la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]

33.¿Puedo saber tu respuesta?

[Narra el Dibu]

Había llegado el gran momento, estaría mintiendo si dijera que no estaba nervioso, pero también estaba feliz, y emocionado por decirle lo que siento... Si me corresponde o no, lo voy a aceptar sin más...

-Bueno, llegamos- digo con gran emoción.
-¿Vamos a comer ahí? -pregunta Kylian, apuntando al lugar en dónde ibamos a cenar.
-Sí, ¿ya habías venido? -
-No, pero creo que Hakimi dijo que la comida era muy buena, aunque la fila es interminable-
-Vamos- le digo, mientras le tomo de la muñeca y me dirijo hacia el restaurante.

Era un lugar lindo, muy elegante. Estaba, por supuesto, cerca de la torre Eiffel, y la fila de espera ocupaba la cuadra entera, pero por suerte, había hecho una reservación, o quizás esto no contaría solo como una simple reservación, quería que el ambiente fuese perfecto.

-Buenas noches ¿tiene reservación? -me pregunta uno de los recepcionistas en inglés.
-Sí, tiene que estar a nombre de Emiliano Martínez- le respondo.

Él empieza a revisar una gran lista de reservas y en cuanto vé mi nombre me dice "Ah, sí, los esperábamos, mi compañero los guiará"

Hacemos lo que el recepcionista nos indica, seguimos al mozo y vamos pasando al lado de todas las mesas del lugar. La comida olía deliciosa, y tenía una pinta increíble, eso me animaba.

Mientras caminábamos, estába realmente tentado a agarrar la mano de Kylian... Bueno, en realidad estoy mintiendo, no sólo estaba tentado, sino que de hecho tomé su mano... No pude evitarlo...

-Vamos- le digo, intentando disimular lo que acababa de hacer.

Nos subimos a un ascensor y nos vamos al último piso, el número 16. Me empecé a sentir un poco inseguro, quizás esto podría ser algo muy romántico para mí, pero podría no serlo para Kylian... Pero lo hecho, hecho está, solo me queda rezar por lo mejor.

Llegamos... Estábamos solos en la terraza, la luna brillaba como nunca, o quizás era la situación la que me hacía verla más brillante. Mis latidos se aceleraban, mis manos empezaban a sudar, pero intenté mantener la calma.

-Vení Kylian, espero que te guste... -

[Narra Kylian]

Sinceramente, estaba sorprendido, no esperaba algo tan... Especial... Lo sentía tan... Romántico... ¿Está bien si digo romántico? ¿Puedo decirlo? La simple idea hacía que mi corazón doblara su velocidad, y mi estómago se empezara a revolver, estaba tan nervioso...

El cielo se veía hermoso... Podía ver la torre Eiffel como nunca la había visto, parecía la escena de una película... Y el lugar era hermoso, todo estaba decorado con luces y flores, la música era tan seductora...

No podía ver a Emiliano a los ojos, sentía que si lo hacía me iba a derretir, me iba a rendir en sus pies... Él se veía tan atractivo, la atmósfera era tan romántica... Por favor... Por favor... Quiero que esto sea real...

Ambos tomamos asiento en la mesa, revisamos el menú y pedimos algo de comer, además, Emiliano pidió un vino para él y un jugo para mí... Aunque realmente no recuerdo de qué era... No me podía concentrar en la comida, ni levantar la mirada... Sentía que el contacto visual con él me desarmaría...

-Kylian, ¿qué te parece el lugar? -pregunta Emiliano, tímidamente.
-Me encanta, es realmente hermoso- respondo, aún sin poder ver a Emiliano.
-¿Pasa algo Kylian? -
-No, no, solo estoy apreciando la vista-
-¿Entonces podés verme por unos segundos? -
-Sí- digo, un poco dudoso, mientras finjo que lo veo al rostro, pero en realidad lo sigo evitando.
-Sé que no me estás viendo... - dice, mientras hace pucheros.

Entonces Emiliano se levanta de su asiento y se acerca a mí. Una vez se encuentra de pie a mí lado, mientras yo seguía sentado, toma mi rostro suavemente, haciendo que lo mire a los ojos.

Me da la mano, entonces me pongo de pie. Parecía que nada más existía en el mundo, solo estábamos nosotros dos, sin nada que nos atara. Él seguía acariciando mi rostro, sus manos eran tan cálidas... Sus ojos brillaban tanto... ¿Podría si quiera este momento ser real?

-Kylian... De verdad hay tantas cosas que te quiero decir... Tantas cosas que me haces sentir, pero nada sería suficiente, no hay palabras que puedan describirlo... Y pasamos tantas situaciones complicadas que ya no quiero que esto sea así, no quiero que esto sea confuso, quiero ser sincero de verdad... Kylian, me gustas... No sólo me gustas, me encantas, me encanta todo de vos... Cuando te reís de mis boludeces, cuando me miras así... ¿Cómo podría no haberme enamorado de vos? Si tenés esa forma de ser, que hace que cuando estamos juntos, todo parezca ser mejor... El cielo es más azul, las flores más coloridas... -

Realmente, mi cuerpo reaccionó por si mismo... Odio que en el fondo, las cosas me puedan afectar tan fuertemente, que no sea capaz de controlar mis emociones, pero cuando escuché sus palabras, empecé a llorar ¿por la emoción? ¿Porque estaba feliz? Probablemente ambos, no estoy seguro.

Aunque esa no es la única reacción vergonzosa que tuve, casi de inmediato, dejé que mis brazos rodearan a Emiliano, y hundí mi rostro en su pecho ¿podría algo sentirse mejor que esto?

Sentía que cada sentido de mi cuerpo explotaba... Él era tan cálido, su olor era tan irresistible, esto ni siquiera parecía real, y podía sentir que nuestros latidos estaban sincronizados... O quizás era mí imaginación. Sea cual sea la verdad, así era cómo se sentía.

-Kylian, ¿puedo saber tu respuesta? - pregunta Emiliano cálidamente.
-Sabes, la respuesta- digo, aun con mí rostro pegado a su pecho... Mí corazón estaba tan acelerado, y mí rostro me ardía.
-¿No la puedo escuchar saliendo de tus labios? -
-... -

Me quedo en silencio durante unos segundos, realmente era algo difícil de hacer para mí.

-Vos... También me gustas- digo en voz baja.
-¿Cómo?- pregunta Emiliano, quizás porque quería molestarme un poco, o quizás porque no me entendió de verdad.
-Que... Vos también me gustas... -

Es evidente que no soy la persona más apta en demostrar cariño, pero tenía que hacerlo... Entonces levanto la mirada, y con todo mí esfuerzo, digo en voz alta:

-Me gustas Emiliano, me gustas tanto que siento que lo único que hago es pensar vos, no puedo sacarte de mi mente...-

Casi de inmediato, Emiliano pega sus labios a los míos. Me tomó por sorpresa, pero me sentí tan feliz de que esto estuviese pasando... Quizás había sido un impulso suyo, pero al mismo tiempo era tan delicado, tan cuidadoso... Podía sentir como si me quisiese apreciar con mucho cuidado...

Continuará...