Malentendido.

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[Hilal]
Ayer fue un día especial, disfruté mucho de estar con Helio de esa forma, las madres de él también son muy buenas personas.

Llegar a este hogar es lo mejor que me pudo pasar, espero siempre demostrar que estoy agradecido con lo que pueda ayudar.

El día de hoy Helio quiere que salgamos junto con Ámbar, no es alguien que pueda sentir confianza, pero supongo que lo puedo intentar por mi lobo.

Helio entra en mi habitación, me asusta un poco, pero me calmo dando una sonrisa:
— Le dices a tus madres que toquen antes de entrar cuando entras siempre a mi habitación sin avisar, ¿qué hubiera pasado si estuviera quitando mi ropa?

Se pone rojo y tapa sus ojos:
— Tienes razón, perdona, la próxima vez tocaré antes la puerta.

Doy unas palmadas en la cama al lado mío para que se acercara a sentarse conmigo:
— No te preocupes, mejor dime, ¿a qué hora vamos a salir?

Se sienta y me sonríe:
— En un rato más, solo que Ámbar me mande mensaje avisando que está lista y nos vamos.

Beso su mejilla:
— De acuerdo, voy al baño y regreso.

[Helio]
Hilal se va, veo su celular a lo que se me ocurre que puedo tomarme una foto, podría ponerla de su fondo de pantalla para después sorprenderlo.

Cuando estaba enfermo me pasó su contraseña para unos asuntos, así que no hay problema en desbloquearlo.

Cuando abro la cámara empiezo a posar para tomarme la foto, antes de tomarla me llama la atención la miniatura que aparece en la esquina.

No sé si esté bien que la vea, después de todo es la privacidad de Hilal, pero quién no ha dado un pequeño vistazo al celular de su novio. Además, no creo que sea algo de lo que Hilal se pueda preocupar.

Cuando veo la foto me llena de enojo, ¿cómo puede ser que tenga la foto del miembro de alguien en las fotos que él toma? Es la única que tiene, debe ser tan especial si es la única que ha tomado.

Dejo su celular en la cama, no puedo esperar a que salga, trato de irme lo más contenido posible, pero no creo que pueda mucho con ello.

Estando a punto de salir escucho la voz de mi madre loba:
— ¿Helio? ¿Qué es lo que tienes? Rara vez te he visto enojado, sabes que no debes dudar en decirme.

No le doy la cara:
— No puedo, necesito salir.

Sin esperar a que me diga algo azoto la puerta dirigiéndome en casa de Ámbar.

[Hilal]
Escuché la puerta, salgo del baño y cuando me di cuenta mi celular ya no estaba en su lugar.

Lo tomo saliendo de inmediato, la madre de Helio se ve confundida:
— Hilal, ¿sabes que le sucedió a Helio? Estaba muy molesto, tanto que ni siquiera me dio la cara y se fue.

Estoy igual de confundido:
— No lo sé, solo le pedí que me esperara un momento y al regresar ya no estaba, creo que iré a buscarlo.

[Helio]
Justo cuando estaba de camino ne encuentro con Ámbar que se dirigía a mi dirección, cuando nos encontramos ella se ve confundida:
— Estaba de camino a tu casa, te quería sorprender, pero la verdad es que me sorprendes más con esa actitud, ¿qué pasó?

Sigo caminando ella me sigue:
— Deja que te lo cuente después, ahora mismo me encuentro muy molesto con Hilal.

[Ámbar]
Me desconcierta que se encuentre en esta situación, ¿qué pudo hacer que se enojara de ese modo? Normalmente él es muy alegre, tranquilo, sino conociera su rostro podría decir que es otra persona.

Seguimos caminando hasta llegar a un parque, parece que está más tranquilo, intentaré preguntar:
— Helio, ¿ya me puedes decir que fue lo que sucedió?

