28.Tirado en la calle

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[Narra Mbappé]

Me sentía muy frustrado. Las lágrimas caían por mis ojos incontrolablemente, y lo odiaba. Nunca me permití llorar, llorar es para débiles y yo no puedo serlo. Pero ahora lo estaba siendo, estaba siendo débil, y no lo podía evitar, sentía esa sensación de dolor en el pecho, que me asfixiaba, no podía parar.

Y aunque quería irme, seguía ahí, en la puerta del club, intentando esconder la vergüenza que sentía por toda la situación, deseando que nada hubiese ocurrido.

Pensaba en esa rubia. En lo que ella me había dicho antes, y me dolía aún más. Quizás el ya estaba en su casa, durmiendo a su lado, y yo estaba acá, arrepentido de tantas cosas...

Ella... Ella me generaba muchas cosas, yo, simplemente la odiaba. Odiaba que ella hubiese aparecido en la vida de Emiliano, odiaba que Emiliano haya tenido algo con ella, odiaba su existencia.
Y sobre todo, odiaba la posibilidad de que ella tuviese la razón, y que Emiliano no me volviera a dirigir la palabra...

Y no sé. Me daba miedo, miedo pensar en que quizás ella le hablara mal de mí a Emiliano, porque claramente mostró su opinión acerca de mí, me quería lejos de Emiliano, y nada me aseguraba que él no la fuese a escuchar.

Yo sé, que no fui el que fue atrás de Emiliano, y ahora el arrepentimiento y la culpa me persiguen. En ese momento en el que ella se acercó a mí, desearía haber cerrado su boca, y haber sido yo el que lo persiguiera. Pero no, yo permití que esto sucediera. Tenía miedo de lo que pudiese pasar... ¿Sería posible que Emiliano me rechazara y me dijera que no quería volver me a ver? Si ese fuese el caso, elegiría no saber...

Y ella era una falsa, recuerdo bien cuando la vi por primera, ella actuaba como una dulce e inocente flor, y ahora, había mostrado su verdadero rostro conmigo, era odiosa, y quizás Emiliano habría caído ante su engaño, por favor, que alguien la detenga...

Una vez me calmé, estuve un rato mirando al techo, sin hacer nada. O quizás fue más que un rato, quizás fue al menos una hora, hasta que por fin pude tomar fuerzas para volver a mí casa, aunque ocasionalmente, las lágrimas seguían brotando de mis ojos. Qué vergüenza...

Ya no quería estar ahí, estaba cansado. Solo quería estar un rato en el hidro en mí casa, con agua caliente y burbujas con olor a limón, me dolía tanto la cabeza...

Para colmo, no iba a poder volver a mi casa en el auto, maldigo el no poder conducir, y encima, yo vivía muy lejos como para poder ir caminando, así que me tuve que tomar un taxi, a pesar de que lo que más deseaba en ese momento, era estar solo.

...

Después del largo camino, al fin llego a mi casa. Eran casi las 2 de la mañana y yo seguía sintiéndome mal.

La supuesta noche de diversión que íbamos a tener se había tornado un desastre, quería seguir llorando, pero lo soporté. Intenté dejar de pensar en lo que había pasado, pero todos mis pensamientos volvían a conducir a Emiliano.

Le pago al conductor y me bajo del taxi, apenas lo hago, se va rápidamente, supongo que era otro que no tenía otra buena noche, era entendible, seguía trabajando hasta esta hora...

Todo estaba muy oscuro y no había nadie, o eso era lo que yo había pensado, hasta que veo que hay una silueta frente al portón de mi casa, estaba tirado en el suelo.

No lo voy a negar, me asusté, pero también quería saber si era alguien que necesitaba ayuda, así que me acerco con cautela, y para mí sorpresa, era Emiliano.

-¿Emiliano? ¡Emiliano! ¡Despertate! ¿Estás bien? -digo frenéticamente. Por un momento había pensado que algo le había sucedido.
-¿Mm? ¿Kylian? -dice Emiliano, aún medio dormido.
-¿Qué hacés tirado en el medio de la calle? -

Entonces lentamente él se levantó, se sentó en el suelo y empezó a mirar a los lados, todavía dormido. Después soltó un suspiro y al fin me miró.

-¿Kylian? Volviste... Te estaba esperando- dice Emiliano
-¿Me estabas esperando? Pero si pensé que te ibas a quedar en la casa de la rubia esa... -
-¿Qué? No, ¿de dónde sacaste eso? -dice, aún medio dormido.
-Ella me lo dijo- Le respondo.
-Ah... No, le dije que no... Supuse que ya te habías ido, así que vine para acá, pero como no había nadie, y no me quería irme, me terminé durmiendo... -
-¿Y te parece bien? No sabes lo peligroso que es dormirte en medio de la calle a estas horas de la noche, ¿y si te agarraba un loco y te hacia daño? -
-Bueno... Pero eso no pasó... Además, es difícil encontrar a alguien peor que yo- me responde sonriendo.

No puedo evitar sonreír también. Era una mezcla de sensaciones, estaba principalmente aliviado. Aliviado de que él no se haya ido a su casa, aliviado de que él estaba bien, y además, parecía de buen humor, pero más que nada, feliz, porque él había preferido quedarse en el medio de la calle a esperarme, antes que irse sin arreglar las cosas.

El se levanta del suelo y me da un abrazo, tampoco parecía feliz por la situación.

-Perdón... Sé que yo, no tengo el derecho de actuar así, y meterme cuando yo fui el que primero se quejó de eso... Es solo que, pensé que él te estaba molestando-
-No, por favor, no digas eso, yo estaba a la defensiva... Me había molestado que te fueras con... Ella... Y actúe mal aunque sólo me estabas defendiendo... -
-Yo... De verdad no quería dejarte solo... Quería decirle que no quería seguir con ese tema, que no se me acercara más, pero me fui sin decirte nada... No puedo culparte por suponer-

Continuará...

la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora