21.Quedate

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[Narra Mbappé]

Luego de que "la rubia" nos dejara en paz, Emiliano y yo nos dirigimos al auto en silencio. Él subió al asiento del conductor y nos fuimos en dirección al restaurante en el que habíamos quedado almorzar.

La verdad es que no estaba contento con la situación. Ella era tal como la imaginaba, no era muy alta, era delgada, tenía un aspecto muy delicado, inclusive era algo "tierna". Y su sonrisa... Su sonrisa era muy cálida, era lógico que le gustara a Emiliano...

Y Emiliano... Bueno, el es muy alto, más que yo, y también es alegre, su sonrisa es contagiosa... Quizás fuesen a hacer una linda pareja, pero, no quería que esto sucediera, esto no me gustaba, amaría que él la hubiese rechazado... Pero le dijo que sí iría, y ya no hay nada que hacer, no puedo decidir por él.

Y aunque tengo conciencia de que no es de mi incumbencia, me dolía, la verdad es que sentía que si decía una palabra, iba a llorar, todo estaba tan bien, la estábamos pasando tan bien, y ahora el ambiente estaba tenso otra vez...

Entonces cierro los ojos y respiro, intento calmar mis emociones, solo, actuar como si no me importara, Emiliano ya me lo había dicho una vez, yo no soy nadie como para venir a decirle lo que puede o no ser...

Luego de estar inhalando y exhalando, mi pequeño momento de reflexión fue interrumpido por Emiliano.

-El GPS dice que llegamos ¿es acá? - pregunta Emiliano.

Entonces abro los ojos y veo que habíamos llegado al restaurante. Intento poner mi mejor cara para que simplemente actuemos como si nada hubiese pasado. O quizás esa era la verdad para Emiliano, quizás para él era algo normal, sin importancia, y yo estaba sufriendo por eso sin razón.

-Sí... Es acá- le respondo, obviamente desanimado.

Había pensado mucho en qué le podría gustar a Emiliano, y me terminé decidiendo por un restaurante de fondue, pero ahora el ambiente estaba arruinado, las cosas no iban a salir como yo quería, de nuevo.

Entramos al restaurante, tomamos asiento y pido la especialidad de la casa.

-No me esperaba que me trajeras a un restaurante de fondue, no sabía que te gustaba- dice Emiliano.
-Pensé que te gustaria, yo casi no vengo a comer acá porque, bueno, tengo cuidar mi alimentación, pero como estás de visita quise mostrarte los mejores lugares- le respondo.
-Y se ve que elegiste muy bien, porque estoy viendo lo que tienen los de la mesa de al lado y tiene una pinta, que me entró una re lija-
-¿La lija? -pregunto, ya con mejor ánimo.
-O sea que me dio hambre-
-Bueno, puede ser que uses lija y hambre como sinónimos, pero la verdad no le veo la relación- digo riendo.
-Bueno, ahora que me decís yo tampoco sé por qué se le dice así- me responde, también riendo.

El ambiente ya había vuelto a recuperar su color. Estábamos más relajados otra vez, pero la verdad es que sentía que quería huir de la situación. Volver a mi casa, hundirme en mi cama y simplemente olvidar que eso había sucedido.

Justo a tiempo para tapar esos pensamientos que se adueñaban de mi mente llegó la comida. Cuando vi el fondue olvidé por completo en lo que estaba pensando y me di cuenta de que tenía mucha hambre y la comida se veía deliciosa.

...

Emiliano y yo terminamos de comer. Tal y como me esperaba, la comida estaba deliciosa. Hablamos un rato más sobre cualquier cosa sin mucha importancia, después ambos concordamos en que ya había sido demasiado turismo por un día, y volvimos a la casa.

...

Allí ambos nos sentamos en la sala y como queríamos hacer algo más tranquilo nos pusimosa jugar el FIFA en la PlayStation.

Yo era muy bueno jugando, pero no lo podía negar, Emiliano también era muy bueno, íbamos parejos. Estuvimos toda la tarde jugando, pero al final terminé ganando yo.

Entonces nos dimos cuenta de que ya eran las 6 de la tarde y Emiliano había acordado encontrarse con su "cita" a las 8 en el restaurante, así que se fue a bañar y me dejó jugando solo.

Era un poco injusto, Emiliano se había estado quedando en mi casa, pero yo no tenía ni su número de teléfono, en cambio, ella no dejaba de llamarlo...

...

Ya eran las 7:30 y Emiliano recién había terminado de cambiarse. Estaba muy bien vestido, y usaba una colonia que olía bastante fuerte, pero que de alguna manera concordaba con él, le quedaba bien. Me hacía desear que él hiciera eso por mí, ojalá se hubiese vestido así para impresionarme a mí...

Entonces vino y se despidió de mí, me dijo que no iba a volver muy tarde, pero la verdad es que no creía en sus palabras, la última vez se durmió en su casa, hoy no tenía por qué ser diferente...

Cuando lo vi tan bien vestido sentí un gran impulso de pedirle que se quedara, evidentemente se había esforzado en verse bien, y ella era muy linda, sin duda se iban a enamorar, y yo... La verdad es que no quería que eso sucediera.

Habían tantas cosas que desearía que nunca hubiesen sucedido, desearía que ellos no se hubiesen conocido, que él no hubiese pasado la noche a su lado, que no me hubiese mentido, que ella no hubiese aparecido cuando nosotros dos estábamos pasando un buen momento, pero entre tantas cosas, la única verdad era que no me arrepentía de haber recibido a Emiliano en mi casa. Daba igual, sin importar lo mucho que deseara que tantas cosas no hubiesen sucedido, nada podría cambiar.

Emiliano se estaba yendo, y yo no podía hacer nada al respecto, salir afuera corriendo y gritando que se quedara conmigo no era una opción, y cómo no podía hacer nada al respecto, me fui a mi habitación, puse música y me recosté intentando no pensar en nada.

Continuará...

la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora