5. En otra vida

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4 años después.

Noah.

Llegar a la universidad se convirtió en todo un lío, aún más cuando mis padres no se apresuraban en estar completamente listos, la ceremonia daba inicio a las tres de la tarde y llegamos justamente, cinco minutos antes de iniciar.

—Estoy muy orgullosa de ti —dijo mamá acercándose.

—Ambos lo estamos —aseguró papá.

—Gracias por apoyarme en esto, desde...

—No tienes que decirlo, siempre estaremos para ti.

Sonreí y luego les abracé sin poder ocultar mi felicidad, por fin había terminado la universidad y ahora daba inicio a una nueva etapa de mi vida.

—¡Oye, Noah vamos a celebrar! —grito uno me mis amigos.

—Anda ve con ellos, libérate un rato.

Asentí agradecido, me despedí de mis padres y fui con mi grupo de amigos, solamente éramos nosotros cuatro, Jace, Miles, Dylan y yo.

—Vamos a cenar, al menos para celebrar juntos —propuso Miles.

—Luego iremos a mi departamento para terminar la noche —siguió Jace.

Acepté el plan y los cuatro salimos en rumbo a nuestro restaurante favorito, aun no podía creer que ya habían pasado cuatro años desde que dejé New York y vine con mis padres a California.

—¿Estás bien? Llevas mucho tiempo callado —dijo Dylan llamando mi atención.

—Si... solo son mis pensamientos.

—¿Extrañas New York?

—No, en realidad las cosas eran bastante pesadas allá, es solo que...

—Extrañas la razón por la que estabas allá —dedujo.

—Si.

Ya no dolía como antes, eso podía asegurarlo, después de un largo periodo en el que llorar y hundirme hasta la tristeza era lo único que hacía, tuve el valor de salir de casa y fue entonces que me topé con los que ahora eran mis amigos.

Fue muy difícil volver a ser yo mismo, pero lo conseguí, claro que ya no era ese niño asustado, ese chico que se descuidó tanto de él que casi muere por la depresión, aprendí a soltar todos los recuerdos que me atormentaban y ahora podía asegurar que estaba bien, lo estaba después de tanto tiempo.

—¡Al fin llegamos! —el grito de Jace me saco de mi pensamiento y también asusto a un par de personas que iban de paso— Lo siento.

—Perdón, es que no está en sus cabales —se excusó Miles.

Empujó a Jace dentro del restaurante luego de golpearlo en la cabeza, esos dos eran así, mientras que Dylan y yo éramos más de esos que siempre están en su mundo, él es más serio que nosotros tres, aunque esa faceta se va cuando está pasado de copas.

—¿Qué harán ahora que terminamos?

—Iré a dormir —respondió Jace.

—No hablo de eso idiota —le golpeo Miles—, hablo de la Universidad.

—Haré un viaje a Europa —dijo Dylan ignorando los comentarios de Jace—, debo resolver algo.

—Te escuchas como todo un mafioso con esa frase —bromeo.

—¿Qué hay de ti?

Me quedé en silencio, viendo mis papas como si fueran lo más interesante de todo el mundo, aun no estaba seguro de que mi decisión fuera buena pero no tenía nada que perder con intentarlo.

Why Not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora