Complicado.

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[Helio]
Sin duda han sido unos días emocionantes, siempre un nuevo lugar donde pueda estar lo veo como un mundo lleno de posibilidades.

Aunque ya hay varios de mis compañeros con los que he estado conversando aun no logro acercarme al mundo que es Hilal, tiene un aura llena de misterio.

Al llegar a la escuela trato de encontrarlo, por un descuido me topo con un compañero, por suerte ninguno de los dos cae:
— Deberías de tener más cuidado, fíjate por donde vas.

Es Raimundo, no me he involucrado con él por lo sucedido cuando entré:
— Perdón, estaba buscando a Hilal, ¿lo has visto?

Se pone serio:
— ¿Para qué lo necesitas?

Su expresión demuestra el desagrado que tuvo al hacer la pregunta:
— Solo quiero hablar con él, pero veo que te molesta incluso que hablen de Hilal, bueno, me retiro para buscarlo.

Me toma a la fuerza del brazo cuando paso a su lado:
— No me vengas con esas cosas, ten cuidado, no por ser el nuevo te voy a dejar pasar lo que hagas o digas.

Me suelto de él:
— No quiero problemas contigo, mejor déjame en paz y yo no te haré nada.

Me voy sin esperar a que pudiera decir algo, vaya que puede ser un tipo pesado, me imagino que el husky debe de estar cansado de Raimundo.

Antes de entrar al aula me alcanza Fénix:
— Buenos días Helio, ¿estás listo? Las clases comenzarán dentro de poco, deberíamos de buscar asiento.

Le sonrío algo apenado:
— Lo siento Fénix, esta vez quería hablar con Hilal. Me agradas, eres muy buen chico, solo tengo curiosidad de él.

Eso parece confundirlo:
— ¿Hilal? ¿Qué tiene de interesante?

Veo que ese chico no es apegado a nadie, incluso Fénix habla como si no importara:
— Bueno, no lo sé... Aunque estando aquí, ¿qué sabes sobre él?

Se queda pensando un poco antes de responder:
— En realidad no hay mucho que pueda decir, desde que lo conocemos en el grupo ha sido alguien distante a todos. Nunca le ha interesado entablar alguna amistad o conversación, una vez lo intenté cuando lo conocí, pero es alguien muy sombrío, no tiene sentido del humor, no tuve interés en conocerlo más. Lo único que podría destacar de él es que es un alumno "ejemplar", siempre ha tenido las mejores calificaciones.

Aunque parezca que me ha dicho cosas importantes del husky en verdad no me revela nada acerca de su verdadera personalidad:
— Tal vez deba de preguntarle yo mismo acerca de lo que piensa o algo, no me gusta verlo tan solo.

Sonríe:
— Se nota que eres un buen hombre, solo que no te des muchas ilusiones, él no acepta que nadie se le acerque.

Es lo que me hace sentir peor, que no quiera a nadie a su lado, algo le pasa y nadie lo quiere ayudar.

Entramos y ahí está sentado en las primeras bancas, mira fijamente al pizarrón aunque no haya nada escrito aún.

Me acerco tranquilamente:
— Hola, ¿qué miras, o qué piensas?

Escucho la voz de Raimundo como si estuviera detrás mío:
— Tal vez solo está esperando a que comiencen sus preciadas clases. Es un nerd, lo único que sabe hacer es estar metido en libros, anotar lo que escucha, que patético.

Me molesta su actitud, aunque no le doy la cara porque no quiero tener problemas por su culpa:
— ¿Ya terminaste? No te había preguntado a ti, se lo pregunté a Hilal.

Veo que el Husky baja el rostro, siempre se nota de pocos ánimos:
— No te preocupes, él tiene razón, no soy bueno para nada más. Tampoco es que deba de importarte mucho que es lo que hago, no eres nadie para que te diga sobre mí.

Eso me sorprende, el león se ríe dando palmadas en mi espalda:
— Ya lo oíste, para el eres como un cero a la izquierda. Las habilidades sociales tampoco son lo suyo. Ya no quiero perder tiempo aquí, me dan pereza.

Se va a sentar, yo por mi parte, aunque no pueda creer la reacción del chico me siento a su lado, Fénix me susurra al oído:
— Cuando te arrepientas tendré un lugar para ti a mi lado.

Se voltea a vernos:
— No te preocupes, no tardará en estar a tu lado, puedes irte tranquilo.

Se asusta un poco para después retirarse, lo ha escuchado. Bueno, al menos ahora estamos solos.

A punto de preguntarle algo más entra la profesora de matemáticas:
— Buenos días chicos... Oh, vaya sorpresa. Empezaba a creer que tus compañeros te dejaban aislado, pero alguien se ha interesado en estar contigo.

Es cruel cuando incluso los maestros se dan cuenta de lo que sucede y decidan no decir o hacer algo al respecto.

Él mira a la maestra con esa misma cara que no demuestra muchas expresiones:
— No debería de emocionarse profesora, no tardará en estar con los demás. Estoy bien solo.

Se queda sin palabras por un momento ante la respuesta de Hilal, de hecho todos parecen estar en su contra dando murmuros sobre él. De pronto veo como es golpeado por una bola de papel.

La profesora se molesta:
— Raimundo, te he dicho que tienes que ser respetuoso, tú más que nadie debe de ser más ordenado y eres el primero en causar desastres.

Volteo a verlo:
— Yo no he sido profesora, no todo lo malo que pasa aquí lo hago yo.

Uno de sus amigos se levanta:
— Lo siento, fui yo.

Se dirige a levantar la bola de papel y tirarla en el cesto de basura, con tanto odio e incomprensión de nuestros compañeros entiendo porque a Hilal le es difícil encajar entre todos, sin embargo, creo que lo hace algo especialz hay algo en él que no me deja quitarle la vista de encima.

No de una mala manera, sino, que ese misterio que tiene tras él es lo que me hace tratar de comprenderlo.

Las clases continúan, Hilal no se molesta en verme ni una sola vez, cuando llega el momento de tener un descanso solo pone su mochila sobre la banca y la usa como si fuera almohada dirigiendo su mirada a otro lado para no verme:
— Disculpa que te moleste, ¿podemos hablar?

No se molesta en verme:
— Creo que solo vas a perder tiempo, deberías de comer o andar con tus nuevos amigos. No hay nada en lo que debamos de hablar, ¿o acaso también tienes algo de que mofarte? Ya tengo suficiente con nuestros compañeros, no me hace falta.

Me pone triste escucharlo, bajo mis orejas por ello, Fénix se pone frente a mí:
— Te dije que no sería fácil estar al lado de don gruñón. ¿Te parece si vamos a comer?

No quiero dejarlo solo, pero no creo que deba de aferrarme a estar a su lado, deberé de intentar poco a poco:
— Ya vuelvo Hilal, si te parece bien estaré en la cafetería esperando que vayas, de lo contrario regreso al terminar el descanso.

[Hilal]
So espero a que Helio y Fénix se vayan, Raimundo se acerca cuando se han ido todos:
— Escucha, este sábado irás a mi casa para que me empieces a ayudar, pero en la tarde que en la mañana voy a entrenar, ¿entendido?

No tiene caso decir que no:
— Sí, ¿algo más?

Se va alejando:
— Solo quiero que estés aquí en la escuela, pero espera donde nadie te vea.

Vaya que molestia, no solo tengo que aguantar a Raimundo y los demás, ahora Helio se ha sumado al grupo con lo que sea que esté tramando, ¿por qué es tan difícil la vida de un estudiante?

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora