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« Solo se ama lo que no se posee totalmente.»
-- Marcel Proust.
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Capítulo Dieciséis. [¿Y si Ocho no hubiera llegado a la Academia al viajar con el maletín?] (En mi libro: Te extrañé)
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(Narrador) 📍: The Umbrella Academy.
- No pertenezco a ninguna parte gracias a ti!.- le reclamó.
- Siempre fuiste una asesina, solo te señalé el camino.- soltó y empezó a disparar, rápidamente tomé a _____ de la cintura y nos teletransporte detrás de unas cajas.- ¿Cuál es la prisa chicos?, me debes la vida, Ocho.- después que al parecer se quedó sin balas a lo que salimos.
- Si estoy en deuda, pero no es contigo.- bufó.
(______)
Imaginé que tenía una granada en mi mano y después de que está apareciera la tiré los pies de esa perra.
Salimos corriendo y al acabar la explosión fuimos a la sala de maletines, tiré otra granada y antes de que el fuego llegara a nosotros, tomé a Cinco del hombro y coloqué la fecha y lugar en el maletín sin poner atención para después teletransportarnos.
Miércoles; 8:15 a.m. Otra vez (Narrador)
Reaparecimos en el aire y caímos en un montón de lo que parecía ser nieve. Cinco se quejó al haber caído cerca de un arbusto. Mientras que yo me levantaba mientras me limpiaba el resto de nieve de mi uniforme.
- ¿Dónde estamos?.- me preguntó Cinco a lo que empecé a mirar a todos lados buscando la respuesta.
Habían edificios diferentes a Canadá, ni siquiera la academia se veía. Tal vez ni siquiera existía, deducí al ver el exceso de gente, transportes y smog que había en el aire. Solo significaba una cosa...Habíamos llegado al futuro de una dimensión diferente.
- Año...2023.- murmuré sorprendida al haber leído en lo que parecía ser una TV gigante encima de un edificio.
- Estamos en Seattle.- comentó Cinco al ver pasar un autobús con el letrero de la ciudad.- _______...¿Cómo regresamos a Canadá?.
- Yo...no lo sé.- admití notando la poca carga del maletín. Se había sobrecargado y necesitaba reposo para volver a funcionar. Eso duraría minutos, horas...incluso días.- Tenemos que buscar refugio para esperar el buen funcionamiento del maletín. Andando.- lo tomé de la mano para empezar a caminar por las calles.
Todo estaba tan avanzado y era sorprendente. Caminamos tanto que nos dolían los pies, incluso teníamos sed. Pudimos haber parado hace una hora, pero cualquier lugar que viéramos, nos daba desconfianza.
- Mira, podemos parar aquí. Se ve lujoso y de confianza.- explicó Cinco entrando conmigo hacia la recepción.- No tenemos dinero para pagar, pero si poderes.
- Yo me encargo de eso, de seguro estás más agotado que yo.- me acerqué a la recepcionista.
- Buenos días niños. ¿Que los trae por aquí?.- nos sonrió.
- Necesitamos una habitación, la más cómoda que tenga.- comenté.
- Las más cómodas son las suites de lujo, están hasta la punta de nuestro hotel y tienen una maravillosa vista de toda la ciudad de Seattle.- sonrió nuevamente.
Creo que me va a dar diabetes.
- Está bien.- coloqué mis ojos de color morado.- Quiero una suite lujosa. Gratis.
- Claro chicos.- nos entregó la llave.- Sean bienvenidos y por favor, siéntense cómodos. Si necesitan algo, solo háganmelo saber desde la línea del hotel.- tomé la llave y empecé a caminar con Cinco detrás de mí.
Esperamos que el elevador se abriera ya que estábamos agotados para subir las escaleras o utilizar nuestros poderes. Después de unos minutos este se abrió a lo que entramos, por suerte no traía personas así que nos fue más fácil. Al llegar a nuestro piso indicado, este se abrió dejándonos salir.
- Nada mal.- murmuró viendo el pasillo y yendo hacia nuestra puerta para insertar la llave.
- _______, no me siento...no me siento bien.- habló Cinco rascándose por todos lados y sudando como loco.
Y eso solo podía significar una cosa.
- Test de la psicosis paradojal.- me vió sorprendido.- Tienes sudor, escalofríos y comezón. ¿Correcto?.
- Sí, pero...¿Segura que estoy sufriendo de la psicosis paradojal?.- asentí.
De repente una puerta más adelante se abrió dejando ver a un chico castaño, el cual al voltearse me sorprendí al ver si apariencia a más detalle.
- Ay no.- susurré viendo una copia exacta de Cinco en frente de mí.
Estamos jodidos.
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