Al Revés [Furry Yaoi] [Terminada]

Gran daño.

[Hilal]
Ya ha llegado el fin de semana, tengo que dirigirme hacia la cancha donde se hará el juego de Raimundo, no quiero que se moleste conmigo.

Ahora más que nunca estoy confundido, todo por causa de Helio. Su forma de ser me deja muchas cosas que pensar respecto al león, tal vez he equivocado en permitir que Raimundo me haga lo que quiera, pero me hunde en el miedo, creo que Helio no me haría eso.

Aun así no encuentro el valor para decirle al león que no quiero seguir siendo su novio, solo me puedo limitar a hacer lo que me pide. Tengo las esperanzas de que pierda el día de hoy, debería de animarlo, pero sé lo que eso significa.

De cualquier forma llego al lugar, parece que hay más personas a la vez pasada, Rai está sentado junto a James en las bancas del público:
— Pensé que no vendrías.

El oso sonríe:
— Te dije que nuestro amiguito lo haría, se nota que no puede dejar de obedecerte. Bueno, me retiro, tengo que arreglar un par de cosas, los dejo.

Se levanta para irse, al menos James ha sido un tanto más amable de lo que es mi supuesto novio.

Me siento a su lado, puedo ver que pone una sonrisa pícara:
— Así que no puedes dejar de seguir mis órdenes, ¿verdad? Me gusta la manera en que eso a sonado, has sido tan buen novio que trataré de ganar por ti hoy.

En definitiva no es lo mejor:
— No te procupes, lo importante es que te diviertas.

Se ríe:
— Tonterías, además, en verdad quiero hacerlo contigo.

Se levanta sin decir más, espero que de alguna manera o de otra pierdan, sé que no voy a poder hacer que cambie de idea, lo mejor sería que la escuela rival fuera de las mejores para que no tengan oportunidad.

Ya que no suelo ver esto no tengo idea de cuáles son buenas y las que no, solo me queda esperar al resultado final.

Antes de empezar el partido Helio llega sentándose a mi lado:
— Hola, pensé que no te había gustado estar en este tipo de deportes.

Sonríe amablemente:
— Hola Hilal, es cierto, pero como la vez pasada noté que te habías quedado supuse que podría encontrarte el día de hoy y créeme que me da gusto. Además, es un buen toque que sea mientras cae el sol, una buena vista para estar contigo.

Veo al cielo y tiene razón, el sol caerá en cualquier momento, me sonroja que piense en algo así para mí:
— Eres un tonto Helio, solo me haces sentir extraño.

Puedo ver que agita su cola:
— ¿En serio? Puedes decirme lo que quieras, pero saber que te causo alguna reacción me hace muy feliz, me hace tener esperanza.

No puedo negar que se ve lindo, pero no es bueno darle alguna esperanza de lo nuestro, aunque tampoco quiero lastimarlo.

Aunque... tampoco quiero perderlo como la última vez, es por eso que solo me confunde sin saber qué hacer:
— ¿Te quedarás todo el partido?

Mira hacia enfrente viendo que ha comenzado:
— En realidad no, no porque no quiera, sucede que tengo que salir a unos asuntos con mis madres. Vendrán en un rato, mientras llegan quiero estar contigo. Por cierto, no creas que se me ha olvidado.

Me da curiosidad saberlo:
— ¿Olvidar qué?

Responde devolviendo su mirada:
— Que te he prometido darte tu peluche, sonará tonto, pero me he encariñado con él, saber que será tuyo hace que estés en mi mente y en mi corazón aunque no estés frente a mí, pero es como si lo estuvieras.

Me conmueve la manera en que se expresa, me gustaría abrazarlo más la amenaza latente de Raimundo saltará en cualquier momento, no quiero problemas con nadie.

El juego avanza, como ha dicho Helio llega la hora en que tiene que irse, se despide de mí pidiendo vernos en otro momento lo cual no he asegurado, aunque para sus tutorías tendremos que vernos.

Ahora solo quedan unos minutos, la verdad estoy muy aterrado, no es que vayan empate, es porque el equipo de Raimundo va ganando por dos goles, es imposible que perder con el tiempo que queda.

Esto se acabó, encima lograron anotar un gol más de último momento. Mientras todos se van el león se dirige hacia mí.

[James]
Veo que mi amigo ha decidido irse con ese chico, tal vez debería de seguirlo de cerca junto con los demás, puede que ahora sea el momento de lo que tiene planeado, no debería de perderlo de vista.

[Hilal]
Raimumdo hace que lo siga:
— He traído el auto, solo debemos esperar a que se vayan para que podamos tener nuestro momento a solas.

Por primera vez quiero que se queden más tiempo, sin embargo, solo tardan unos minutos en irse.

Me abre la puerta de la parte de atrás del auto, yo entro y después él conmigo:
— Espero que no te importe que no me haya podido duchar, pero te aseguro que así disfrutarás más del olor de mis hormonas.

No tarda mucho en empezar a hacer que lo bese, empieza a tocar mi cuerpo como era de esperarse. Se detiene un momento:
— ¿Sabes? Me gustaría hacerlo por mi mismo, pero por esta ocasión quiero que seas tú mismo quien retire su ropa frente a mí.

No puedo creer que me pida eso:
— ¿Es en serio?

Sonríe con malicia:
— Por supuesto, entrégate a mí, sabré recompensar eso.

No quiero, pero no hay algo que pueda hacer. Empiezo a quitar mi camisa lentamente, no es que lo quiera seducir, más bien no quiero que me vea sin ropa por eso tardo en hacerlo.

Luego quito tenis y pantalón, me quedo solo en un bóxer ajustado, hace que me recueste en el asiento:
— Te ves muy hermoso Hilal, me siento ansioso por tomar tu ser para mí, ser el primero en tu vida.

Me toma de las cinturas, solo siento como hace que mis piernas estén alrededor de su cintura y comienza a pegar su miembro detrás de mí, me siento aterrado y siendo durante la noche será difícil que alguien nos perciba.

Antes de que pueda hacer algo más se ven algunas luces, como si tomaran fotos, en seguida se escuchan risas se nota lo nervioso que se pone Raimundo.

De inmediato se separa y hace que salga del auto sin poder vestirme lanzando mi ropa mientras siguen tomando fotos.

Escucho al oso:
— Que buena manera de hacer que se sienta humillado como dijiste.

Me empiezo a vestir, al terminar me acerco llorando a Raimundo:
— ¿Solo fui una broma para ti todo este tiempo?

Es ahora cuando quiero que sea honesto:
— Por supuesto, ¿creías que te amaba? Eso jamás va a pasar.

Me hace enojar y llorar:
— Te odio, ojalá no te hubiera conocido nunca.

Me voy triste de ahí, nunca me había sentido tan humillado en mi vida, siempre me hacía cosas malas, pero esta vez se ha excedido.

[Raimundo]
Maldita sea, ¿por qué tuvo que llegar James? No quise decir eso, pero los chicos están aquí, no pude hacer más que disimular siguiendo su juego.

Ahora será difícil convencer a Hilal de que las cosas no son lo que parecen, menos con las cosas que dije.

No quiero que lo nuestro termine, me dejé llevar demasiado y ahora no haré más que pagar por todo lo malo que le hice.