Lali estaba nerviosa. Haber leído en donde Nico Riera le decía que la vería en su hotel, hacia que todo el cuerpo le temblara. No sabía que era lo que él quería que ella hiciera, pero no había vuelta atrás, ya había aceptado algo que no sabía que era por el simple hecho de conseguir lo que deseaba.
Se vio en el espejo. Llevaba un vestido sencillo, pero se veía elegante. Se dejó el pelo suelto y se maquilló muy poco. Suspirando giro a ver a su amiga Cande. Había pedido que viniera ya que estaba nerviosa y necesitaba a su amiga.
— ¿Como me veo? — preguntó a su amiga.
— Te ves bien, pero sigo sin estar de acuerdo en lo que hiciste. Lali, aceptaste algo que no sabes que es. Puede ser que te pida que te acuestes con él o cualquier otra cosa.
Lali había pensando en esa opción, aunque no quería imaginarlo. Solo que al decirle su amiga que puede ser eso o cualquier otra cosa; le da mucho en que pensar. Suspirando camino hacia la cama y de sentó a la par de Cande.
— Lo había pensado.
— ¿Entonces? Puedes olvidarlo, además lo puedes hacer ahora, no hagas algo que después te vayas arrepentir.
— No pienso hacerlo. Es una oportunidad de oro lo que tengo. Eugenia se morirá de celos al saber que yo voy a presentar mi debut en el hotel que ella tanto desea.
— Pero no sabes a qué precio.
— Basta, Cande. Te llamé porque sabes todo lo que estoy haciendo, pero no para que me digas e intente que cambie de opinión. voy a conseguir todo lo que quiera sin importar el precio.
Cande solo negó y se puso de pie. Agarró su cartera y miró a Lali.
— No voy hacerte cambiar de parecer. Sos libre de hacer lo que quieras y la verdad me cansé de hacerte ver qué lo que haces estás mal. Pero bien no voy a decir nada más, suerte y espero que no te arrepientas de nada.
Salió del cuarto dejando a Lali sin que decir. Sabía que su amiga solo la quería cuidar, pero ella había tomado una decisión y no había vuelta atrás.
Mirando la hora en su celular. Miró que se acercaba la hora de la reunión y tomando su cartera, salió del cuarto. Bajando las escaleras se encontró con Luisa que la miró de arriba a bajo con una mueca. A pesar de todo todavía sentía ese nerviosismo al estar cerca de esa mujer. Siguió bajando las escaleras y pasó a la par de ella, la quiso ignorar, pero se detuvo cuando la escuchó decir:
— La zorrita queriendo hacerse la señora.
— ¿Como dijiste? — la encaró.
— No dije nada. Debería lavarse los oídos señorita. — la última palabra la dijo con ironía.
— Me estoy cansando de ti. Estoy cansada y no me importa que seas la protegida de tu niña Eugenia, pero si me sigues insultando, te aseguro que haré todo lo posible por sacarte de aquí. No sé te olvide que está casa es tan mía como de Eugenia. Así que no juegues con juego...
— La que está jugando con juego aquí eres tú. Te quieres parecer a mi niña Eugenia, pero no le llegas ni a los talones. Mírate. — la miró con asco. — con esa ropa no te favorece porque siempre serás la hija de una vulgar criada y no solo eso una cualquiera que se metió con el dueño de la casa sin importar que éste estuviera casado y tú sigues lo mismo pasos, eres una ligera de......
Lali no aguantó más y le dio una cachetada.
— ¡No más! Estoy harta de ti. Puedes hablar lo que quieras de mí, pero de mi madre no te atrevas a decir algo. No eres nadie, escucha bien. Nadie para decir algo de mi madre.
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Guerra de diamantes
FanfictionSinopsis: Lali Espósito, una chica amable, bella y bondadosa, pero humilde. creció en una de las mansiones más lujosas, donde su madre trabaja como cocinera. A pesar de que lleva una buena vida, no olvida que no es una mujer de dinero aunque viva en...