ᴮᴬᶜᴷˢᵀᴬᴳᴱ ☂️ // ᵀᴱ ᴱˣᵀᴿᴬÑÉ.

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Escena eliminada: Capítulo Trece.
[Defensora]
(En mi libro: Te extrañé)

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(______)

____ conectó ambos cables para poder conectarlos después al maletín y darle carga.

- Lindo traje.- halagó Lila a la castaña.

- Gracias.- agradeció incómoda y Lila solo le sonrió de vuelta.- El sastre del vestíbulo en muy habilidoso.

- Voy a extrañar esas pálidas rodillas.- suspiró viendo las piernas de la chica, por suerte está llevaba pantalón.

- Lo mejor es no enseñar mucha piel.- Lila solo le sonrió.

- Mjm. Para ti.- le entregó las pinzas de corriente.

- Si.- _____ las tomó.

- ¿Lista para freír este maletín?.- Ocho saltó tratando de relajarse.

- Hagamoslo.- Lila encendió el aparato a lo las luces de todo el hotel empezaron a parpadear, pues los poderes de _____ estaban haciendo efecto, mientras que esta se quejaba del dolor, Lila solo reía. _____ al no soportar más soltó como pudo las pinzas, un poco de su pelo estaba levantado y trató de pararse pero sus sentidos le fallaron un poco...y Lila, salió de ahí aún entre risas. Ocho tomó un trapo y empezó a tratar de pagar el fuego que había creado.

- Estaba 99% de que no funcionaría.- admitió sonriente sentandose.

- Me alegra de que mi dolor te divierta.- comentó sarcástica.

- No tienes idea, es como mi terapia.- explicó.

- Bueno...- cerró la puerta y salió dónde Lila.- Ahora solo tenemos un maletín que nos funciona, mis poderes fallan cuando se les de la maldita gana y mis saltos solo son exactos a pocos minutos, así que básicamente...nos jodimos.- admitió.

- Quizás, quizás no.- mostró una enorme sonrisa.

- Odio esa sonrisa.- admitió Ocho.

- Tus saltitos son una porquería pero si lo potenciamos juntos conmigo copiandote mientras te transportas creo que podamos crear un circuito de retroalimentación, podemos obtener la suficiente energía para viajar.- explicó.

- ¿Las dos, juntas?.- se señaló a su misma y después a Lila.

- Tendríamos que confiar.- ____ soltó una risa nasal.

- Lila, pasaste los últimos diez años tratando de eliminarme.- le recordó sarcástica.

- Tu mataste a mis padres.- contratacó.

- Es verdad.- asintió dándole la razón.

- Y toda tu familia no hizo nada cuando ese sueco  inmundo mató a la única mujer que me crío.

- La Encargada iba a matarte, Lila. Mejor, si te mató, volví en el tiempo y evité que hiciera lo suyo.- movió las manos.- Por cierto, si le estás dando falsas esperanzas a Diego por lo que pasó en Texas, te equivocaste de persona, no encontrarás la felicidad en el como con la Encargada nunca lo hizo.- los ojos de Lila se cristalizaron y _____ se dió la vuelta para empezar a alejarse.

- ¿¡Qué sabes tú!?. Si pasaste décadas acariciando a un maniquí y que después la cambiaras por pantaloncitos.- soltó a lo que  ____ se dió la vuelta para verla y regresar dónde ella, ahora, enojada.

- ¡No te permito que hables así de Delores, mucho menos de Cinco!.- gritó enojada.

« Flashback

Hoy me encontraba en el cuarto de Diego dándoles unas clases de tutoría extras que según papá, necesitaba con urgencia o se vería en la obligación de reprobarlo.

- ¿Puedes dejar de mover tu lápiz? Me estresas.- solté molesta ante su inusual movimiento.

- Lo siento ¿Bien? Tú estarías igual o peor que yo, sino paso esa prueba, mi vida académica está acabada.- explicó nervioso.

- Para empezar, yo jamás estaría en tu lugar porque a diferencia de ti, yo si soy inteligente y responsable. Y segundo, tu vida académica no puede acabar porque ni siquiera tienes una.- me miró mal.- Y pues, me tienes a mí. Bastarán unas pocas horas para pulirte a mi antojo y para cuando acabemos, obtendrás buenos resultados en esa nota.- admití segura de mi.

- ¿Me harás tan inteligente como tú?.

- No.- el brillo de sus ojos desapareció ante mi respuesta.

- Te odio.- murmuró a lo que apreté fuertemente mi lápiz para que no acabara con mi poca paciencia.

- Si lo que dices es cierto ¿Por qué demonios no te rindes y de una vez papá deja de molestarme con tus estúpidas asesorías?.- enojada me levanté de mi asiento para salir de la recamara pero Diego me detuvo tomándome de la muñeca.

- Espera por favor.- me alejé de su agarre.- Perdón, es solo que todo esto me tiene estresado y tú carácter tampoco aporta.

- Me largo.- nuevamente me detuvo a lo que me alejé rápidamente.

- A lo que me refiero es que...- suspiró profundamente.- Perdón nuevamente. No sé cómo tratarte.

- Puedo hablar con papá y así cambiaría de lugar con Cinco. El también es una mente brillante y de seguro te tendría más paciencia que yo, de eso estoy segura.- me crucé de brazos.

- ¿Y morirme del aburrimiento con el idiota de Cinco?.- de forma veloz lo tomé del cuello de su playera para acercarlo a mí.- Espera Ocho...

- No voy a permitir que te expreses de esa manera hacia Cinco...- su rostro de miedo se convirtió en una de burla.

- ¿Qué? ¿Acaso no lo ves? Eres mucho más inteligente que esto, _______.- lo miré de forma incrédula pero sin quitar mi mirada amenazante.

- Habla claro, número Dos.

- ¿Entonces si es verdad que aún no lo comprendes? El te... Suéltame y te digo.- entre los dos comenzó aquella guerra de no parpadear, hasta que finalmente lo solté.

- Habla...¡Ahora!.

- Bien...- todo pasó tan rápido. El hizo un movimiento ágil que me hizo caer al piso de forma seca y dura.- ¡Ya lo sabrás pequeña amargada!.- gritó Diego corriendo lejos de su habitación.

Adolorida me levanté y me senté como pude. Casi me torcía el tobillo por la culpa de ese idiota. Pero bueno, poco me importaba. Ahora lo único que quería saber, es aquel secreto.

¿Qué diablos me iba a decir Diego?.

¿Y desde cuando empecé a defender de esta forma a Cinco Hargreeves?

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