Suspira:
— Sí, te puedo contar. Estoy muy enojado con Hilal, pues quería darle una sorpresa tomándome una foto para él mientras que estaba ocupado. Al revisar su celular me di cuenta que en su galería había la foto de un pene, no sé de quién puede ser y es la única foto que tiene. ¿Cómo puede ser capaz de hacerme algo así? ¿En qué momento pudo aprovechar para hacerlo? Es difícil saber dónde sucedió ya que en su mayoría solo se ve ese miembro.

Ahora entiendo que se encuentre en esa situación:
— Helio, lamento que haya sido así, de verdad que está muy mal lo que él hizo, ¿quién hubiera imaginado que tendría el corazón de engañarte después de conocerte?

Me mira confundido:
— Un momento, ¿no crees que estoy exagerando?

Niego suave con la cabeza:
— Claro que no, una vez ya me lo hicieron a mí. Creí que estaría mal si me pusiera celosa, nunca te dije que estaba en una relación porque en verdad no duró mucho, el punto es que estando a su lado recibió un mensaje el cual solo miré por casualidad, le pedí que lo abriera ya que se había puesto nervioso y eran ñas fotos de otra mujer desnuda diciendo que eso le espera después de que se fuera de mi casa. Quiso engañarme diciendo que se habían equivocado, más no le creí, no iba a permitir que alguien se burlara de esa forma de mí. Tampoco pienso dejar que alguien te haga daño.

Siento que me abraza:
— Gracias Ámbar, eres una muy buena amiga, me gustaría encontrar la manera de pagarte.

Lo abrazo también:
— No tienes que pagarme nada ni dar las gracias, para eso estamos los amigos.

Se separa estando triste:
— Pero, ¿qué voy a hacer con Hilal? ¿Cómo podré hacerle frente?

Me mantengo firme:
— Debes de decirle la verdad, que lo descubriste y que ya no lo quieres en tu vida.

No está convencido:
— Aún así vivimos juntos, y mis madres lo aprecian. Tampoco es que él tenga a dónde ir.

Lo pienso un momento antes de darle otra solución:
— Habla con él a solas, citalo en un lugar o algo, para que tus mamás no se enteren de esto. Si el decide irse que al menos puedan acordar algo.

Se ve más tranquilo:
— ¿Qué haría sin ti? Eres única Ámbar.

[Hilal]
Estuve buscando como loco por todos lados, pero nunca pude encontrar a Helio. Intenté llegar a casa de Ámbar, pero también se ha ido.

Puede que estén juntos, de nada me sirve si no los puedo encontrar. Regreso a casa muy triste y preocupado, ¿qué pudo hacer que Helio se pusiera de esa forma?

La señora loba me mira preocupada:
— ¿Alacanzaste a Helio?

Bajo la mirada:
— Me temo que no, no sé dónde está.

Toma mi hombro:
— Tranquilo, hay que esperar a que vuelva. Si te hace sentir mejor le puedo llamar para saber si lo puedo encontrar.

Eso es:
— ¿Cómo no se me había ocurrido? Creo que lo voy a llamar yo, Helio me necesita y tengo que apoyarlo.

Ella sonríe, yo saco mi celular y al desbloquearlo me lo primero que veo es el miembro de Raimundo lo que me hace sonrojar.

Voy de inmediato a la pantalla de inicio algo nervioso:
— ¿Qué sucede, Hilal?

Estoy confundido:
— Miré algo que se supone que... Oh, lo entiendo ahora, sé qué pudo hacer poner así a Helio, solo es un malentendido. Lo llamaré ahora mismo.

Trato de llamarle, pero no responde.

[Helio]
Hilal me está llamando, van varias veces que lo hace:
— Parece que de verdad está preocupado, debería responder.

Ámbar me quita el celular antes de que pueda responder:
— No, así son ellos, te quieren hacer creer que lo lamentan cuando lo único de lo que se arrepienten es ser descubiertos. Mejor vamos a dar otra vuelta, así te despejas y piensas cómo decirle a Hilal de esto.

Tenía ganas de responder, pero puede que tenga razón, mis emociones son peligrosas ahora.

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora