Seamos amigos.

134 17 3
                                    

[Hilal]
Llego al aula como es de costumbre, Raimundo me mandó mensaje para decirme que es posible que llegue temprano para verme, de lo contrario deberé de entender qué está con James o algún otro de sus amigos.

Alguien se acerca, cuando entra veo que es el lobo, por lo que ahora entiendo que no estaré con Raimundo, no sé si está bien o mal, pero no le daré importancia.

Helio se sienta junta a mí:
— Buenos días Hilal, ¿cómo estás?

Siempre tan amistoso:
— Estoy bien, ¿qué tal tú?

Me sonríe:
— Me da gusto, también lo estoy. Es la primera vez que no me rechazas de inmediato, supongo que te agrado aunque sea un poco.

Me sonrojo y cruzo de brazos desviando la mirada:
— Sí vas a empezar con eso es mejor que...

Se apresura de detenerme:
— No, no, perdona, no quise incomodarte. Solo quiero hablar un poco contigo.

Me relajo, quizás no deba de armar un escándalo ahora:
— De acuerdo, ¿de qué quieres hablar?

Se mantiene pensando:
— En realidad hay mucho de lo que quisiera hablar, pero el tiempo no sería suficiente. Por lo pronto, ¿te interesaría que te diera el lobo de peluche?

Esa idea me gusta, pero trato de disimular:
— Ya te dije que no me lo he ganado, tú te lo mereces, demostraste tener habilidad.

Mira detrás de mí:
— ¿Seguro? Tu cola me dice que en realidad lo quieres.

Miro hacia atrás y la estoy agitando, la tomo con mis manos para detenerla estando sonrojado:
— No puedo controlar esto... Está bien, puede que en realidad me guste la idea, me haría sentir menos solo cuando llego a casa, puede que me empiece a llevar bien con mi hermano, pero ya se ha ocupado mucho con la universidad. Además, no creo que sea lo correcto, tú...

Me interrumpe:
— Lo sé, crees que lo justo es que yo me lo quede porque jugué, pero lo hice porque lo querías. Déjame regalártelo después, ¿si?

Es un gesto muy noble, tan tierno:
— Es-está bien, gracias Helio.

Me sonríe con emoción:
— Gracias a ti por aceptar, ¿sabes? Al ver ese peluche en mi habitación al amanecer o cuando cae la noche, no puedo dejar de pensar en ti.

¿Por qué causa tantas emociones en mí?:
— No creas que puedes llegar como si nada a estar conmigo.

Niega suave con la cabeza:
— Sé que hice mal las cosas, y perdona por eso. No pretendo ser tu novio de una sola vez, quiero ganarme ese lugar hasta que tú te sientas listo.

Tiene un impacto en mí, en verdad le importa que me sienta preparado en vez de solo tomarme a la fuerza como Raimundo.

Antes de que pueda decir algo todos empiezan a llegar debido a que también viene detrás de ellos el profesor. Helio se sienta retirado de mí, me está dando mi espacio sabiendo que no me suele ser cómodo estar junto a alguien.

Está tomando detalle sobre mí, puede que sea verdad lo que dice, aún cuando lo sea debo de ignorar todo sentimiento. Cuando engañas a alguien es doloroso, como mi madre lo ha hecho con papá y puedo ver lo que sufre por ello, no quiero ser igual.

Para evitar algo similar debo de evitar a toda costa sentir amor hacia Helio, ya no debe haber lugar para algún otro.

Las clases pasan, como una de ellas ha sido la de matemáticas me ha felicitado al ver el progreso que ha tenido Helio en su clase. No creo que solo sea yo quien enseña al lobo, se ve que se esfuerza por aprender las cosas.

Antes de salir a nuestro descanso llega un profesor que se encarga de nuestro grupo:
— Buenos días jóvenes, solo quiero un momento su atención, será rápido y hasta les va a gustar la noticia.

Se escuchan algunos murmullos, pero dejan que el profesor siga:
— Para la siguiente semana la escuela tiene planeado que todos salgamos a un parque acuático, no pueden llevar invitados, pero será gratis para que no tengan dificultad de ir. Varios autobuses estarán aquí en la escuela, solo lean el papel que les entregaré y ahí esta la hora, no lleguen tarde porque saldrán de manera puntual, y no olviden este papel que les entregaré porque será su pase de entrada, sin el no podrán ir. Ahora si es todo, pueden salir a su descanso.

Emocionados hacen una fila para tomar uno y dirigirse a afuera. Yo no estoy muy interesado en ir, Helio se para frente a mí:
— ¿No quieres ir?

Niego con la cabeza:
— No gracias, no es lo mío.

Me extiende la mano:
— Ven, toma uno, te aseguro que te la vas a pasar bien. Yo estaré contigo.

Estoy a punto de tomar su mano, pero veo detrás de él a Raimundo quien me mira con cierto enojo al saber que estuve cerca de aceptarle:
— Ah... voy a tomarlo por mi cuenta, pero gracias.

Me levanto para ir por mi pase se podría decir, después de eso vuelvo a mi asiento, el león se ha ido con James. Ahora el salón ha quedado vacío, bueno, casi ya que Helio se ha quedado a mi lado.

Se mira preocupado:
— ¿Raimundo te amenaza? Miré que te veía de cierta forma intimidante, no deberías dejarlo hacer eso.

Bajo mis orejas:
— No te preocupes, está bien. De cualquier manera aun no sé si podré ir, papá se ha puesto un poco peor estos días, será algo complicado.

Pone su mano en mi hombro:
— Sí te parece bien puedo pasar por ti para irnos juntos. Así tu papá no tendría que preocuparse en llevarte o de regreso.

Tomo suave sus manos para ponerla entre las mías:
— Es un buen gesto, pero intentaré hacerlo por mi cuenta. No tienes que hacer nada de esto por mí.

Se acerca poniéndose más serio:
— Muy bien, quiero dejar las cosas claras contigo. La razón por la cual ya no pude estar con Fénix es porque solo pienso en ti, es obvio que estoy enamorado de ti, no lo puedo negar ni ocultar. Por otro lado, no voy a forzarte a nada, quiero hacer cosas por ti por lo que siento, porque me hace feliz verte feliz, lo único que espero que me aceptes ahora es ser tu amigo. ¿Me permites que lo sea? Nunca seré nada más mientras no lo quieras de esa forma.

Siento un impulso de abrazarlo, más me limito a dar una leve sonrisa:
— Claro que sí Helio, podemos ser amigos, eso estaría bien.

Acaricia mi mejilla:
— ¿Sabes? Tienes una sonrisa muy hermosa, deberías de demostrarla más seguido.

Me sonrojo, en eso entra Raimundo, quien hace notar su enojo a la vez que se contiene para que Helio no sospeche nada:
— ¿Qué haces aquí lobito? Pensé que tendrías cosas que hacer.

Helio se levanta haciéndole frente:
— Creo que ahora soy yo quien tiene que decir que eso no te importa, lo que haga o no haga no es de tu incumbencia.

Parece que se van a pelear, me levanto de inmediato para estar entre los dos:
— Por favor, no discutan, se van a meter en problemas y sería muy malo para los dos.

Helio suspira y se dirige hacia afuera:
— Solo por ti Hilal.

Cuando se va, Raimundo me toma fuerte del brazo:
— Tendremos que hablar seriamente tú y yo, ¿qué hacías con él?

Me asusta:
— Nada, te lo juro, solo quiere ser mi amigo. No podría engañarte o cambiarte por alguien más, suéltame, me estás lastimando.

Me abraza:
— Lo siento, me puse celoso, no quiero que nadie te aparte de mí.

Me quedo en silencio, no creí que fuera capaz de hacerme eso, al menos ahora tengo un amigo, ¿podría hablar con él de esto?

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora