22. No Puedo

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Noah.

Aunque la noche anterior me había despertado justo para preparar la cena, Alec no lo había hecho y no lo hizo en las horas que me mantuve despierto, ya que me quedé dormido a eso de la media noche porque mis pensamientos nunca se quedaban callados, cuando finalmente logré quedarme dormido no volví a despertar hasta la mañana siguiente.

Me di una ducha, lavé mis dientes y me vestí con ropa cómoda antes de salir a la sala de estar, esta estaba vacía y supuse que Alec aún estaba dormido, sabía que los viajes solían cansarte mucho y él seguramente no había descansado bien los últimos días.

Me dedique a hacer el desayuno para ambos así cuando él se despertará ya estaría la comida lista, tarde poco tiempo y cuando estaba sirviendo la comida en mi plato escuché un bostezo venir desde el pasillo que daba a las habitaciones.

—Buenos días —salude sonriendo—, ¿Dormiste bien?

Asintió y se acercó hasta la cocina, tomó asiento en uno de los taburetes que estaban junto a la isla y me miró expectante.

—¿Tu dormiste bien? —preguntó— Me quedé completamente dormido y no cene anoche —comentó—, siento mucho haberte dejado cenar solo.

—No te preocupes, sé que estabas bastante cansado —le resté importancia— ¿Quieres desayunar? —pregunté.

—Claro, ¿Quieres que te ayude en algo? —se ofreció.

—No, solo espera y te sirvo ahora.

Tomé otro plato y servir la comida en este, luego fui hasta el refrigerador para tomar el jugo de frutas que tenía, sin embargo, vi que era de manzana y sabía que a Alec no le gustaba así que en su lugar tomé la leche de chocolate que había comprado cuando fui por la comida.

—Se que no te gusta el jugo de manzana —dije—, así que estoy seguro que prefieres la leche con chocolate.

Sonrió y tomó la leche para luego empezar a desayunar juntos, fue un desayuno bastante tranquilo entre pequeñas charlas o comentarios por parte de ambos.

—¿Quieres hacer algo? —pregunté una vez terminamos de desayunar—, ¿Algún lugar que quieras visitar?

—No por hoy, pero si quieres salir no tengo problema.

—¿Aun estas cansado? —volví a preguntar— Podemos ver una película si quieres, pedir comida para el almuerzo tal vez.

—Suena bien por mi —acepto—, pero primero debo tomar una ducha.

—Claro, hay toallas en el armario del baño.

Luego de eso desapareció por el pasillo, por mi parte me dediqué a lavar los trastos que habíamos ensuciado en el desayuno, me tomé el tiempo para sacarlos y luego volver a ponerlos en su lugar. Pasaron al menos unos treinta minutos cuando Alec pareció con ropa distinta a su pijama, como desayuno conmigo.

—¿Tienes alguna película en mente? —pregunte sentándome en el sofá.

—Bueno, pensaba que podíamos ver nuestras películas favoritas —sugirió—, ya sabes para conocernos mejor.

Acepte su idea y busque su película favorita, yo estaba muy consciente que solamente eran películas, pero no fue hasta que dejé el control remoto a un lado que me di cuenta de lo temblorosas que estaban mis manos, trataba de disimular que estaba bien, me estaba obligando a mí mismo a estar bien, pero estaba muy consciente que estaba lejos de estar bien.

Ver la película fue entretenido, terminamos la película casi a la hora del almuerzo, por lo que pusimos una pausa para decidir que íbamos a ordenar para comer, a mí me daba bastante igual normalmente al pasar todo el día solo era muy normal en mi simplemente saltarme algunas comidas, pero ahora no podía darme el lujo de hacerlo.

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