36.La primera vez

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[Narra Mbappé]

Luego de un rato acariciándome, Emiliano retiró mi ropa interior. Mi rostro ardía de la pena.

-Voy a echarte un poco de lubricante ¿sí? - dice Emiliano.

Yo solo asiento. Emiliano aplica lubricante sobre mi zona baja, este se desliza por todas partes. Luego pone un poco en sus manos.

Con el dedo anular y el índice se desliza suavemente desde el tronco hasta la cabeza. Cuando llega arriba vuelve a bajar y entonces con su mano lo rodea todo.

Iba de arriba hacia abajo. El lubricante hacía que se sintiera increíble. Poco a poco fue subiendo la velocidad, cada vez sentía que estaba más cerca de acabar.

Entonces con su otra mano, Emiliano empezó a acariciar suavemente mi entrada. Mi cuerpo se tensó completamente cuando sentía que estaba siendo tocado "ahí".

-Kylian... Necesito que te relajes- dijo Emiliano con un tono de voz que se escuchaba tan seductor...

Daba vueltas alrededor, poco a poco fue empujando uno de sus dedos. Un fuerte gemido que no pude controlar, finalmente marcó que uno de sus dedos había conseguido entrar en mí, rápidamente cubrí mi boca con una de mis manos.

Era tan vergonzoso para mí, pero para Emiliano parecía ser diferente, otra vez tenía en su rostro esa mirada maliciosa, y de repente, empezó a mover ambas manos con mayor velocidad.

Cubrir mi boca no era suficiente, podía escuchar como mis propios gemidos se ahogaban y retumbaban por toda la habitación.

-Quiero escucharte Kylian...- dice Emiliano, mientras sus dedos vuelven a subir y acarician la cabeza de mí miembro. Se sentía demasiado bien.

Emiliano se aproximó a mí para poder besar mi cuerpo, entonces pude sentir como algo había rozado mi pierna, me sentía menos apenado al saber que no era el único que estaba así.

-Emiliano... También quiero tocarte... - digo, mientras me ahogaba entre mis propios jadeos.

Él me mira y solo responde "Sí... ", entonces sube completamente mi cuerpo sobre la cama, y él también se sube.

Después, retira su propia ropa interior. Él estaba completamente duro... Es vergonzoso pensar así, pero él sin duda era muy grande...  Me sentía feliz al pensar que él estaba así por mí...¿pero podría siquiera entrar en mí?

Entonces, con una de sus manos sigue tocando me, y con la otra agarra mi mano y la pone sobre "él".

Mientras sostenía mi mano, empieza a subir la de arriba abajo, él también empezó a jadear suavemente. Escuchar que él también se sentía bien era increíble...

-Tu rostro... Tu cuerpo... Cada parte de vos me pone así... -Sus palabras eran tan desvergonzadas que lo único que hacían era encender me más.

Luego de un rato, Emiliano soltó mi mano y volvió a introducir su dedo en mí. Daba movimientos delicados y placenteros. Cuando no me lo esperaba, introdujo un segundo dedo, otra vez un gemido fuerte salió de mí.

-¿Cómo se siente? -preguntó Emiliano sin detener sus dedos.
-Se siente... Demasiado bien...- respondí.

Entonces volvió a subir la velocidad, sentí que estaba a punto de terminar.

-Espera, Emiliano, espera- dije como pude- ¿Vas a... Entrar? -
-¿Entrar?- él sonrió y me besó- no te preocupes Kylian, por ahora con esto está bien-
-Pero pensé que lo ibamos a hacer... -respondí desanimado.
-Y yo también me muero de ganas, pero si hacemos eso sin duda te voy a lastimar... -
-Quiero sentirte Emiliano, por favor- digo, mientras con mi brazo cubro mi rostro.

Emiliano suelta un suspiro y dice: "Después no me digas que no te avisé...- por un momento se toca la frente como quién está preocupado, y agrega "Si te duele, decime, no me voy a perdonar si te lastimo"

Él empieza a mover los dedos que tenía dentro de mí en direcciones contrarias, como si fuesen tijeras. El volumen de mis gemidos aumentaba.

Emiliano no parecía poder aguantar mucho más. Entonces con su otra mano tira lubricante sobre él y parece posicionarse para entrar en mí.

Me sentí algo ansioso, pero entonces Emiliano me agarra de la mano, y me dedica una mirada que decía que todo estaría bien.

Con su miembro empieza a empujar suavemente mi entrada. Solo eso hacía que todo mi cuerpo temblara de placer. Poco a poco siento como cada vez estaba más cerca de entrar.

Había escuchado que hacer esto causaba dolor, pero no lo hacía... Probablemente porque Emiliano estaba siendo muy cuidadoso conmigo.

-Voy a entrar... -advierte Emiliano, para después introducir suavemente la punta.
-Se... Se siente raro... -digo entre gemidos, aún más fuertes que los de antes.

Las manos de Emiliano vuelven a dónde estaban antes, para volver a deslizarse hacia arriba y hacia abajo. Mientras está en eso, cada vez entra más profundo dentro de mí.

"Entré" dice suavemente Emiliano, como quién había cumplido con una tarea de extremo cuidado.

Pude sentir una especie de cosquilla en mi interior. Pequeñas lágrimas de placer se deslizan por mis mejillas, Emiliano las toca suavemente con sus dedos.

-¿Duele? -pregunta con preocupación.
-No... Es increíble...-respondo.

Sin previo aviso, Emiliano empieza a moverse hacia adelante y hacia atrás lentamente. Sin pensarlo demasiado, digo "un poco más rápido", y él, que parecía encantado por mis palabras, aumenta la velocidad.

Mi espalda se arqueó completamente cuando el aumentó la velocidad. Él, al verlo, acarició toda mi zona abdominal de arriba hacia abajo mientras decía:

-Tu cuerpo es tan ardiente... Adentro está tan caliente, y puedo sentir como me apretas-

Sentía que me ahogaba en el placer. En ese momento, cada rastro de "Kylian, la promesa futbolística", la imagen que todos tenían de mí, se había ido. La expresión de mi rostro debía ser casi tan vergonzosa como el sonido de mi voz.

Podía escuchar claramente como Emiliano chocaba contra mis muslos. Él también tenía esa expresión en su rostro llena de deseo.

Como si no fuese suficiente placer tenerlo dentro de mí y tocandome al mismo tiempo, Emiliano vuelve a mis labios, y me besa, como si no quedase nada de esos besos inocentes que me había dado.

La idea de ir lento se perdía entre nuestros gemidos y besos. Él parecía haberse convertido en algo salvaje y yo en su presa, mordía mi cuerpo, y se sentía tan bien...

Mis caderas empezaron a moverse por sí mismas, haciendo que la velocidad fuese aún mayor, y un agudo gemido que parecía balbucear -Ya no lo puedo aguantar más- salió de mí.

Emiliano empezó a golpear aún más fuerte dentro de mí. Intentaba advertir que era mi límite, pero las palabras no me salían, mis propios gemidos no me dejaban hablar.

Entonces él parece dar el golpe final, y yo inconscientemente empujo mí cuerpo hacia adelante, llegando al punto más profundo de mí. Emiliano lo suelta todo allí dentro y yo lo hago sobre nosotros. Él hace unos pequeños y lentos movimientos más, y finalmente sale. Puedo sentir como todo chorreaba. Ambos éramos un desastre.

Continuará...

la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora