No es lo que piensas.

103 19 2
                                    

[Hilal]
Su madre se asusta, trato de calmarla:
— No me responde, pero no hay motivos para desesperar. Es más probable que solo sea su enojo a que algo malo hubiera sucedido, solo hay que esperar a que vuelva o regrese la llamada.

Se sienta tratando de estar tranquila, después recibo una llamada me da tanto gusto y alivio que sea de parte de Helio:
— ¡Helio! ¿En dónde estás? Te he buscado por todas partes sin saber nada de ti. Por favor, quiero hablar contigo.

De manera extraña está relajado:
— Vamos a hablar, ven al parque, aquí hablaremos. Te mando por mensaje cuál es.

Me cuelga, poco después me lleva el mensaje de su ubicación. Voy a tratar de no tardar para que pueda solucionar todo este problema.

Salgo de inmediato siguiendo el camino que debo de tomar, siento algo de desesperación al querer estar pronto en el parque.

Muy agitado y agotado llego al parque, puedo ver que está sentado junto a Ámbar, me acerco sin perder tiempo.

Trato de tomar aire antes de hablar:
— Al fin...al fin llego, no sabes cómo me sentí cuando saliste de esa forma.

Ámbar se pone a la defensiva:
— Sí tanto te importaba, ¿por qué le mentiste de esa forma? Nadie se mete con Helio, te vas a arrepentir por lo que hiciste.

Eso me asusta, el lobo la detiene:
— Espera, creo que al menos debemos dejar que de una explicación. Veamos si tiene el valor de decirme la verdad o si va a negar todo.

Suspiro con la mirada y orejas hacia abajo:
— Helio, al principio no entendí lo que sucedía, fue extraño saber de tu reacción. En el momento en que miré mi celular para llamarte me di cuenta de lo que sucedía, piensas que te estoy siendo infiel, ¿cierto?

Asiente:
— Sí lo sabes sin decirte entonces quiere decir que es verdad.

Me pongo firme:
— Nunca pensarías en engañarte, eso que viste ni siquiera lo hice yo, más bien se me olvidó que tenía eso. Desde un principio no lo quería, fui obligado a tenerlo.

Ámbar se levanta enojada señalandome de manera amenazadora haciendo que retroceda:
— Esa es la peor excusa que he escuchado en mi vida. Deberías de tener el valor de decir la verdad.

Helio la detiene de nuevo:
— No vamos a llegar a ningún lado si solo lo estás atacando. Ahora, dime, ¿cómo es eso que fue obligado?

Tengo que ser sincero con él:
— Verás... Raimundo y yo eramos novios a escondidas de todos, él es demasiado dominante y solo quería hacer lo que le causaba placer. Las fotos que se difundieron en la escuela fue una de las dos ocasiones que intentó tener algo conmigo, antes de eso tomó una foto de su miembro amenazando que no la borrara. Ya que le tenía miedo no lo hice, además, ya la había olvidado por eso la encontraste ahí... nunca sería capaz de engañarte, mucho menos después de todo lo que has hecho por mí.

Ámbar parece molesta aún:
— No irás a creer eso, ¿o sí?

Él tiene sus ojos cristalizados, se dirige a abrazarme, se aferra a mí:
— Lamento haber dudado de ti Hilal, debí de preguntar antes por qué, pero fui un celoso impulsivo. ¿Me puedes perdonar?

Me duele que haya dudado:
— Lo puedo hacer, pero me lastima que pienses de mí así. Aunque más molesto estoy conmigo de no demostrarte que solo eres tú en mi mundo.

Besa mi frente sosteniendo mis mejillas entre sus manos:
— No, es solo que me dejé llevar por una impresión.

Beso su cuello:
— Quiero demostrarte que eres el único, hay algo que tenemos que hablar con tus madres.

Ámbar se pone frente a nosotros:
— Lo siento si fui agresiva Hilal, no soportaba la idea de que alguien lastime a Helio. Lo quiero mucho que no soporto la idea de que le hagan daño.

Sonrío leve:
— Descuida, también haría todo para protegerlo. Por cierto, toma mi celular, borra esa foto, quiero que seas tu quien lo haga para que no quede duda.

Le doy mi celular, pero él no lo acepta:
— Por supuesto que no, sé que lo vas a hacer y perdona por revisar tu celular sin antes haber preguntado.

Me besa tiernamente en los labios:
— No importa, ahora que estamos todos bien, tenemos que regresar a casa.

Mira al parque:
— Pero no es tarde, ya que estamos aquí podríamos...

Lo interrumpo;
— Vamos, tenemos que hablar... a solas.

Sin preguntar más nos vamos los tres, primero dejamos a Ámbar a su casa, tomados de las manos entramos a nuestro hogar.

Su madre loba se levanta alegre para abrazarnos:
— Estaba muy preocupada, me alegra que se encuentren bien.

Me da algo de pena, pero me acerco a susurrar a la oreja de ella.

[Helio]
¿Por qué Hilal quiere decirle algo que yo no sepa? Solo puedo ver como se sorprende mi madre:
— ¿Estás seguro?

Hilal asiente:
— Sí, además, creo que ya se ha dado cuenta de algo.

Empieza a oler un poco:
— Tienes razón, proviene de Helio. No puedo creer que esto esté pasando, aunque no voy a ser tan mala como para separarlos, si están seguros de esto lo haré, solo hay que esperar un poco.

Estoy confundido, mientras tanto estamos sentados en la sala, yo abrazo a Hilal mientras que mi madre solo parece a esperar a mi otra madre.

Cuando ella llega se levanta:
— Cariño, me alegra que hayas llegado, tenemos que hablar con los chicos y después tenemos que ir a dar una vuelta.

Al igual que yo se ve confundida:
— ¿Pero de qué estás...? Oh, ya lo he notado, entiendo, ¿estás segura de dejar que esto suceda?

También ha olido en su entorno, eso me da curiosidad:
— ¿Qué es lo que está pasando? Parece que soy el único que no se ha dado cuenta de lo que sucede, ¿puede alguien decirme, por favor?

Mi madre loba toma mi hombro:
— Vamos a tener esa platica especial contigo y con Hilal, ¿no te sientes algo extraño?

Ahora que lo menciona sí:
— De hecho hace un poco de calor, pero supongo que es lo normal por estar en esta estación del año.

Sonríen las dos mientras me piden que tome asiento, Hilal toma mi mano:
— Descuida, no será nada de otro mundo, no tienes porqué sentir vergüenza.

Creo que eso hablaban:
— ¿Tú le pediste a mis madres hablar de esto?

Me sonríe:
— Así es, porque también voy a llegar a las acciones como tú, sé que es algo que puedes necesitar.

Mis madres se quedan paradas frente a nosotros, empiezan a dar la platica acerca de tener relaciones sexuales. La verdad me siento muy apenado que estén hablando de esto ahora con nosotros.

Hilal parece de lo más normal, aun así no puedo evitar sonrojarme frente a ellas. Quisiera que la tierra me tragara ahora mismo, ya no hay manera de evitarlo, para mi mala o buena suerte me tomaron con la guardia baja.

Lo bueno es que parece que ya están terminando, aunque, ¿para que querrán dejarnos a solas? Ellas van a irse después de esto, ¿no creerían más prudente que permanecieran un rato con nosotros?

En fin, no debería de dudar de ellas, saben lo que hacen, confío en que todo estará tranquilo.

Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora