Why Not?

12. ¿España?

Noah.

Después del día que intercambié unos cuantos mensajes con Alec, no volví a dar señales de vida en redes sociales, aún seguía viendo el último mensaje que recibí de su parte, al principio no sabía por qué lo preguntaba, pero luego de ver el video pude darme cuenta de mi error, sabía que era en vano borrarlo pues él ya lo había visto.

—¿Por qué sigues torturándote con ello? —preguntó Dylan— No creo que sea importante para él.

—¿Si entiendes que le envié un video donde me ve medio desnudo? —pregunté alterado.

—No sería la primera vez que te ve —bromeo.

Hice una cara de pocos amigos por que él bromeaba con esto, sabía que estaba exagerando, pero no era solamente eso, no era solo por que me viera así, era por que no me gustaba mostrar mi cuerpo, odiaba que las personas me miraran.

—Oye, no es para tanto, ¿okey? —dijo tratando de restarle importancia—, seguramente él ni siquiera lo noto.

Medite sus palabras, si, seguramente no debió notarlo, él quería ver a Mommu y seguramente su atención se centro en el gato y no en el espejo que me mostraba semidesnudo.

—¿Por qué no vienes aquí por unos días? —propuso— sería bueno para ti, alejarte un poco de ello, ¿Qué dices?

—¿Dónde estás ahora? —pregunte girando en la silla.

—España, podemos ir a otro lugar si quieres —aclaro—, ya terminé mis pendientes, pero quiero tomarme unos días libres.

—¿Vas a regresar pronto?

—Aun no lo sé, pensaba quedarme aquí una temporada.

—¿Qué hay del trabajo?

—Puedo volver a California y trabajar luego, ahorre durante la universidad, puedo permitirme esto —explicó—, insisto, ven durante unos días y despeja tu mente antes de iniciar con el trabajo.

Medite la propuesta, no parecía tan mala idea, en estos días en New York las cosas se agitaron más de lo previsto, mi cabeza seguía hecha un lío y aun no había encontrado un trabajo estable.

—Bien, supongo que puedo ir por unos días —acepte— ¿Qué te parece la próxima semana?

—Esta bien por mi, tal vez encuentres a un guapo europeo que ponga tu mundo de cabeza.

—Claro.

—No suenas muy entusiasmado.

—No lo estoy —confesé—, sigo sin saber por que esto me afecta tanto después de todos estos años.

—Oye —llamo mi atención—, fue tu primera relación amorosa...

—Segunda —corregí.

—Si, en la primera eras un niño del cual se aprovecharon por que apenas descubría quien era, Alec fue tu primera relación real —le miré atónito, por que tenia razón—, nadie espera que superes eso de la noche a la mañana.

—No, pero si en cuatro años.

—Cada persona sana a su propio ritmo, Noah, no puedes obligarte a superar algo si no quieres hacerlo.

—Te escuchas igual que mi terapeuta —intente bromear.

Hablamos durante un rato, Dylan aún no quería volver de Europa y lo comprendía, no había mucho que hacer aquí ahora que estábamos libres de la Universidad y no teníamos empleo. Él estaba convencido de que aún no debía preocuparse por un empleo, tenía sus propios trabajos y podía vivir de ellos cómodamente.