la copa es tuya, igual que mi corazón ["Dibu" Emiliano Martínez x Kylian Mbappé]

9.Milanesas

[Narra el Dibu]

Me despierto y ya era casi hora de almorzar. Veo que turti seguía durmiendo, así que lo acuesto en una mejor posición para que esté más cómodo y veo qué hago de comer.

No voy a decir que soy un gran chef, pero me defiendo, así que me fijé que había por su cosa y me desanimé un poco, tenía ganas de comer algo rico, milanesas con puré, y sí, me van a decir que solo como milanesas con puré, pero son tan ricas que me es imposible no elegir las.

Me voy al super y compro lo que iba a necesitar para cocinar, pan rayado, carne, huevo, ajo en polvo, papas, leche y otros condimentos. Justo me encuentro con la rubia con la que había tomado la noche anterior.

-Hola, que bien volverte a ver- me dice ella con mucha energía y ese acento con un fuerte aire francés, pero que se escuchaba muy lindo.
-Qué casualidad, lo mismo digo- le respondo con una sonrisa.
-Sí, ahora me decís eso, pero ayer te mandé un par de mensajes y no me contestaste- me dice mientras hace un puchero intentando verse tierna.
-Perdona, pasa que justo me agarraste con un problema, pero en cuanto pueda te contesto-
-Parece que vas a cocinar- dice mientras mira mis compras.
-Sí, estoy por hacer un clásico de mí país-
-¿Y no me invitas a probar? - pregunta con una sonrisa encantadora.
-La verdad me encantaria, pero ahora justo no puedo, quedamos después si querés- le respondo amablemente, la verdad no es que quisiera rechazarla así, pero quería pasar un rato en tranquilidad con Kylian, todavía tenía mucho que redimir, y ella iba a estorbar.
-Mmm, que mal, pero bueno, si es así entonces hoy a la noche quedamos ¿dale? Yo invito en recompensa por no haberme podido quedar con vos hasta tarde-
-Dale, no hay problema-
-Pero es un promesa, no me vayas a fallar ¿Okey? - me dice mientras me guiña un ojo.
-Bueno, te lo prometo- le respondo mientras le devuelvo el guiño.

Nos despedimos y yo me apresuro a pagar las compras y volver a la casa de Kylian, no quería que se despertara, no me viera y pensara que me había ido sin despedirme o algo así.

Cuando llego para mí fortuna él seguía durmiendo, así que me puse manos a la obra.

Pelé las papas y las puse a hervir. Agarré la carne, la golpee un poco para que se pudiera más blandita, la deje reposar un ratito en el mejunje que me había armado con los huevos y las especias y las pasé sobre el man rayado. Dejé que el aceite se calentara y me puse a fritar las milanesas. Una vez mis milanesas estaban listas y las papas ya estaban blandas termine mí puré y coroné cada plato con dos huevos fritos. Preparé la mesa para que comamos y me fui a levantar a la tortuga.

-Despertate Kylian, vamos a comer- digo mientras tocó suavemente el hombre del francés.
-Uaaaah - El francés abre sus ojos mientras deja salir un bostezo. -¿A comer? ¿Qué vamos a comer-
-Jaja, cociné milanesas, vení- le digo mientras dejó salir una risita por la ternura.

Mbappé se va a lavar el rostro y se sienta en la mesa junto al Dibu listo para degustar la comida.

-¿Ya habías comido milanesas alguna vez? -
-No, milanesas no-
-Bueno, espero que estas te gusten, porque están hechas con amor.
-Espero que sí- me dice el francés, pude notar en su voz que estaba de buen humor. Corta un pedazo de la milanesa y la de un mordisco junto a un poco del puré. - Mm, la verdad te quería criticar, pero no hay nada que decir además de que están muy ricas, gracias por la comida- Dijo mientras soltaba esa sonrisa que otra vez me volvía a provocar esa linda sensación.
-Menos mal que te gustaron porque me maté en la cocina- le digo en broma guiñandole un ojo, pero tenía mucha verdad, me había esforzado porque quería que le gustaran.

Terminamos de comer y después nos pusimos a lavar los platos juntos. Una vez terminamos salimos a caminar juntos, quería conocer más de la ciudad.

-Me habías dicho que te ibas a tomar unas vacaciones para poder pasar las fiestas con tu familia, y acá a un par de días ya es Navidad, ¿eso significa que ya te vas? -pregunta Kylian, otra vez con esa expresión seria.
-Sí, ya me voy hoy a la noche porque quiero llegar con tiempo para ver a mi familia-
-Ah... - dijo sin más.
-¿Y vos? ¿Qué vas a hacer?-
-Y con mi familia supongo-
-¿Qué te gustaría que te regalara? - le pregunto de repente.
-¿Que me regalara quién? ¿Tú? -
-Sí, te quiero dar un regalo como parte de mis disculpas-
-Entonces me gustaría que me des algo que pienses que me va a gustar-
-Pero yo te preguntaba para que me la facilitas al trabajo-
-Pero no lo voy a hacer, quiero que lo pienses bien por ti mismo-

Seguíamos caminando por la ciudad, había un clima muy agradable y yo iba intentando adivinar que le podría gustar cuando él dice un comentario que me llama la atención.

-Que pena que no te puedas quedar por un poco más de tiempo... - parece decirlo sin pensarlo bien.
-¿Qué fue lo que mis oídos escucharon? ¿Será que Donatello quiere que el Dibu pase más tiempo con él?- Le respondo en joda mientras chocó mi hombro con el suyo.
-No, no, yo no dije nada- responde avergonzado al darse cuenta de lo que había dicho.
-No puedo, pero apenas pasen las fiestas vuelvo de visita ¿Dale?-
-Y no sé, es tu vida, puedes hacer lo que quieras- responde mientras mira hacia otro lado, pero estaba evidentemente feliz por mi respuesta.

...

Llegamos a su casa, me tomo un baño, me cambio de ropa y me visto para la cena que tenía prometida esa noche. Me despido de Kylian, feliz de haber podido arreglar la situación aunque no sea del todo, con la promesa de volver apenas pueda y me voy hacia el restaurante.

Continuará...