Nuestra noche (parte 2).

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[Hilal]
Nuestra tarde da comienzo con juegos en los cuales participan Helio, Arthur, Harry y Emily, mientras tanto solo observo lo que hacen, como ya lo demostré no soy bueno con los niños.

Me sorprende la facilidad con la que pueden encajar con ellos, tampoco es que tenga ese sentimiento de cuidar de alguien más joven, es decir, a penas puedo con mi vida, menos voy a poder cuidar la vida de alguien más.

Empezamos a dar un recorrido por el lugar, se detienen a jugar en tiro al blanco, después van a otro donde pueden jugar baloncesto, en otras se dedican sólo a pintar.

Aunque no le veo la gran cosa en hacerlo los cuatro se la están pasando bien al parecer, aunque si quisiera ser ignorado toda la noche hubiera ido con mi madre, ¿qué será de ella? A pesar de que Jack me habló de nuestra madre no he sabido nada más.

Supongo que debo dejarlo pasar, el que esté o no, no cambia mucho mi vida. Tengo de nuevo un presentimiento de que alguien nos ve, esta vez logro ver como un hombre desvía la mirada cuando volteo hacia atrás.

Sabía que alguien nos estaba observando, mirar de manera detenida lo hace ponerse nervioso y se retira con sigilo, antes de seguirlo me detiene la voz de Helio:
— ¿Todo en orden? Me preocupa que te pongas así.

Me sorprende que no se den cuenta:
— ¿No lo han notado?

Niegan haber visto algo o escuchado:
— De acuerdo, no se preocupen, solo voy al baño.

Sin mirarlos trato de seguir a ese hombre, tal vez esté cometiendo alguna estupidez al ir solo, me puede hacer daño sin que estén cerca, pero algo me dice que debo de seguirlo.

Al salir por los pasillos veo que se regresa en mi dirección, puede ser que haya intentado huir, pero en ese lado no está la salida, así que tiene que regresar.

Se detiene a lo que me pongo firme:
— ¿Quién es usted? ¿Por qué nos ha estado siguiendo? No crea que he pasado por desapercibido la manera en que nos sigue el paso.

Es un hombre tigre de bengala blanco de rayas negras algo mayor como de la edad de mi padre:
— Perdón si causé alguna molestia, no era mi intención, tal vez no me tengas confianza, pero, ¿cómo se llaman los chicos a quienes acompañas?

Como era de esperar actuó más a la defensiva:
— ¿Por qué habría de decirle algo al respecto? No lo conozco, más vale que me de motivos antes de llamar a alguien de seguridad.

Da un gran suspiro demostrando que se ha dado por vencido:
— Digamos que es posible que los conozca, les he causado daño y no sé de qué manera reparar mis errores.

Eso hace que me tranquilice un poco analizando su situación:
— ¿Qué les ha hecho?

Da una pequeña sonrisa:
— Se nota que tienes amor hacia ellos, ¿ambos son tus novios? Las relaciones son demasiado diferentes a mis tiempos, aunque tampoco sería bueno que lo fueran.

Eso me hace sonrojar y molestar:
— No tengo una relación de ese tipo, si así fuera no tiene nada de malo.

No entiendo mucho de lo que él me está diciendo aun, saca una hoja de la bolsa de un saco que lleva puesto, también saca una pluma y se recarga en la pared para escribir.

Lo espero paciente aún me tiene atrapado en un aura de misterio, ¿qué estará tramando?

Hace varios dobleces a aquella hoja para después extenderla hacia mí:
— Espero no equivocarme de personas... toma, hazme el favor de entregársela a aquellos chicos, pero cuando ya no estén aquí, te lo suplico.

Asiento ante su petición, él agradece y se retira sin decir más. No puedo llevar esto a la ligera, una vez que ya no es posible verlo abro esa hoja para leerla, debería de proteger tanto a Helio como a Harry de un hombre que no conocen.

Al leer la carta me quedo impactado ante las palabras, esto debe de ser una broma, aunque no los haya mencionado él... será mejor que haga como me dijo, debo de apoyarlos en todo momento.

De pronto los dos salen al pasillo a verme, Harry me sonríe:
— Aquí estabas, te hemos estado buscando.

Helio explica:
— Resulta que se ha acabado el tiempo de visita por lo que otra finalizar habrá un tiempo para bailar, ¿quieres venir con nosotros?

Tienen un olor algo extraño:
— Un momento, ¿han estado tomando algo?

Harry hace memoria:
— Solo unas bebidas que nos han estado ofreciendo, jugar con los niños nos dio sed.

Helio sonríe:
— Era algo extraña la bebida, pero nada de que quedarse.

Golpeo mi frente con la mano:
— ¿No se les ocurrió preguntar qué era?

Helio niega con la cabeza:
— No, pero de lo que estoy seguro es que quiero probar un poco más.

Harry está de acuerdo ambos volviendo al lugar, los sigo mientras trato de detenerlos siendo inútil mis intentos. Lo que están tomando lleva alcohol, es por eso que tienen un olor y, según ellos, sabor extraño.

Empiezan a perder un poco la conciencia de sus actos, se notan algo alegres, más es el efecto que surte en ellos. Entre tambaleos empiezan a querer bailar conmigo con la música.

Primero Harry me toma para bailar, se recarga un poco en mí, toma mi mano y mi espalda baja, yo no sé cómo tomarlo a él, nunca he bailado.

Se empieza a mover siendo que lo sigo de manera torpe, hasta embriagados pueden moverse mejor que yo.

Creo que deberé de poner una queja por ofrecer bebidas de este tipo cuando están conviviendo con los pequeños, es una gran irresponsabilidad y mala planeación.

Me suelta y ahora Helio es quien me está tomando al igual que lo hizo el pastor alemán, trato de seguir la manera en que baila con la música lenta que se reproduce.

Haciendo de lado mis quejas, estoy pasándola bien al estar con ellos, si estuvieran sobrios fuera mejor, pero no puedo dudar que intentar algo nuevo a su lado me hace un poquito feliz.

Me está relajando ya que toman el control de mis pasos, no siento que lo esté haciendo solo.

Creo que solo va a ser un punto el tener que cuidarlos, no puedo permitir que alguno de los dos conduzca en esta situación.

A pesar de que papá me enseñó de mala manera a manejar puedo hacerlo sin problemas, supongo que deberé de agradecer después.

Hay un momento en que ahora los tres juntos estamos bailando muy cerca del otro, me es algo incómodo, pero en momentos puedo recargar mi cabeza en el pecho de Helio y otras en el de Harry.

Estar rodeado de ellos me hace sentir protegido, lo cual es bastante irónico debido a que se supone que yo los tengo que cuidar.

Ahora se volverá más pesado tener que hacer esto debido a lo que he leído en la carta, quizás deba de hablar de esto con ellos en cuanto se les baje el efecto.

Me toma por sorpresa que Helio me toma del mentón y los dos me dan un beso al mismo tiempo, eso hace que me separe enojado:
— Ustedes dos ya deben de irse a casa.

Ambos me piden ir a mi casa, tal vez pueda cuidarlos ahí, ya lo veré en el camino.

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora