la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]

32.¿Cena romántica o despedida?

[Narra Mbappé]

Me sentía algo nervioso, por alguna razón. No estaba seguro de por qué Emiliano sugirió salir a comer. No sabía si estaba vestido adecuadamente, ni tampoco a dónde íbamos a ir. Estaba completamente perdido y no quería tener que preguntar, prefería fingir que no me importaba.

Como tenía esta duda por no saber a dónde iremos a comer, pensé en vestirme lo mejor posible, y si se da el caso en que es demasiado, adaptarlo, así que, sumado a mi vestimenta decidí ponerme un blazer de color rojo Rubí, quería algo que robara la mirada...

Por supuesto, también me puse un reloj Rolex, para darle más elegancia, y en la otra muñeca tenía el brazalete que me había regalado Emiliano, desde ese día no me lo saqué ni una sola vez, y pensaba seguir usándola la mayor cantidad de tiempo posible, aunque iba a ser inevitable tener que sacarme la cuando empiece a jugar...

Cuando al fin me terminé de vestir, me puse frente al espejo a ver cada detalle de mí. Si estaba todo en orden de pies a cabeza, y una vez que vi que todo se encontraba en orden procedí a perfumarme.

Quería que cada vez que alguien pasará cerca mío, oliera mi perfume, así que sin querer terminé poniéndome de más, pero al menos estaba bien vestido, o eso pensaba yo, espero que Emiliano también piense lo mismo...

Una vez que llegaron las 9:30, me dirigí hacia la sala. Emiliano iba bajando energéticamente las escaleras, con esa sonrisa que conseguía hipnotizarme cada vez que estábamos juntos.

Sin duda quedé impresionado, él también iba vestido con ropa formal. Tenía una camisa con un ligero toque azul, un blazer y un pantalón de vestir de color azul marino...

Mi pulso se aceleró... "¿Cómo podría una persona verse tan encantadora?" me preguntan a mí mismo, pero al mismo tiempo me recordaba a aquella noche en la que Emiliano se había ido a verla... a ella...

Aunque esta vez era diferente... Él no se iba a ver a nadie más que a mí. Todo el esfuerzo en su apariencia era para mí... Su atención iba a ser completamente mía... Al menos por esta noche.

Impulsivamente aparecía en mi mente ese momento en el que los labios de Emiliano estaban a centímetros de los míos... Y cuando lo encontré acostado en la calle, esperando por mí.

Quería pensar que Emiliano me iba a decir que correspondía a mis sentimientos, pero mi voz de la razón me decía que no me ilusionara, que me preparara para lo peor y así no sufriría, que podría hasta ser una cena de despedida...

Cuando Emiliano estaba al lado mío, solté una pequeña sonrisa, me encantaba el contraste en nuestras vestimentas, él iba de azul y yo de rojo, pero al menos ambos estábamos formales.

-¿Entonces? ¿No me vas a decir a dónde vamos a comer? -le pregunto, un poco tenso.
-Perdón... Es que cuando te vi me quedé sin palabras- me respondió.

Apenas dijo esa frase me di la vuelta, intentando evitar su mirada, sentí que mis mejillas ardían... ¿Cómo es que él podía decir cosas tan vergonzosas con tanta calma? O quizás yo me lo estaba tomando muy en serio...

-Bueno, si ya estás listo, vámonos- dijo, intentando reanimar la conversación, ante la evidente ausencia de una respuesta por mi parte.

Nos subimos a mi auto y él empezó a conducir hasta el lugar en dónde íbamos a cenar. Quizás yo estaba siendo demasiado consciente de la situación, pero en la radio solo sonaban canciones románticas...

-No respondiste a mi pregunta ¿a dónde vamos? -le pregunto, para llenar el vacío de la conversación.
-La verdad estoy un poco nervioso con ese tema... Quise elegir algo lindo, pero ahora siento que me fui por algo muy obvio y como sos de acá, no sé, capaz no te guste... No quiero parecer un cliché mal realizado-me responde, con bastante sinceridad.
-No hace falta que te preocupes tanto-le digo, intentando reducir su preocupación.
-Sí hace falta -dice a secas.
-¿Por qué sugeriste que salgamos a comer? -le pregunto.
-En realidad, es algo que estaba planeando hace varios días, pero, bueno, no se dio la oportunidad, y como ahora también quería hablar con vos... Y disculparme por como le hablé a tu amigo... Sé que estuvo mal... Entonces pensé que sería perfecto salir, así podríamos hablar con más calma-

Cuando dijo que lo llevaba pensando hace varios días automáticamente entendí que sí se trataba de una despedida... Que deprimente...

Pero lo entiendo, él estuvo durante muchos días conmigo, en poco tiempo ambos tendremos que volver a nuestros respectivos clubs. ¿Por qué el tiempo pasa tan rápido?

-Sí... Bueno, yo también sé que no estuvo bien evitar hablar con vos... Estaba enojado porque ayer no querías hablar conmigo... -
-Entiendo eso... Fue mi culpa por no explicarte lo bien, pero de verdad todo estaba bien... Es solo que quería reflexionar un poco... Aunque bueno, ahora siento que ya reflexioné demasiado-

Suelto una pequeña risa y me toco la frente en señal de impaciente.

-¿Cómo es posible que siempre nos pase esto? -pregunto.
-Quizás sea que necesitamos hablar más las cosas... No nos conocemos tanto, pero si habláramos más, en vez de estar en silencio... No sé, podríamos no haber discutido tanto... Aunque no me lavo las manos, sé que también puedo ser un poco inconsciente... -
-¿Un poco? -
-Bueno, mucho- me responde riendo.
-Sí... Es importante ser sincero, pero fuera de eso... Sé que tenés razón... Quizás nos falta comunicarnos más...-
-Bueno, yo te juro que estoy 100% abierto, dispuesto y sobre todo encantado de escucharte... -
-Sí ese es el caso, yo también prometo estar dispuesto a hacerlo... -

Continuará...