[Narra el Dibu]
¿Qué tan miserable puede llegar a sentirse alguien con el corazón roto? Evidentemente, no conocía la respuesta a esa pregunta hasta ahora.
Seguía caminando en dirección a incierta, pensando en lo que había sucedido y lo que implicaba.
Mis pensamientos me agobiaban, sentía que me iba a ahogar en mis penas, así que compré una cerveza en el primer kiosco que vi y seguí caminando.
Me preguntaba cosas a mí mismo. ¿Y qué puedo hacer? Ya no queda nada, no serviría de nada insistir, ya fue bastante claro, no siente nada por mí y nunca lo hizo.
No... Es que algo dentro de mí me dice que simplemente no tiene sentido... No me puedo tragar ese cuento de que nada fue real, no puedo creerlo y él tampoco lo hace, no es verdad...
No concuerda, Kylian no parecía estar siendo honesto. Las palabras de Kylian resonaban en mi mente. Quizás él tenía razón, y solo me estoy mintiendo a mí mismo para no sentirme mal. ..
Seguí caminando hasta que llegué a la casa de Amélie. Me paré frente a la puerta y simplemente dije "¿Qué carajos estoy haciendo?". Dije que iba a venir porque estaba molesto con Kylian, pero no tengo nada que hacer aquí...
El dolor me ahogaba por dentro. Lancé con ira la lata de la que estaba bebiendo al suelo y la patee fuertemente. Mis lágrimas empezaron a desbordarse mi cuerpo empezó a temblar y yo solo quería que la tierra me tragara. El aire me faltaba y yo cubría mi boca intentando calmarme y dejar de hiperventilarme. Qué vergüenza ser un hombre adulto y ponerme a llorar de forma tan desesperada en medio de la calle.
Me senté en la puerta de una casa y cubrí mi rostro. Cuando empecé a calmarme la puerta se abrió y caí de espaldas al suelo.
Levanté la vista y me encontré con cabellos de color dorado que ya me eran familiar.
-¿Emiliano?- preguntó Amélie, sorprendida al verme.
De inmediato me puse de pié, sin saber que decir, secando las lágrimas de mis ojos.
-Perdón por ponerme acá, ya me voy- dije, empezando a irme, sin dar excusa alguna, porque no encontré ninguna.
-¡No! ¡Espera! ¿Pasó algo?-Ese era el tipo de pregunta más común, de todos los días, pero que al decirla en el momento preciso, se convierte en una fuente de lágrimas. Y así fue.
Las lágrimas volvieron a caer de mis ojos y yo intentaba limpiarlas desesperadamente con mis manos. Sentí el nudo en mi garganta.
-No es nada- respondí intentando disimular, pero en cambio, mi voz apenas pudo salir, totalmente quebrada.
-¡¿Estás llorando?!- dijo ella preocupada mientras rápidamente se puso enfrente de mí para poder mirar mi rostro.Yo solo la miré y no pude evitar romperme completamente en sus hombros. La abracé con fuerza y dejé salir mis lágrimas mientras hundía mi rostro en ella.
Ella correspondió y me abrazó maternalmente, acariciando mi espalda.
-Tranquilo... Vamos adentro Emiliano...- dijo con un tono de voz tan dulce y calmo que parecía otra persona. De alguna forma me consolaba.
La miré, ella lucía muy bonita, como siempre, pero hoy lucía particularmente producida. Quizás iba a un lugar importante, y un extraño que vio un par de veces se apareció en su casa para arruinar su ropa y llenarla de lágrimas.
-Perdón por molestarte... Yo... No quiero molestarte, me voy-
-No te estaba preguntando, no iba a hacer nada importante, lo puedo dejar para otro día. Pero estar con vos en un momento así, eso no lo puedo posponer, dejame acompañarte...-A pesar de todo lo que sucedió y de como me había comportado con ella, ella todavía iba a dejar sus cosas de lado por mí... Evidentemente no me merecía este tipo de compasión...
Levanté mi rostro de su hombro y la miré. Mis ojos estaban rojos de tanto llorar. Sin decir nada, ella me agarró de la mano y me hizo entrar en su casa.
Yo ya conocía este lugar, tan lindo, tan romántico, tan hogareño... No pensé que volvería a estar aquí...
-¿Entonces? ¿Puedo saber qué te tiene tan mal...?-
-...-
-¿No vas a decir nada?-
-Yo... No sé si sea correcto hablar de esto con vos...-
-No me hagas preocuparme de más... No importa qué sea, solo quiero saber qué pasó, por qué estás así... Quiero verte bien...-
-... Kylian terminó conmigo y no sé por qué...-Amélie me miró y soltó un profundo suspiro.
-¿Qué pasa...?-
-Es que... Es obvio que después de escuchar eso hay cosas que quiero decirte... Pero no es el momento adecuado... Sé que solo alimentaria mi ego y te haría sentir peor...-
-Yo... No tendría que estar acá y no tendría que hablar de esto con vos... -
-¡No! Tranquilo, no te voy a decir nada malo, quiero apoyarte... -
-No es eso... No quiero ser así de insensible con vos... Más después de lo que pasó... -Amélie acarició mi mejilla suavemente. Mi piel estaba irritada por tanto secar mis lágrimas.
-Si venis a mi casa con esa cara, no hay forma de que no quiera consolarte... No importa lo que haya pasado... Ya te lo dije, quiero estar para vos... -
-... No me lo merezco...-
-Claro que sí... -Ella era tan cálida... Sus palabras eran suaves, sus abrazos tan reconfortantes, mi pecho me dolía tanto, pero al menos con ella sentía que no estaba solo. Era un lado suyo que no conocía.
-¿Duele...? - preguntó ella, compasión por mí-
-Duele, duele mucho... Sé que no fui el mejor con él, no soy el mejor para nadie... Pero ni siquiera pudo decirme qué lo molestó tanto... -Ella besó mi mejilla. Estábamos sentados en el sillón, cubiertos bajo una manta. El calor me hacía querer acurrucarme junto a ella.
-Eso no es verdad... Todos nos equivocamos a veces, no significa que no seas bueno, es aprendizaje... Y sinceramente, estoy segura de que eres un buen novio... Por eso quería que fueras tú... -
-¿De verdad? - le dije mirándolo a los ojos, como un niño pequeño buscando aprobación.
-De verdad...-Continuará...
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la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]
Fanfictionse disputaba la final del Mundial, el equipo argentino iba a por la victoria, pero Mbappé había logrado emparejar a las cosas en el último momento, y llegó el momento, definición por penaltis, ese fue el momento en que la mirada del arquero argentin...