Capitulo 3: Secretos.

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Euge se levantó y acercándose al basurero tomó los diseños de Lali. Aunque le molestaba; no podía evitar ver que ella tenía talento, pero iba a destruir ése talento. Todavía le molestaba saber que Lali quería acercarse a ella. Tenía que ponerla en su lugar, sea como sea. Rompiendo los diseños los hizo bolitas y los volvió a tirar.

Acercándose a la mesita de noche. Agarra el celular y marcándole a su asistente.

Prepara a los nuevos pasantes. Cuando llegue, quiero entrevistarlos.

Sin esperar respuesta. Cortó la llamada y bajó, para comer. Al salir se sorprendió de ver todavía a Lali.

— Creí que te habías ido. — Lali dio un salto y giro a verla.

— Yo.... Solo, solo estaba....

— Deja de tartamudear. Odio a las personas que hacen eso.

— Señorita, quisiera demostrarle que puedo hacer lo que usted desea. — a escucharla Euge levantó una ceja. — Deme la oportunidad.

— ¿Crees qué puedes llegar al nivel que quiero? Me muestras unos diseños espantosos y crees que me vas a cautivar. — empezó a reír. & entiende, que nada de lo que hagas me va gustar.

— Puedo... Yo puedo. Te... Le aseguro que puedo hacer todo lo que me pida.

— Okay. — sonríe. — será mi asistente. — Lali quedó sorprendida. — me vas arreglar mi ropa y la que me pondré cada día. Si te pido traer algo, lo hará sin importar dónde tengas que ir. Puedes comenzar sacando la basura.

Sonriendo bajó las escaleras sin esperar una respuesta. Estaba segura que ella iba aceptar y le va encantar tener a esa chica a su disposición. Se sentó y Luisa le sirvió la comida. Tranquilamente empezó a comer; pensando en muchas cosas.

Lali estaba sorprendido ante la propuesta de Euge. Era algo bueno ya que estando cerca de ella le demostraría lo que era capaz de hacer. Limpiándose las lágrimas se sentía feliz. Entrando al cuarto iba hacer lo que ella le pidió, pero acercándose al basurero; la tristeza la volvió a envolver al ver sus diseños rotos. Temblando los tomó.

— No importa..... Haré otros mejores que a ella le va gustar...

Recogiendo la basura. Salió del cuarto y fue a botarla. Cuando estaba por entrar a la cocina escuchó como la llamaba Euge:

— Necesito que planches mi ropa. — dijo sin voltear a verla. — a parte quiero que vayas por una tela a la dirección que te daré después que termines.

— Sí señorita. Ahora lo hago.

Volviendo a subir nuevamente. Entró al cuarto y vio a Luisa sacar alguna ropa. Al verla ella se acercó; señalando la cama dijo:

— Esa es la ropa que la señorita Euge quiere que le planches. Cuidado de arruinar alguna de sus ropa. No sé como hiciste, pero te estaré vigilando. Sé lo que quieres Lali y no te vas a salir con la tuya.

— ¿Dé qué habla?

Pero Luisa la ignoró y salió del cuarto. Lali quedó extrañada ya que no entendió lo que ella quiso decir. Suspirando, mejor empezó hacer lo que Euge le ordenó; agarrando la ropa, fue al cuarto de planchado, empezó a hacerlo. El calor era insoportable y le faltaba mucho para terminarlo.

Secándose con el brazo la frente. Siguió hasta que terminó. Volviendo a llevar la ropa al cuarto; miró que Euge estaba sentada hablando por celular. Lali quedó maravillada de ver lo importante que ella se miraba, no se veía nada estresada. Guardó la ropa con sumo cuidado para que no se arrugara y miró con una sonrisa a Euge.

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