Lali veía el deseo en los ojos de él, y ella debía estar igual. Deseaba besarlo, pero no podía hacerlo. Tomando todo la fuerza de voluntad que tenía, se separó de él; empujándolo.

— ¡Eres un idiota! — empezó a nadar hacia la orilla y poder salir. — no quiero que te vuelvas acercar a mí y lo digo de verdad. — salió y lo miró con odio. — yo hago de mi vida lo que quiero.

Peter salió de la piscina y la miró asistiendo.

— Ahora lo sé. Ya tienes todo lo que querias y ser una Suárez.

— Exacto.

Empezó a caminar y alejarse de él. No quería que viera las lágrimas que estaban empezando a correr por sus mejillas. Cada palabra que él de dijo, fue una daga para ella.

Entrando a la casa, agarró su bolso y se fue directamente a su cuarto y entró en el. Comenzó a sacarse la ropa y fue a darse un baño. Peter pensaba todo eso de ella; y cuando supiera lo que estaba por hacer.

«Es lo mejor» se dijo así misma. Tenía que seguir adelante con todo. No podía dar marcha atrás. Acercarse a Gastón sería la mejor venganza hacia Julia, era empezar una relación con él hijo que había vuelto. No sabía si lo que estaba planeando era lo correcto, pero no podía dar marcha atrás.

Se secó el cuerpo y poniéndose una toalla. Salió del baño y sentándose en la cama buscó su celular y le marcó a Gastón.

Creí que no ibas hablarme.

Estoy teniendo muchas cosas, pero quería pedirte si podemos vernos.

Claro.

Puedes pasar por la casa de Eugenia.

¿Allí?

Estoy quedándome aquí, y.... Quiero contarte algo que debes saber.

Está bien. Entre dos horas llego.

Gracias, estaré afuera esperándote.

Colgó y esperaba que Peter ya no estuviera. No quería que se enterara antes de poder hablar con Gastón. Debía hacer todo lo posible para conseguir que él confíe en ella y no crea en nada que le diga su madre o su hermano. Gastón tenía que confiar en ella plenamente y si debía contarle partes de la historia lo haría.

Buscó alguna ropa que la haría parecer linda, pero que no exagerado. Se puso un poco de maquillaje y se secó el pelo dejándolo suelto, un poco de perfume y estaba lista.

Guardando sus cosas en otro bolso. Salió del cuarto y empezó a caminar hacia la escalera. Pero se encontró con Luisa.

— Tienes que renunciar a los que el señor Aníbal te dejó. Tu no tienes derecho a nada.

— Soltó porque tú me lo dices voy hacerlo. — empezó a reír. — te va tocar, esperar sentada.

— Hablo enserio. — la tomó del brazo.

Qué manía de agarrarla siempre de esa forma. Soltándose, Lali dio un paso atrás y negó.

— No te metas conmigo, Luisa. Ahora puede echar de aquí. Esta casa ahora es mía y me está cansado tu manera de tratarme.

— La señorita Eugenia no permitiría....

— La señorita Eugenia no puede impedir que te eche. Esta casa es tan suya como mía y si no te quiero aquí, pues te vas. No me tientes. Estoy cansada de ti y tengo en mi cabeza todo lo que nos hiciste a mi madre y a mí. Ahora apartarte de mi camino. — habló duramente.

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