[Narra el Dibu]
Oficialmente era mi último día en París. Tenía sentimientos agridulces, la había pasado muy bien, también la había pasado mal, pero la verdad, no quería irme todavía, no había sido suficiente tiempo acá, todavía quería seguir conociendo a Kylian.
De cualquier forma, todavía era muy temprano para sentirme así, apenas había amanecido y faltaban muchas horas hasta tener que despedirnos.
Pensaba en qué podía hacer para Kylian ese día, entonces se me ocurrió que como el día de ayer él se había tomado el trabajo de prepararme el desayuno, hoy quería ser yo quién lo haga por él...
Sé que no era la idea más original... Pero tenía la fantasía de llevarlo a un picnic. Como todavía era muy temprano, me alcanzaba el tiempo de buscar un buen lugar y además podía preparar todas las cosas para comer allá.
Me levanté lentamente de la cama y salí de la habitación en puntillas, no quería que Kylian se despertara.
Quería que fuera algo privado, no sería conveniente que la gente lo reconozca por la calle, y por suerte, era el día perfecto para hacerlo, era un día de semana, bastante temprano y además estaba algo nublado, el pronóstico no marcaba que iba a llover hasta bastante más tarde, así que tenía que estar bien.
Tenía el lugar perfecto en mente, un parque donde la naturaleza crecía de forma más natural, donde muy poca gente va especialmente en días como este, y con un gran espacio para irnos a un lugar privado.
Una vez elegido el lugar, me puse manos a la obra y me fui a comprar todo lo necesario, quizás hasta terminé exagerando, pero quería que todo fuese perfecto...
Mi primera parada fue una panadería. Era bastante local, como esas pequeñas tiendas en las que solo van las personas que viven en la ciudad y en las que la calidad y el amor en sus productos está asegurado.
Lo primero que noté al entrar fue lo bien que olía ahí, y por consecuencia, no estaba seguro de qué comprar, además, no conocía del todo las cosas que le gustan a Kylian, pero como todo se veía tan rico, terminé comprando un poco de todo. Tenía baguettes, croissants, sándwiches, magdalenas, macarrones, galletitas, entre otras tortitas y panes.
Mi segunda parada fue una fiambreria, pero de esas grandes que parecen vender quesos con más años que yo. Habían todo tipo de quesos y de todos los precios. Me aseguré de llevar un poco de todo, nunca es suficiente queso. También llevé jamón, tanto crudo como cocido, algunas salchichas, mortadela y otras cosas. Por supuesto un dulce de batata para acompañar el queso.
Mi tercera parada fue una vinoteca. también era grande y tenía de todos los tipos vino, de todas las partes del mundo y de todas las edades. Por supuesto, compré una buena botella.
Mi cuarta parada fue una verdulería. Las frutas estaban a punto, tenían un lindo color, parecía que el universo había conspirado para hacer el día perfecto para mí.
Quería que no faltara nada, así que me lleve un montón de cosas. Tenía frutos rojos, habían frutillas, frambuesas, moras, cerezas, uvas y arándanos, también me llevé duraznos, manzanas, mangos, sandía, kiwis, toronjas, etc. Sí, básicamente de todo. Ya las podía ver cortadas y listas para comer.
Finalmente mi quinta y última parada fue el supermercado. Tenía mucho que conseguir. Comencé llevándome unos chocolates, unos cereales y mixes de frutos secos, también un jugo de naranja.
A pesar de que había ido para comprar eso, terminé comprando mucho más. Habían muchas cosas lindas para la mesa, y no me pude resistir. Todo lo que íbamos a necesitar, lo compré. Tenía cubiertos, vasos, platos, fuentes, una cesta, un mantel y como me acordé de que iba a llover, me llevé hasta un paraguas grande.
Entre todas las tiendas que visité y no poder carrear esas bolsas por toda la ciudad, terminé teniendo que hacer un montón de viajes en taxi para traer todo a la casa, pero cuando al fin había preparado todo para salir, me di cuenta de que había valido la pena completamente, y haberme despertado temprano también.
Entonces, entre suave y lentamente a la habitación de Kylian. Él seguía durmiendo tranquilamente. Suavemente me senté a su lado y acaricié su cabeza mientras le susurraba:
-¿Quién es la bella durmiente ahora? -
-¿Mmm...? ¿Ya amaneció? - dijo aún adormilado.
-Sí, así que me gustaría que salgamos un rato, así que despertáte- le dije mientras le sacaba la frazada.
-¡No! Tengo frío ahora... -
-No te preocupes, yo te caliento -respondí mientras recostaba mi cuerpo sobre el suyo.Por un momento nuestras miradas se encontraron. Inconscientemente una sonrisa se dibujó en mi rostro y no pude evitar acercarme a su rostro y darle un beso.
-Salgamos- le dije sonriendo.
-Sí... Vamos - respondió él, también sonriendo.De un momento a otro pude ver cómo parecía terminar de despertar, y entonces preguntó:
-¿Pero a dónde vamos a ir? -
-A un parque, así que usa ropa cómoda-No me respondió, pero supuse que me había escuchado, así que salí de la habitación a cambiarme yo también.
...
Cuando terminé de cambiarme, fui a preguntarle a Kylian si estaba listo, pero cuando lo vi, no supe cómo reaccionar. Quería reírme, pero por la ternura que me provocaba. Le había dicho que use algo tranqui, pero él parecía salido de una revista.
Kylian se quedó de pie. Sus ojos veían los míos, pero su mirada era la de alguien algo nervioso, esperando a que yo dijera algo.
-Creo que no necesitas que yo diga algo para que sepas lo lindo que estás... Pero igual no lo puedo evitar, sos arte... Solo que me preocupa que no sea cómodo-
-Gracias... Estoy bien así, no te preocupes-
-Bueno, entonces vamos-Finalmente pude subir todas las cosas en su auto y salimos con dirección al parque.
Continuará...
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la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]
Fanfictionse disputaba la final del Mundial, el equipo argentino iba a por la victoria, pero Mbappé había logrado emparejar a las cosas en el último momento, y llegó el momento, definición por penaltis, ese fue el momento en que la mirada del arquero argentin...