Confrontar.

131 20 1
                                    

[Hilal]
Voy de camino a casa, ya que Jack está ocupado no tengo la manera de regresar pronto, y papá como siempre no tiene ánimos de hacer algo por mí así que lo que me toca es caminar.

Con la mala condición física que tengo siento que me va a pesar después, diría que podría ser peor si estuviera lloviendo, pero el calor del verano tampoco es lo más reconfortante del mundo.

Sigo con mi camino, hasta que de pronto algo hace que me paralice, ¿podrá ser...? No tengo tiempo que perder, me acerco a una mujer que miro salir de una tienda por algunas compras.

Al acercarme hacia ella puedo confirmar, se trata de mi madre. Eso me pone nervioso, no sé cómo hablarle ya que no me ha notado, está ocupada hablando con alguien por llamada, tal vez con su novio o esposo, lo que sea.

La sigo de cerca con cuidado hasta que llegamos a un estacionamiento, de pronto escucho que va a colgar a lo que suelta el celular y lo guarda, este es el momento antes de que se vaya.

Me acerco un tanto tímido:
— ¿Ma-mamá?

Sorprendida me voltea a ver, a la vez se molesta:
— ¿Qué es lo que haces aquí? No deberías de estar en casa o algo así.

Respondo con ironía:
— También me da gusto verte. Y pues no había alguien que pasara por mí, tuve que volver caminando, te encontré, pero no sabía cómo acercarme.

Empieza a guardar sus compras en el auto:
— Debiste permanecer ahí, sin decir nada, no quiero nada que ver con tu padre, solo por alguien es que es difícil estar lejos, pero ya no puedo soportar más.

Bajo la mirada:
— Extrañas a Jack, ¿verdad? No tienes que ocultarlo, sé las razones de las diferencias entre él y yo.

Se nota más relaja, pero aun seria:
— Pues tienes razón, extraño a mi hijo, quisiera verlo, pero ni siquiera sabe que estamos separados. Tu padre es quien tiene la custodia de ustedes, le cedí que los tuviera pues no podía estar solo con uno, tenía que tener a los dos y no quería estar a tu lado.

Vaya, mamá si que puede llegar a ser demasiado cruel, pero debería de estar acostumbrado a ello:
— Deberías de volver al menos una vez, hablar con papá para que puedas estar ahí aunque sea unos minutos.

Se nota el desagrado en la idea:
— Ya te dije que no quiero regresar, no quiero nada y menos tener que soportar tu presencia o la de tu padre, ya que sabes las razones no creo que sea necesario ocultar que en realidad no tenemos un amor profundo a ti, lo siento, pero así son las cosas.

No hay necesidad de remarcar eso, aun así tomo coraje para poder hacerle frente:
— Yo sé que no lo harías por mí, tampoco lo harás por mi papá, me ha quedado claro. Al menos inténtalo por Jack, el sigue esperando a que vuelvas o a que le llames, te extraña, no tiene razones de dónde estás, ¿qué harás cuando te encuentre como yo lo hice? ¿Qué excusa puede haber? Es mejor que hables con él, que entre los dos le digan lo que están pasando. Jack es alguien mayor, puede decidir en cualquier momento irse contigo y volver con papá o estar solo con uno, pero que al menos no viva engañado con un pretexto sobre que estás viajando y estás ocupada. Mejor dedícate a decirle las cosas de frente, de verdad que yo no importo, solo hazlo por él.

Se mantiene reflexionando sobre ello antes de poder responder:
— Odio admitirlo, pero tienes razón. No puedo dejar que pase más tiempo o solo voy a lograr que Jack me odie sin querer verme nunca más. Tal vez tenga que hablar con el necio de tu padre, si le digo que es por el bien de nuestro hijo lo podría entender.

Al menos mi hermano saldrá de la mentira en la que está, sé que no me ama, pero quisiera saber si mamá tiene más motivos para no amarme:
— Antes de que te vayas, ¿por qué no me amas? ¿Por qué Jack es tu favorito?

Se pone seria de nuevo:
— Desde que supe que estaba embarazada de ti no me causó alguna emoción, estaba tan desesperada y morir sabía que hacer. Tuve que dejar de salir con amigas, a penas recuperaba el tiempo que no pude salir por Jack cuando apareciste en mi vida para limitarme, me sentí tan frustrada que no podía estar en paz. Me quedé sola, incluso tuve discusiones con mi familia, pero aun así te cuidamos y hasta ahora estás vivo, ¿no? Además, en el momento en que naciste, pensé que todo podía cambiar, que sería algo pasajero mis sentimientos negativos, pero sentí depresión posparto, no tenía ni los ánimos de amamantarte, por más que intenté en ti nunca vi al hijo que quería, solo tu hermano Jack lo había logrado, ¿algo más que necesites saber?

La miro con una falsa sonrisa:
— Creo que es todo, espero que les vaya bien con Jack, suerte con tu nueva pareja.

Me doy la vuelta escuchando solo la puerta del auto de mamá cerrándose, me imagino que ya se dirige hacia su otro hogar.

Todo este tiempo tiene sentido que los dos me hayan hecho de lado prefiriendo a mi hermano, solo he sido el resultado de un accidente, nadie esperaba que llegara a esta vida, al nacer nadie quería que permaneciera aquí.

No importaría si un día me voy para ya no volver, salir de casa, o tal vez de manera más simple, morir, ¿qué importa si lo hago? ¿A quién le podría importar mi ausencia?

Mientras voy decaído por las calles siento que alguien me detiene tocando mi hombro:
— Espera, ¿podemos hablar?

Al mirar es la mamá jaguar de Helio:
— Claro señora, ¿le puedo ayudar?

Siento que me abraza:
— Más bien quiero ayudarte, se nota que estás pasando un mal día, ¿quieres que te lleve con tus padres?

Me aferro a ella empezando a llorar:
— Ellos son los que no me quieren.

Trata de animarme:
— No digas eso, todos los padres tienen amor para sus hijos.

No puedo dejar de sentirme triste:
— Ellos mismos me lo han dicho, me han dado sus motivos de odio hacia mí, no me quieren.

Antes de que diga algo escucho la voz de mi padre:
— ¡Hilal, ¿qué estás haciendo?! Espera, ¿estás llorando?

Me toma con fuerza del brazo haciendo que me separe de la madre de Helio lastimandome:
— No papá, perdón, no quería...

Me interrumpe:
— Deja de llorar como si fueras un niño, vengo por ti y te encuentro perdiendo el tiempo abrazado de no sé quién y llorando.

La señora jaguar trata de intervenir:
— Señor, debería de relajarse, no tiene la culpa de esto yo lo detuve porque es amigo de mi hijo y lo vi algo triste.

Papá al mirarla hace que se pierda en ella, por un momento no dice nada, luego se relaja:
— Está bien, siendo así no creo que haya mucho problema, con su permiso.

Me meto al auto y papá también, tal vez se ha fijado en ella, tal vez no sepa que tiene esposa, lo que importa es que me ha salvado de golpes de mi padre, de nuevo quiero llegar solo para acostarme, quisiera dormir y ya no despertar.

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora