Jack Frost
Había pasado un día desde que Rynoa había entrado al sótano. Un día desde que dijo que iría por Bianca. Veinticuatro horas en las que no había tenido noticias de ninguna de las dos. Me sentía completamente frustrado. Incluso traté de derribar la puerta, pero la fuerza que la protegía siempre me repelía.
¿Por qué no dejaba que entrara?
¿Qué pasaba si ambas estaban atrapadas?
Todo sería mi culpa, fui yo quien insistí a Rynoa en ir. Night me iba a matar si ella no salía y Peter también. Lo peor es que él me había dicho que tal vez todo era una trampa... y cada vez que pasaban los minutos me sentía peor. Tal vez sí era una trampa. Tal vez Rynoa está atrapada ahí por siempre, igual que Bianca.
Pero, eso no puede ser... porque Rynoa ya había entrado antes y había logrado salir.
El único que entraba para ver cómo estaban las cosas era Peter, los demás seguían montando guardia.
― ¿Nada? ―preguntó.
―Nada.
―Rynoa es fuerte, ella va a salir de ahí... con Bianca.
Suspiré. Me sentía cansado. Cada vez que trataba de derribar la puerta, era como si la maldita cosa que la protegía me quitara energía o algo.
―Te ves terrible ―me dijo.
Rodé los ojos. ― ¿No tienes algo más que hacer?
―Solo vine a ver cómo iban las cosas, ¿seguro que no ha pasado nada raro?
Negué. ―Todo sigue igual.
―Solo esperemos, ellas van a salir.
Asentí.
Tenían que salir, no podría vivir un día más sin Bianca. Y no podría vivir sabiendo que por mi culpa Rynoa está encerrada.
Peter se fue y yo me quedé observando la puerta, esperando por algún cambio.
Hasta que escuché una explosión en el exterior del orfanato. Rápidamente salí del lugar, no planeaba alejarme mucho, tenía que cuidar que nadie se acercara al cuarto, no podía permitir que les hicieran algo cuando salieran.
―Jack Frost, nos volvemos a ver ―dijo Félix, que estaba sobre un edificio al frente del orfanato.
Poco a poco podía ver una neblina expandirse por el lugar, al menos por encima del tejado del orfanato, cubriendo el cielo y la luz que debía de caer a estas horas. Pitch debía de estar cerca.
―Desgraciadamente ―respondí colocando mí cayado sobre mi hombro, traté de que no notara que buscaba a los demás de reojo. Esperaba que todos los guardianes estuvieran perfectamente, incluso el gato de basurero.
―Veo que Rynoa aún no ha salido con Bianca ―la sonrisa que Félix tenía en la cara era aún más desagradable de lo que recordaba―. Hemos venido antes de tiempo.
―No, has venido justo a tiempo ―volé hasta el tejado en donde él estaba y lo apunté con el cayado― a tiempo para que te mate de una vez por todas.
Félix empezó a reír, y en respuesta le lancé un rayo que congeló su báculo. Él frunció el ceño y alzó una mano, inmediatamente, aparecieron cuatro Osseus. Había olvidado que él era el que los controlaba ahora. Verlos me recordaba a Fay y no quiero recordarla. Ella hizo que atacara a Bianca y jamás le perdonaré por hacer eso, aunque ahora ya no está, no puedo evitar odiarla.
―Ataquen ―ordenó Félix.
Me deshice de dos rápidamente, solo los congelé. Fue demasiado fácil, ya que solo se acercaron a mí y no trataron de crear ninguna arma. Los peones de Fay se han vuelto más idiotas ahora que son controlados por Félix.
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No soporto a Jack Frost | MRCJF #2
Fanfiction| 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 | 𝐉𝐀𝐂𝐊 𝐅𝐑𝐎𝐒𝐓 𝐃𝐔𝐎𝐋𝐎𝐆𝐘 ――――――――――――――― ➀ Me rehúso a creer en Jack Frost ➁ No soporto a Jack Frost