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«Si existe algo que es eterno. Es el amor.»
-- Leo Buscaglia.
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Escena eliminada: Capítulo Cuatro. [Recuerdos] (En mi libro: Te extrañé)
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(Cinco) 📍: The Umbrella Academy.
No puedo creer que Luther pensara eso de nosotros. ¿Matar a papá?. Que idiota.
Terminada la reunión, segundos después me encontraba en el cuarto de Ocho. Al parecer mamá ha estado limpiando ya que no hay polvo, hay un pequeño libro...
- ¿Romeo y Julieta?. Ay Cinco, el amor no existe como tal.- bufó Ocho.
- Pues yo sé que si existe. Porque ya lo siento con alguien especial...- quería gritarle en su cara cuanto la amaba, pero el miedo al rechazo era más grande que yo.
También habían fotos pegadas de cuando éramos pequeños...
- Sonríe mil usos.- Ocho me miró mal ante su apodo, pero eso no me impidió a tomarle una foto.
- Sigue así Número Cinco. Y borreguito ya no verá el amanecer.- salí corriendo hacia mi recámara ante tal amenaza.
¿Que?. Solo era un niño de seis años que tenía como mejor amigo y confidente a un peluche de borrego blanco.
También estaba el pequeño escritorio con plumas y ecuaciones por todos lados etcétera.
- ______, ¿Por qué escribes todo esto?. Papá dice que no nos adelantemos a las lecciones.- murmuré confundido.
- Pronto lo entenderás, Cinco. Por ahora, ¿Quieres salir por unas donas y cafés?.- asentí emocionado. Sin saber que siempre evitaba el tema.
Por Dios cuánto la extraño.
Me senté en su antigua cama cuando de repente escuché la canción de nosotros; I think were Alone, me puse de pie y empecé a mover la cabeza con una gran sonrisa en la cara, recordando viejos tiempos.
- Vamos Ocho, tenemos 13, ya deberíamos saber bailar.- murmuré adolorido ante los pistones que me propinaba ______.
- Perdón señor perfecto.- soltó sarcástica.- No a todos se les da eso del baile.- admitió con una mueca aburrida.
- Yo te guiare, solo déjate llevar.- ahí fue la primera vez que te ví completamente sonrojada.
De repente escuché un estruendo y los metales se empezaron a pegar a la pared, rápido me teletransporte a la ventana para ver que un gran vórtice se estaba abriendo. No tardé en dar otro salto para llegar al jardín en donde mis hermanos no tardaron en unirse también a mí.
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