Pequeña aventura.

59 10 2
                                    

[Hilal]
Hemos salido muy temprano de la casa en busca del lago, esto es una agradable sensación para mí, pero me temo que Helio no la pasará bien con esto, sí se llega a enfermar voy a sentir culpa por aceptar.

Por otro lado, se va a sentir libre y cómodo por lo que quiere hacer, más yo no porque ni siquiera he tenido en mente lo que puede suceder, ¿qué tal si quiere tener de nuevo relaciones? No es que no me guste, pero al aire libre no es algo que haya imaginado.

Al menos parece que no está muy frío el día, aunque tampoco hace calor, aunque todo depende de la temperatura del agua.

Helio se mira muy emocionado agitando su cola:
— Me encanta la idea, ¿no te parece maravilloso, Hilal? Algo así deberíamos de hacer en nuestra...

Se detiene por algún motivo:
— ¿En nuestra que, Helio?

Se puso nervioso, eso me confunde:
— Creo que ya estamos cerca, deberíamos de darnos prisa.

Me cruzo de brazos:
— Un momento, hay algo que tú ibas a... ¡ah!

Me toma de la mano haciendo que corra detrás de él mientras me jala, no me da tiempo de pensar en mucho. Sin tardar tanto llegamos al lago, termino por tomar aire al haberme cansado a lo cual Helio se ríe:
— No sé cuántas veces tendré que repetirlo, necesitas estar en condición física, es más, voy a inscribirme a un gimnasio y tú vendrás conmigo.

Miro hacia otro lado:
— Lo siento, creo que es algo que a mi no se me da, puedo ser bueno en otras cosas, pero en eso jamás. Todos tenemos algo diferente que nos gusta y la idea de ir a un gimnasio no es mi favorita.

Me rodea con sus brazos:
— Entonces tendré que hacer el doble de esfuerzo para cuidarte, no seré tan inteligente como lo eres tú, pero mis fuerzas y mi alma solo te pertenecen a ti Hilal.

Besa mi frente, me siento bien cuando lo hace:
— A mi manera te voy a proteger también mi lobo alfa, puede que no sea grande como tú, pero si estoy seguro de lo que quiero y tengo la determinación, te amo.

Nos besamos lentamente, empieza a quitar lentamente mi ropa, cuando me quita la camisa nos separamos lentamente a lo cual mora hacia abajo:
— Creí que no estabas emocionado, creo que me equivoqué.

Me doy cuenta de que mi pene está erecto. Con pena me cubro con manos y cola tratando de ocultarlo también entre mis piernas:
— No mires.

Cierro los ojos apenado, en vez de escuchar risas o algo similar me toma por el mentón haciendo que lo mire a los ojos:
— No tienes de que avergonzarte, creo que ya hemos hecho bastante como para sentir pena por ello. Si te hace sentir mejor...

Se quita la ropa hasta quedar desnudo poniendo sus manos en sus cintura exponiendo lo fornido que es, vaya que nunca podré compararme con él:
— Vamos, no solo te quedes viendo, ¿necesitas ayuda?

Trato de estar tranquilo, me quito la ropa intentando ocultar mi miembro:
— Listo, ahora creo que deberías de pensar dos veces antes de entrar al agua por que puede estar...

Da un clavado dentro del lago para después salir a la superficie con el claro gesto de lo incomoda que resulta la temperatura:
— Fría... ¿alguna vez me vas a escuchar?

Me sonríe apenado:
— Sé que lo prometí, pero no pueda dejar de ser tan impulsivo, lo siento mi cielo.

Nunca me había llamado así, hago un enorme esfuerzo por no agitar mi cola debido a que la uso para cubrirme:
— Bueno, ahora voy yo.

Entro al agua como si nada lo cual deja asombrado a mi lobo:
— ¿En serio no te afecta en nada?

Sonrío:
— Ya te dije que yo estoy acostumbrado.

Pone una cara juguetona:
— Espero que puedas con esto.

Me empieza a aventar agua con las manos, solo me cubro la cara con ambas manos:
— No hagas eso, detente.

Él sigue jugando:
— No seas aburrido, debes de jugar un poco.

Le hago frente:
— Tú lo pediste.

Trato de lanzarle agua, pero el tiene más fuerza a lo cual no logro mojarlo, se detiene dejándose mojar:
— Oye, no me dejes las cosas tan fácil.

Se acerca para abrazarme:
— Es que siempre me voy a rendir a ti mi perrito hermoso.

No puedo soportar lo dulce que es conmigo, de verdad lo amo:
— Ven aquí, amor.

Lo tomo de las mejillas haciendo que se incline para besar sus labios, cerrando los ojos puedo sentir su calidez, la manera en que comparte su mundo con el mio estando conectados como con nadie.

Para pronto nos sumerge para seguir el beso debajo del agua, esto es tan único, todo mi ser le pertenece a Helio, nuestros alientos son lo único que nos mantienen bajo el agua, es así como lo siento en mi vida que todo puedo hacer mientras esté conmigo.

Tras un momento subimos a tomar aire, me siento ruborizado a la vez que me mira sonriendo acariciando suave mi mejilla:
— Eres tan único Hilal, aunque pudimos haber tenido relaciones en esta condición prefieres pasar un tiempo de calidad conmigo, eso es algo que valoro porque me demuestras que me quieres por quien soy, no solo por mi físico, cada vez me enamoro más de ti.

Niego suave con la cabeza:
— No te quiero, te amo Helio, y... oh, cierto.

Me vuelvo a cubrir haciendo que se ría:
— Incluso habías olvidado que estabas desnudo, eres tan adorable.

Desvío la mirada:
— ¿En serio crees que lo soy? No soy lindo, tampoco tengo un gran cuerpo, a penas llego a la altura de tu pecho, no sé qué ves en mí.

Me abraza desde atrás:
— Me complementas Hilal, eres lo que yo me soy y por eso te amo. Antes de fijarme en tu exterior es tu interior lo que me enamora porque me doy cuenta que como tú no hay dos. Además de eso, también me gusta tu cuerpo, puede que no lo notes, pero eres lindo, tu cuerpo me atrae con esa bella figura, más que nada, me pierdo en esos hermoso ojos grises, como una nube que me hace sentir tan especial como si de un paraíso se tratara.

Besa mi cuello haciendo que me estremezca, no puedo pedir a alguien mejor para mí:
— Gracias por todo Helio, eres mi todo.

Seguimos un rato más en el agua, después salimos estando en la orilla, estaba inseguro de mostrarme ante él de esta manera, pero sé que puedo confiar sin tener pena, no es solo un cuerpo desnudo, es un alma que quiere estar conectada conmigo.

En la orilla se sienta y yo estoy entre sus piernas mientras me rodea con sus brazos:
— Deberíamos de esperar que se seque nuestro pelaje, perrito.

Me aferro a sus brazos sonriendo:
— Tienes razón, podemos esperar un poco más.

Hago que se mueva un poco para quedar sentado entre sus piernas sin que me suelte, tomo suave su rostro y acaricio mi nariz contra la de él dando un beso esquimal:
— Aunque los demás te puedan llegar a ver como alguien frío y serio yo puedo ver la ternura de tu alma. Ese mundo solo es para mí, no pienso fallarte nunca más. Sé que lo he hecho en el pasado, pero me voy a esforzar para ser cada vez mejor para ser digno de ti.

Me acurruco en su pecho:
— Te amo como eres, nadie es perfecto, a pesar de eso amo cada aspecto de ti, claro que cuando hay cosas que trabajar lo podemos hacer entre los dos porque no estas solo. Eres parte de mí, una parte que no quiero perder.

[Helio]
Esto es simplemente perfecto, nadie más que nosotros dos disfrutando de la naturaleza, aunque debo admitir que sentía frío, ahora el calor de Hilal me mantiene tranquilo.

No quiero perderlo y voy a hacerlo feliz para siempre, ya tengo planes esperando a que todo salga bien, nada ni nadie podrá arruinar ese momento.

Solo tenerlo en mis brazos me hace suspirar, es lo mejor que me ha pasado, fue mi primer novio, aunque me equivoqué en aceptar a alguien más, sé que no habrá otra persona en mi vida:
— Eres todo lo que siempre he deseado, me siento seguro cuando estás junto a mí, mi pensar y alma están contigo, me haces el hombre más feliz del mundo, te amo como no tienes idea.

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora