Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]

Descubierto.

[Hilal]
Tras pasar momentos agradables con Harry, hemos decidido vernos después de explorar la ciudad cada quien por su lado para vernos al final del día en el hotel, si algo llega a pasar nos vamos a llamar. Estoy pensando en buscar algo para él, se merece un detalle o algo que le guste, ha sido muy bueno conmigo aun cuando no le acepto ser su novio.

Trato de buscar tiendas cercanas por medio de páginas, solo que no tengo idea de qué podría darle. Al parecer hay una tienda cerca donde se venden cosas como pulseras, anillos, collares, tal vez pueda darle algo de eso.

Espero que no me falle el navegador para no terminar en una dirección equivocada, en una ciudad desconocida es más fácil perderse entre calles y las personas, lo bueno es que sabría cómo regresar.

Empiezo a caminar, voy mirando hacia los lados buscando algo parecido en la imagen que me aparece, justo en eso me detengo pues hay algo que me parece extraño, me detengo y me regreso poniéndome cerca de la pared para que no le vean.

Ese es... Es Eliot, ¿qué hace aquí? ¿Por qué está haciendo eso? Me llena de rabia que se atreva a hacer algo así, está con un hombre tigre besándose entre los callejones de algunos locales.

No sé qué debería de hacer, sería mejor que le dijera a Helio sobre la situación. Antes de darme la vuelta los escucho hablar, trato de acercarme tanto como puedo con sigilo, escucho la voz del otro hombre:
— Vamos, ¿en serio piensas casarte con ese lobo? Te vas a perder de nuestras tardes de acción. ¿Quién te dará esos ratos de pasión cuando él no esté?

Eliot le responde:
— Que me case con él no significa que deje de verte, tal vez a otros si, pero a ti no.

¿Hay más hombres? ¿Cómo se atreve?:
— ¿Así que no soy el único?

El león se ríe:
— No es como si tu no te vieras con otros, ¿sabes? Eso me da una idea, como despedida de soltero debería de llevar a unos amigos y tu a otros, será muy divertido.

Me quiero acercar a escuchar más, para mi mala suerte caigo haciendo que ambos me vean asustados. Me pongo de pie sacudiendo mi ropa y dando quejidos de dolor, el león me mira alterado:
— ¿Qué haces tú aquí? ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

Me pongo nervioso y doy un paso atrás:
— N-no tenemos porque enojarnos, ¿ve-verdad?

El león me mira aun con enojo:
— Atrapalo, le puede decir a Helio sobre esto.

Empiezo a correr al ser perseguido por aquel tigre, ojalá haya alguien cerca que me pueda ayudar, no creo que pueda huir por mucho tiempo de ese hombre.

Veo una local abierto, hay dos guardias rinocerontes ahí, me acerco apresurado con ellos:
— Por favor, ayúdenme, me quieren hacer daño.

Miran al hombre tigre detrás de mí, me invitan a pasar bloqueando entre ambos la entrada. Escucho al tigre que está ya enfrente:
— Déjenme hablar con él, no le haré mucho daño.

Ellos se quedan firmes:
— No dejaremos que lastimes a alguien más, será mejor que te retires.
— Sí no lo haces llamaremos a la policía.

Se nota molesto, debí de irme de ese lugar en cuanto pude, pero tampoco podía irme sin saber lo que sucedía.

Me acerco agradecido con ellos:
— Gracias, son muy amables.

Uno de ellos me pregunta:
— ¿Hiciste algo para que ese hombre se enojara contigo?

Tomo un poco más de aire:
— En realidad no, sólo que lo encontré con el novio de un amigo. Al verlos querían amenazarme para quedarme en silencio.

El otro pone su mano en mi hombro:
— ¿Quieres mucho a ese amigo?

Suspiro:
— Más que eso, pero no tiene el mismo sentimiento por mí.