10. Sin remordimientos

105 10 4
                                    

Noah.

—¿Volverás pronto?

—Aun no estoy seguro —respondí dudoso— tengo que buscar un empleo.

—¿Por qué no buscas uno aquí?

—No creo que sea una buena idea, no sé si será bueno dejar a mis padres de nuevo.

Sabía que podía encontrar un buen trabajo aquí, en mis años viviendo en la ciudad había conseguido buenas influencias y contactos, conseguir un empleo en la ciudad será fácil pero no quería hacerlo, no quería quedarme aquí.

—Es una lástima que te vayas —fue la señora Harper quien hablo—, serias de gran ayuda en la empresa.

—No es mi fuerte.

—Pero aun así hiciste un increíble trabajo —comento.

—Lilia tiene razón, hiciste un buen trabajo.

—Gracias por tomarme en cuenta —agradecí—, fue muy agradable volver a verlos después de mucho tiempo.

La charla se volvió más amena después de eso, hablamos sobre muchas cosas durante la cena, fue muy agradable volver a convivir de esa manera con ellos, los temas de conversación eran muy variados y el tiempo pasó realmente rápido que de un momento a otra ya era hora de que volviera a casa.

—Gracias por la cena.

—Espero verte pronto —se despidió la señora Harper—, vuelve a visitarnos.

—Lo haré.

—Adiós pequeña.

Creo que despedirme de Jessie era lo más difícil para mi, verla con los ojos llenos de lagrimas fue sin duda lo que rompió mi corazón esa noche.

—Vas a volver, ¿Cierto?

—Vendré a visitarte, ¿okey?

La abrace por última vez, antes de salir de la residencia Harper, entre al auto junto con Alec, éste se había ofrecido a llevarme al hotel ya que él regresaría a su departamento, el ambiente entre nosotros seguía siendo tenso, pero al menos era más sencillo estar con él luego de estar una hora en el tráfico.

—Quiero disculparme contigo —rompió el silencio que había— No fue amable de mi parte mi actitud en la empresa.

—Oh, no tienes que preocuparte por eso.

—Realmente no se que me sucedió, pero verte con Jessie hablando tan libremente del accidente me molesto —trato de explicar—, yo no puedo hacerlo.

—¿Hablar del accidente o con Jessie? —no pude evitar preguntar.

—Ambas.

—¿Por qué? Esa niña te adora.

Negó divertido antes de negar tal afirmación de mi parte.

—Antes lo hacía, ahora parece que soy un extraño para ella

—Bueno, seguramente fue difícil comprender por lo que pasaste —trate de justificar, aunque no sabía la razón—, ella aun es una niña, no entiende que pasa o que paso.

Why Not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora