Noah.
Cuando el sábado llegó estaba muriendo de los nervios, no les había comentado a mis padres nada de lo que estaba sucediendo conmigo en ese momento, no les dije que, en todo este tiempo, desde que regresé a California, había mantenido contacto con Alec, no lo hice principalmente para mantener al margen las ilusiones de mi madre y las mías propias.
Había preparado un espacio en mi habitación para cenar ahí, en conclusión, había adaptado mi escritorio para cenar, había encontrado unas velas en las cosas que mamá no ocupaba y estaban guardadas en el ático, por lo que también tenía dos velas con aroma a vainilla en mi habitación.
—Deje la cena en el refrigerador, vendremos mañana por la tarde —dijo mamá despidiéndose de mí— Cuídate, ¿okey?
—Okey, tengan un lindo viaje —me despedí.
Todos los sábados mis padres iban a un voluntariado de dos días, por lo que no se darían cuenta de mi cena con Alec, prefería que fuera de esa manera antes de que pensaran que había algo entre nosotros cuando claramente no es así.
Una vez se fueron, subí a mi habitación en busca de ropa decente, aunque no sabía si tenía que vestir elegante, no quise quedarme con esa duda y pasar el ridículo en dado caso que no sea necesario, lo pense bien y le envié un mensaje a Alec preguntándole acerca de cómo debía vestirme.
Espere a su respuesta, aunque dudaba que fuera a responder rápido porque según tengo entendido, hoy tenía que ir al hospital por su residencia por la mañana, me cambie la pijama y me puse ropa cómoda, tenía que ir a casa de Miles para traer a Mommu de una vez por todas, ayer no tuve el tiempo necesario porque dormí hasta tarde y luego olvide por completo que el gato no estaba en su casa como normalmente pasa.
Salí de casa y esta vez tomé el auto de mis padres para ir a mi destino, ellos no solían llevar su auto porque un autobús venia hasta casa para llevarlos al centro de voluntariado y posteriormente, los dejaba en casa el domingo por la tarde, en el camino disfrute de algunas canciones, escuchar música mientras manejaba era algo relajante, aunque siempre trataba de mantener toda mi atención en la carretera para evitar cualquier tipo de accidente.
Llegue al edificio donde vivía Miles y aparque el coche en el estacionamiento, sabía que estaba esperándome porque le había enviado un mensaje ayer por la noche para venir hoy, tome la caja que estaba en el asiento del copiloto, había cumplido con su petición y traje una taza de colección con la bandera de España grabada en ella.
Subí hasta el cuarto piso que era donde estaba el departamento de Miles, mientras pasaba por el vestíbulo vi que había un letrero donde anunciaba que había departamentos disponibles, ya le preguntaría a Miles por esa información.
—¿Qué tal el viaje? —preguntó una vez me abrió la puerta— Siempre que te veo pregunto por un viaje, ¿puedes dejar de viajar?
—Intentare no viajar tanto en los próximos meses —bromee.
En ese momento Mommu y Greyson hicieron acto de presencia, este primero se acercó a mí, me dejo tomarlo en mis brazos y como ya nos era costumbre, se cómodo como si ya fuera la hora de dormir.
—Por cierto, esto es tuyo —dije dándole la caja a Miles.
Al tomarla lo primero que hizo fue abrirla para ver el contenido, al sacar la taza pude ver como soportaba las ganas de pegar un grito, era como un niño cuando tenía ese tipo de cosas, seguía sin saber por qué le obsesionaba coleccionar tazas, no eran juguetes de colección, eran tazas, pero quien era yo para criticarlo cuando tenía una colección de autos de juguetes con modelos antiguos.
—¿Es una taza de colección? —pregunto.
—Si —asentí—, al menos eso dijo el hombre de la tienda.
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Why Not?
Teen FictionUna pareja, un accidente, miles de recuerdos perdidos, cuatro años de recuperación y un corazón en el olvido. El amor lo vence todo, ¿incluso el tiempo y los recuerdos perdidos? vale la pena volver a amar y volver a enamorarse, ¿arriesgarse? ¿por qu...